viernes, 30 de noviembre de 2018

OSOS


Un par de coches se han quedado en Besabi, otro par de coches ya están en Arano desde la víspera, para después de la alubiada que les espera. La marcha por las laderas del Adarra ha empezado con las primeras luces del sábado otoñal. Un hayedo fantasmal en la humedad, las gotas pulverizadas parecen flotar alrededor de los excursionistas.
- El rugby mundial es una serie de zonas de reserva aisladas las unas de las otras – dice el Marqués de Altamira en plena forma y sin alterar su acelerada marcha -, la del Pacifico y la de las cinco naciones, que no seis, con islotes por el sur como el de Argentina y el de Sudáfrica o el de los países del Este por el norte, a diferencia del fútbol que es un continuo mundial.
- En el rugby español también son núcleos separados – añade el Barón de la Florida que le sigue sin esfuerzo en unión de su mujer – el reducto vasco, el oasis pucelano, los de Madrid, los de Barcelona y los sevillanos…
- Peor lo tienen otros – interviene la señora Galtzagorri que ha dejado a su marido bastante atrás -.
- ?Los del hockey – pregunta la Marquesa de Altamira, conociendo la actividad deportiva de la donostiarra -.
- No, yo me refiero a los osos de la cordillera pirenaica y de los Picos de Europa – precisa Coro Galtzagorri – que solo en Picos son autóctonos y están en 2 zonas separadas por muchos kilómetros, mientras que en Pirineos están también en otras dos zonas muy separadas, los pocos que hay, y además son inmigrantes introducidos para que haya algo.
- Como los nacionalizados en el rugby – consigue decir Galtzagorri, llegando al primer collado donde el grupo come mandarinas mientras contempla la empinada subida al Adarra, a la espera de que los rezagados se sumen -, que hacen equipos donde no hay cantera local, la importación es imprescindible...
- Pero he leído que hay osos – la Baronesa de la Florida precisa – que en la época de celo consiguen pasar de una reserva a otra para reproducirse.
- Pues en el rugby, ni por ésas – Coro Galtzagorri dice con una sonrisa - , y eso que el hombre es la única especie en celo permanente.

jueves, 22 de noviembre de 2018

EL IMPACTO


- El rugby era un deporte de contacto pero ahora se ha convertido en un deporte de impacto – dice Hiruntchiverry apagando la televisión de la sociedad -, no se ha moderado mucho esa tendencia actual a pasar con el balón por la puerta cerrada, aunque sea una puerta blindada.
- Es una exageración eso que dices – replica el Barón de la Florida mientras limpia la mesa - , posiblemente en el rugby profesional, con preparaciones dirigidas a lograr musculaciones que se impongan, se pueda dar pero a niveles de aficionados no se produce mucho.
- Pero se produce ya bastante, - Galtzagorri interviene poniendo platos y cubiertos -, sobre todo en esas zonas de “amateurismo” marrón, como en las competiciones españolas, en que verdaderos profesionales juegan mezclados con aficionados que tienen otras actividades incompatibles con el gimnasio a destajo.
- Algunas desgracias – Hiruntchiverry insiste -, que se están produciendo en esos niveles bajos tienen causa en esa nueva imagen que se está vendiendo del rugby, los jóvenes imitan lo que ven y los choques buscados, los placajes a matar… están causando lesiones importantes en edades de desarrollo.
- ?Animarías a tu hijo a que empiece a jugar al rugby ahora? - Pregunta el Marqués de Altamira mientras sirve las acelgas con patatas que ha estado preparando -. Yo, a veces, creo que no, ya es un poco tarde porque los míos están en ello pero, muchas veces no estoy nada tranquilo en la banda, viendo lo que se vé.
- Yo confío en los entrenadores, en que saben que el rugby es un juego – El Barón de la Florida dice -, y que la inmensa mayoría de los chavales no pretenden saltar al profesionalismo sino disfrutar de la convivencia en el deporte.
- Deberían retransmitir rugby femenino internacional mucho más – la ternera guisada con setas ya en la mesa, Hiruntchiverry concluye -, porque las mujeres son las que conservan el rugby aquel de pase y de esquive, de percusión para dejar que el balón esté vivo…

viernes, 16 de noviembre de 2018

SE PREVEN CHUBASCOS

- Pues hace tiempo que Ud. no escribe sobre el caso del pornógrafo donostiarra, me parece – le dijo el taxista  nada mas arrancar - ¿No hay novedades? Por consiguiente.
Sorprendido de que el único seguidor de su blog sea taxista, el pasajero sonríe mientras se acomoda y da inicio a un diálogo.
 - Quizá porque el goteo de victimas que se revelan ha cesado y el ambiente que hay en torno al asunto no anima a decir “yo también” en nuestra ciudad...
- Pues de todas maneras ¡Con la de abogados que hay por aquí e irse a buscar uno al quinto carajo de la vela! Los abusos les debieron dejar tontas por consiguiente.
- ¡Es imposible meterse en las secuelas que les quedaron! Y la casualidad hizo el resto.
- Pues es extraño que no haya salido ninguna de las más conocidas guapas o conocidos de nuestro incomparable entorno a decir que también fueron violadas o violados en el comienzo de su carrera, sin embargo.
- Proclamar “yo también se la mamé” por los platos de las teles puede ser infernal, sobre todo si lo has estado negando ante tu padre y tu madre, que lo sospecharon y lo sospechan, desde la adolescencia.
- Pues hay quien lo explica como algo que es normal, que es la tarifa que hay que pagar para progresar en la vida profesional, que lo hizo y, a cambio, le dieron la oportunidad o sea que no era tan tonta como para no saber que tenia que ofrecer un servicio completo y luego pasar la boina, por consiguiente.
- Y también no debe animar a denunciar ver que, tras el ingreso en prisión provisional del individuo en cuestión, el tiempo parece haberse detenido y saber que otras personas que estuvieron en esas respetables perversiones siguen en sus posiciones sociales o han pasado a honorables jubilaciones.
- Pues los nombres que han salido por los confidenciales de Internet son escasos y alguno de ellos ha salido como un pablorromero al ruedo de los medios tradicionales y ha conseguido proclamar sospechas que ni siquiera existían... sin embargo.
- Si tu nombre sale en twitter, déjalo en twitter. A partir del momento en que te metes en ese charco, la has cagado, te pones en la boca de gente que no tenia ni idea de lo que se decía de ti por los patios de vecinos contemporáneos y que es la inmensa mayoría de la gente.
- Pues otros implicados han sido mas listos y están en un silencio sepulcral, como si nada fuera con ellos, y hay quien ha sido todavía mas listo y se está dedicando a las relaciones publicas de su imagen, dando entrevistas, publicando artículos, participando en debates sobre el derecho de las mujeres... eso está bien, muy bien y demuestra un asesoramiento profesional ¡Con la de periodistas en paro que hay por aquí no hace falta buscarse un jefe de prensa en el quinto carajo! Por consiguiente.
- ¡La publicidad bien hecha puede llevar al consumidor a comer bacalao momificado como si fuera angulas!
- Pues es curioso, por cierto, eso del crowdfunding para pagar los gastos procesales. Yo nunca lo había visto, sin embargo.
- Don Quijote también tiene que dar de comer a Rocinante. Ud., por muy bien que yo le caiga me va a cobrar este viaje, pero yo no voy  a pedir dinero a mis otros simpatizantes para pagarle, sino que incluiré su nota en la factura a mi cliente, aunque la verdad es que yo no me hubiera montado en este taxi sin contar con provisión de fondos.
- Pues Don Quijote necesita posiblemente un sanchopanza que le advierta que los gigantes no son gigantes, ni siquiera molinos... sin embargo.
Y el taxi llegó a su meta entre Hernani y ninguna parte. El pasajero se despidió de su seguidor y el taxista desapareció en el oscuro anochecer.

jueves, 15 de noviembre de 2018

DONACIÓN DE ESFUERZO


- Hacer lo que te gusta y que ademas te paguen por ello es lo mejor del mundo – dice el Marqués de Altamira mientras el grupo pasa cerca del St. Anne’s College, un poco despistados, camino del Parque de la Universidad de Oxford -, pero creo que en el deporte se abusa mucho de quienes voluntariamente ayudan a los equipos y no se les paga, incluso cuando hay medios para ello.
- Pero si se les paga hay que cumplir con las obligaciones legales – explica el Barón de la Florida, que se ha puesto la elegante corbata con los escudos de St. John’s College, pero que no acaba de entender las explicaciones que le da el smartphone para coger la buena dirección -, porque se pasa a una situación de contrato de trabajo.
- En el rugby nos movemos siempre entre deseos y realidades – Galtzagorri y su mujer Coro llevan una especie de boinas con un escudo de leones famélicos amarillos sobre fondo rojo -, se quiere profesionalidad a coste cero pero cuando uno es voluntario y trabaja sin cobrar, pero al lado tiene quien cobra por hacer lo mismo o menos, pues se siente estafado y no entiende de leyes ni de nada, quiere que se le pague lógicamente.
- Es que la ambigüedad genera que los listos saquen provecho y a los demás de les tome por tontos -interviene Lola, la Marquesa de Altamira, que no ha encontrado nada que le gustase en la tienda de souvenirs -, lo que yo no soporto es que todo abuso siempre tiene una justificación y no hay que menear las cosas porque dejan de funcionar.
- Eso es también uno de los valores del rugby – resignadamente añade el Marqués -.
Bajo la llovizna el grupo llega al gran parque donde se han marcado diversos terrenos, unos de rugby y otros de varios deportes, alguno aburridamente británico digan lo que digan los profesores de inglés. Puntualmente, los amigos insulares que hicieron en el tercer tiempo después del test-match de la víspera ya han preparado lo necesario para la pachanga matutina, incluso las cervezas.


viernes, 9 de noviembre de 2018

LOS CORTADORES DE CABEZAS

- Cuando te placa un samoano, te enteras de verdad y definitivamente que te han placado – recuerda Imanol Hiruntchiverry de sus tiempos en que recorrió los terrenos de rugby de Francia y Navarra, cuando también le llamaban el « galán verde » - aunque ya no corten cabezas con la misma fiereza que antes.
- El suyo es un juego físico, de marcar el alma del contrario – dice el Marqués de Altamira, aliñando la ensalada de verduras con setas sobre el mostrador -, y cómo para llegar al alma hay que atravesar el cuerpo, según parece, pues tienen que marcarlo también pero son muy nobles, por lo general, luego te visitan en el hospital y se hacen un selfie contigo.
- Lo que pasa es que en Samoa no se queda nadie, si puede conseguir un contrato profesional donde sea -El Barón de la Florida deja los tacos de atún cubiertos para que no enfríen y se sienta en la mesa -, y los que no han emigrado necesitan hacerse ver en estos encuentros con la selección y por eso han abusado de una cierta agresividad, pero últimamente los equipos samoanos son hasta un poco « shoshos », que diría mi ama.
-  Los que andan por las ligas francesas, muchos han sido renacionalizados neozelandeses o australianos – Aristide Labarthe sirve el jurançon de aperitivo, antes de atacar la ensalada – pero se les nota la ancestral cultura guerrera y, si hiciéramos una revisión de tarjetas amarillas y rojas, los samoanos andarán por los primeros puestos.
- Pues los americanos no se caracterizan por su juego de encaje y puntilla precisamente – comenta Galtzagorri que ya ha acabado la ensalada y empieza a apropiarse de tacos de atún como si no hubiera un mañana -, así que, como las previsiones en rugby nunca se hacen realidad, veremos un partido de mucho juego abierto y tal.
- !Que los dioses del rugby te oigan ! - Dice la Marquesa de Altamira, repartiendo las entradas recién sacadas de la impresora -.

martes, 6 de noviembre de 2018

EL METABOLISMO DEL AZÚCAR

Al despertarse, lo primero que Ken pensó fue en matar a Barbie. La vio roncando, los hedores del alcohol pegados al cuerpo, con la blanda almohada medio cubriendo su cara y, fue una centésima de segundo, el pensamiento de llevar la almohada hasta su nariz y sostenerla allí pasó por su mente. Inmediatamente se dirigió al bano.
Kermen Navarro era conocido por Ken por su cuadrilla de amigos y, lógicamente, a su novia le llamaban Barbie, llevaban casados menos de un lustro y viviendo en aquel pueblo gris y depresivo de ella, lo de viviendo era una forma de decirlo, según Ken, era un pueblo de tabernas y tabernas, la vida era beber en una tasca, pasar a otra y beber, beber en la siguiente y así hasta que había que cenar algo en una de ellas, en una de sus mesas brillantes de tanta grasa y trapo grasiento pasado para extenderla a guisa de mantel, para luego seguir bebiendo hasta que las piernas vacilantes te llevaban en un inevitable slalom de tropezones y nauseas hacia la cama.
La noche anterior, pretextando que tenia que levantarse temprano el domingo, era ya domingo por la mañana, Ken se había escapado, dejando a Barbie, después de la cena y esta volvió a una hora determinada, se enteró porque ella le mordió, baboseando, la oreja al acostarse, siempre que regresaba borracha, y esto era cada vez mas frecuente, le mordía la oreja haciéndole casi llorar, debía ser la forma de demostrarle cariño.
Ken acabó de mear, una larga meada silenciosa para no despertarla y la olió, hay perros que detectan el cáncer oliendo la orina había leído, pero él solo olía a sidra y calamares fritos pensó. Maniobró con el pulsador para no hacer ruido al dejar correr el agua y que se llevara lo mas posible.
Preparó cuidadosamente el desayuno para los dos y tomó el suyo, dejando el de ella cubierto. Luego se duchó y se vistió con la ropa que había dejado en la entrada con la bolsa de deportes pero la bolsa había desaparecido, la buscó por toda la casa en silencio, incluso pensó en despertarla, pero no lo hizo, reflexionó dónde ella la habría metido en su delirio al llegar a casa, abrió la puerta y allí estaba en el descansillo, el perro de la vecina no había meado aun en su borde. Las amas de casa vascas ya preparaban las comidas dominicales y las escaleras se iban llenando de aromas culinarios diversos.
Al montarse en la moto, saludó a la panadera de la esquina, otra Barbie pero ésta era la Barbie trabajadora, a todas horas, todos los días, impecablemente puesta y ocupada en su negocio, el único abierto en el barrio, la apertura de los centros comerciales había cerrado todo el comercio que antes hubo. El olor a pan recién hecho le acabó de espabilar, la panadera le acercó sonriendo un pequeño croissant.
Llegó al campo de rugby, olor a rio sucio, fabricas y hierba mojada, y empezó a preparar el material para los chavales y chavalas de la escuela, era un día gris pero no llovía, hoy vendrían un par de docenas a pasar la mañana del domingo antes del partido de los mayores. Pensaba ensimismado en la historia de la Barbie divorciada, que se quedaba con la casa de Ken, el coche de Ken, la pensión de Ken, los hijos de Ken, bueno, ellos no tenían hijos... y fue haciendo una clasificación de todas las posibilidades que tenia de eliminar a Barbie definitivamente. Mientras, puso balones, petos de colores, conos de plástico, colchonetas, escudos… por el terreno y cuando acababa empezaron a llegar algunos padres y madres.


- !Qué buen aspecto tienes, Ken! -Le dijo una Barbie superficial, vestida de “running” hortera-. Se nota que Barbie te cuida estupendamente.