domingo, 26 de octubre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 31

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Esto es parte de una historia basada en un guion que aún no ha sido rodado.
La novela comienza AQUÏ CAPÏTULO PRIMERO


De vez en cuando los colegios profesionales organizan actos en los que las juntas directivas reúnen a los asociados para darse coba unos a otros. Uno de los objetivos principales de los colegios profesionales es precisamente que el ego de esos profesionales esté en buena forma, así que, por lo menos, una vez al año los colegiados se ven las caras en torno a un banquete, comida y bebida a cargo de los fondos del colegio y de los patrocinadores del colegio, en resumen los costes de estas ceremonias vanidosas los acaban pagando los clientes o los pacientes o los pacientes clientes en las facturas que les pasan los colegiados para poder pagar las cuotas y los libros o lo que sea que les compren a los patrocinadores. El colegio de la abogacía que agrupa a los abogados y abogadas guipuzcoanos no escapa a esta regla y suele acumular homenajes a sus propios colegiados con motivo de que lleven 25 años colegiados o 50 años o 75 años – ignoro si esto se ha dado alguna vez porque la abogacía quema bastante y la edad de fallecimiento, entorno a los 65 años mal contados, lo evita, aunque los abogados para percibir una pensión digna de su mutualidad deberán trabajar hasta los 100 años -. El caso es que en el Hotel María Cristina, un palacio a orillas del río Urumea, una noche prácticamente veraniega el Ilustre Colegio de la Abogacía de Gipuzkoa había convocado a los colegiados a una fiesta en la que se entregaban las placas de recuerdo por los 25 años de colegiación a aquellos abogados que habían sobrevivido ese tiempo de ejercicio, fueran machos o hembras porque la abogacía es ejercida por ambos sexos en proporciones bastante igualitarias.

Eran las 22 horas, en la  sala de banquetes del hotel, los convocados y los homenajeados junto a la junta directiva y las autoridades judiciales que son siempre invitadas a estos actos – la carrera judicial da mucha sed como se suele comprobar cuando se sirven bebidas gratis a sus miembros -, vienen a ocupar 20 mesas redondas de 6 y 8 comensales, esto es, unas 150 personas. Los asistentes que no han sido invitados a cuenta del presupuesto por la junta directiva del colegio deben pagar por estar allí, así que muchos no han traído a su pareja de hecho, de derecho o de desecho, los abogados suelen ser virtuosos de la avaricia y además asistir solos a esas cenas propicia que se hagan nuevas amistades o se consoliden otras con la ayuda del abundante alcohol y, aunque el precio de la habitación en el mismo hotel es prohibitivo, siempre se puede ir zigzagueando hasta otro lugar propicio para el fornicio festivo.

Los trajes de ellos, negros, los trajes de ellas “de noche”, esto es,  todos vestidos de gala y con menos olor a naftalina que cuando estos actos se celebran en estaciones frías. En una mesa cuadrangular que se encuentra cerca de la mesa que ocupa la decana, el presidente de la Audiencia Provincial, el Fiscal Jefe y el Decano del Colegio de Bayona – la amistad con los abogados de Iparralde hay que cuidarla -, hay placas plateadas, unas bandejas pequeñas, dispuestas para ser entregadas. La decana, una mujer que ya ha cumplido los 50 y ha adquirido las redondeadas formas de una dama con sobrepeso, vestida con el traje de noche de su prima la anoréxica lo cual es una proeza de la física aplicada – más tarde en la noche acabará en urgencias hospitalarias por una crisis de ansiedad -, se dirige a los asistentes con un micrófono en su mano izquierda y una de las placas en la mano derecha.

- Y para cerrar este acto conmemorativo, el Colegio de la Abogacía, después de entregar a los abogados con 50 años de ejercicio una placa de recuerdo y agradecimiento, quiere también reconocer a los abogados con 25 años de ejercicio con una placa que recoja este hito importante en su vida profesional…. ¡Aitor Madariaga! ¿Quieres acercarte?

Aitor  está sentado en una de las mesas más lejanas junto a Miren, se levanta, se acerca entre aplausos de los asistentes, saludando a unos y a otros, llega hasta la Decana, le da dos besos, recoge la placa y habla por el micrófono como han hecho todos los que le han precedido.

- Muchas gracias al colegio por este obsequio que además de bonito es muy útil para que los clips de los documentos no se pierdan por la mesa del despacho. Os juro que también pondré bombones de licor frescos de vez en cuando para ofreceros a todas las que me vengáis a visitar, al resto ya os dejaré que me quitéis algún clip. 

Dicho lo cual, devuelve el micrófono y regresa a la mesa, mientras la asistencia ríe y aplaude, incluso los que no han oído o no han entendido, el sonido es muy malo y lleno de interferencias, mientras la Decana sigue llamando a otros al fondo y la ceremonia prosigue durante un buen rato. Aitor se sienta, sonriendo y saludando a todos los lados, pasa la bandeja a Miren, vestida para la ocasión con el vestido que usó en la boda de su hermana pequeña en Bali hace un lustro. Miren intenta leer la inscripción grabada pero las letras se le hacen confusas así que cuando uno de los otros comensales se la pide, la pasa. En la mesa hay una abogada y tres abogados, todos más jóvenes que Aitor y que han venido sin pareja alguna con la remota esperanza de cazar pieza esa noche -dada la heterosexualidad dominante entre los asistentes y que la proporción de sola a solos es prácticamente la misma en el conjunto de la concurrencia que en la mesa, la frustración de la libido acabará siendo absolutamente mayoritaria, incluso para las que consigan copular dado que el alcohol pasará factura a todos -. Los jóvenes abogados tienen una cordial relación con Aitor y se nota en el apelativo de “Maestro” que le dirigen al expresar su admiración por la bandeja plateada, alpaca pulida de la tienda de trofeos deportivos local.

- Gracias, gracias – Aitor responde en general y musita al oído de Miren -. Otra cosita más, para recordarme que me voy haciendo viejo.

- ¡Vaya mierda! De puta alpaca ¿Y tú?... – Miren le responde al oído pero su voz es lo suficientemente alta para que se oiga hasta en alguna mesa de al lado - ¿No puedes parar de hacer el ridículo? ¡Que darás bombones de licor a las que te visiten! ¿Te creerás gracioso? Y todas las momias riéndose ¿A cuántas les has bajado las bragas?

- Te están oyendo los demás, cariño, no me llames idiota en público, solo hazme una seña y lo entenderé enseguida.

El volumen de voz de Aitor, tono grave, hace que sus palabras suenen amenazantes, incluso para Miren que vuelve a hablar en su volumen audible para el entorno.

- Estás muy guapo con esa corbata de seda italiana, no me extraña que a más de una se le esté cayendo la babilla... del coñete ¡Guapito!

- Creo que te estás pasando otra vez, mejor nos vamos de aquí.

El resto de la mesa ya no disimula que está incómodo oyendo el diálogo que siguen sin perder un matiz.

- Vayámonos, tienes razón, que tus amigos son unos sosos y ésta de aquí al lado solo sabe hablar de juicios y sentencias… ¡Qué horror de cena me están dando!

Como si nadie hubiera oído, el veterano abogado sonríe.

- Bueno, chicos. Los abuelos nos tenemos que retirar, que mañana tenemos que madrugar…

- Te tendrás que retirar tú, carcamal, que yo me quedo al baile de después, que toca la Oreja de Van Gogh y a mi me molan… 

Esto lo dice Miren como saliendo de una burbuja que hubiera envuelto a los dos durante el intercambio anterior.

- No os podéis ir ¿Has oído a tu mujer? Bueno, a tu novia ¡Quedaros! Si tú siempre has empalmado hasta el amanecer. Predica con el ejemplo, gudari – dice el más grandullón de los jóvenes - ¿Quién es el ganador del tercer tiempo, tarzán? 

Arqueando una ceja y con una expresión jovial Aitor coge la botella de cava del centro de la mesa y la vacía en una ronda por todas las copas, acabando la botella en la de Miren que era la única vacía del todo.

- Perdonad esta interrupción, ha sido una interferencia, claro que nos quedamos.

Cuando se sienta, haciendo seña a un camarero para que acerque otra botella, Miren le dice en voz baja pero alta.

- A ver si te aclaras ¿Nos vamos o nos quedamos?

- Esta noche nos quedamos, mañana... los dioses dirán.

Y más tarde en la noche se hizo una pista de baile entre las mesas, algunas desaparecieron, otras se pusieron contra los muros, un conjunto de músicos se instaló a un lado de la sala, parte de los asistentes fueron desapareciendo pero aparecieron otros y, sobre todo, otras que no habían estado en la cena pero que, evidentemente, eran también abogados, quizá asustados por el precio de la invitación.

Hay gente bailando, menos de la mitad de los que están por la sala, el resto está sentado formando círculos o de pie entorno a la pista con aire escrutador y equilibrio oscilante, Aitor y Miren bailan desaforadamente, Aitor haciendo el payaso con saltos y piruetas, baila francamente mal, no tiene sentido del ritmo, Miren le sigue el juego hasta que se aparta un poco y se sienta en una silla junto a una de las mesas, donde está sentada la misma abogada que estaba durante la cena con ellos. Miren coge una copa vacía y le pide por señas que le sirva con la botella que la joven letrada tiene a su lado, ésta sirve hasta los dos tercios del recipiente. Miren se levanta y coge la botella de cava para llenarse hasta el mismo borde y un poco más, bastante más porque el mantel se encharca mientras habla.

- La copa hay que llenarla hasta el borde, niña, la copa es la vida, hay que llenarla hasta el borde…siempre hay una última gota demás y entonces todo se desborda… porque la copa no es tan grande como es necesario…

Bebe toda la copa y se dirige como puede de nuevo hacia la pista de baile, consigue llegar sin caerse hasta abrazarse a Aitor.

...//continuará//...

jueves, 23 de octubre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 30

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Este texto forma parte de un relato basado en unguion que no ha sido rodado.
La historia comienza AQUÍ


Miren es cliente del salón de peluquería de Paulina, un pequeño negocio que da trabajo a la empresaria y a una empleada. Bien situado en el centro de Hernani, las instalaciones modernas y funcionales atraen a una clientela local que prefiere la comodidad de la cercanía, una calidad reconocida y unos precios competitivos frente a los de los salones de Donostia, en los que el coste del inmovilizado repercute sobre los precios de forma inevitable.

Un anochecer lluvioso, el “sirimiri” que oscurece la escasa luz de la villa, Miren está en el salón de peluquería “Paulina”, el rótulo comercial es “Pauline’s” pero nunca ha sido reconocido por el público, siendo atendida por la propia titular mientras la otra peluquera está lavando a una cliente, la empleada es Amaia, más joven, apenas 20 años.

- Te queda genial el pelo así, Miren. Muy bien, no necesitas un color más claro – habla en alto Amaia, desde la zona de lavado al fondo del local -.

- Ya veremos si le gusta al otro o, al menos, si se entera – Miren pide la complicidad femenina -, que a veces ni se da cuenta si me he teñido o no, que él va a lo suyo y nada…

- Mi novio es peor, me compro un vestido en las rebajas, una monada, me lo pongo el sábado para - salir, le pregunto si le gusta y solo me dice ¡Para lo que te va a durar encima!

Las otras 3 se ríen con el relato de Amaia, mientras Paulina pone un espejo de mano por detrás para que Miren se vea completa la cabeza en el gran espejo y le comenta:

- Creo que ya he acabado ¿Qué te parece?

- Bien, muy bien... mañana voy a primera hora a una agencia inmobiliaria para ver un local…

- ¿Aquí en Hernani o en Donostia? - Paulina pregunta a Miren -.

- Aquí, en mi barrio

- ¿Qué negocio quieres poner?

La peluquera pregunta, Miren se ajusta el impermeable y busca el paraguas que está oculto, es un pequeño plegable, entre los otros. 

- No sé, no lo tengo pensado pero algo tengo que hacer…

Busca en el bolso el billetero saca el precio justo sin preguntarlo y lo deja en el pequeño mostrador donde hay una caja registradora y una bandeja, luego introduce monedas en un una hucha, un pequeño cerdo de barro pintado de rojo. Mira hacia la calle, la lluvia desanima para salir fuera pero tiene que hacerlo y no confía que el paraguas sirva de mucha protección para su peinado. 

- Pues no pongas ni un bar ni una peluquería, guapi, que ya tenemos todos las que caben en este pueblo – Amaia vocea por encima del ruido del secador -.

- ¿Para qué tienes que hacer algo? - Paulina ha terminado de barrer el suelo y limpiar el sillón y la superficie de trabajo que ha empleado con Miren-. ¡Con lo que te sacaste en el divorcio y con un novio rico! ¡Qué culo inquieto el tuyo!

- Ni es rico ni nada y ni quiero ser una mantenida. Vamos a tomar algo y te cuento.

Paulina coge su impermeable, se retoca con laca su pelo, mete el dinero en la caja registradora y le dice a su empleada:

- Cierras tú, que yo no vuelvo y mañana estás sola todo el día…

- Es verdad, que te toca desconexión.

Miren ha oído el intercambio y pregunta:

- ¿Desconexión?

Es Amaia la que responde, ya ha terminado con la cliente y está cobrando.

- Esta golfa, cada 10 ó 15 días desaparece un día entero… que necesita una jornada de desconexión y se va por ahí ¡Vete a saber dónde se mete! Con el querido, que ahora a eso se llama desconexión…

- Ya me gustaría poder hacerlo cada dos semanas, si me voy una vez al mes, ya es suficiente ¡Coño! Y además, lo que tú disfrutas de jefa aquí y haciéndole a ese gorila que tienes de novio cortes de pelo de macarra de Lasarte… ¡Adios y que te den!

No muy lejos, bajando un poco la cuesta de la calle hay una cafetería, un poco pastelería, limpia, de muebles claros, que no huele a vino avinagrado sino a café y a dulces. Miren y Paulina no tienen sitio en las mesas, todas ocupadas pero la barra está vacía, detrás de la barra una mujerona navarra con un piercing que le atraviesa la nariz y vestida de seguidora de Iron Maiden atiende muy bien a la clientela exclusivamente femenina que ha dejado a los niños al otro lado de la cristalera bajo la lluvia.

Paulina pide un café con leche y Miren un vino crianza de Rioja, la cafetería solo tiene una botella de tinto y es un Marqués de Cáceres.

- Ya me contarás qué es eso de la desconexión, que yo no sabía.

- Ni tú ni nadie, pero ésta es una bocazas, coño. Ya sabes cómo es este pueblo, entre el monte – Paulina se pone la palma de una mano delante de los ojos a la altura de la nariz -, y la txapela - se pone la otra mano en visera en la frente -, aquí no hay horizontes y yo me he dado cuenta que necesito horas para mi sola y ver el horizonte. Me voy unas veces a Bilbao, otras a Biarritz, otras simplemente a Donostia, me dedico unos cuidados, que si unas compritas tontas, que si una sesión de spa… y así, o al cine, a ver una película de romanticismo… desconexión, desconexión… es el yoga que me permite vivir en este puto rincón.

La voz de Paulina va cambiando del tono de enfado con el que ha iniciado la explicación al tono jocoso y alegre in crescendo hasta la vuelta repentina al agrio “puto rincón” que provoca un silencio momentáneo, una pausa valorativa, en Miren

- ¿Y Bernat? ¿Qué dice?

- Lo comprende y le parece bien porque no le doy explicaciones, ninguna, además le traigo un regalito de vez en cuando, que si un libro de cocina, que si una especia africana, que si una camisa…

- ¿Y el querido? - La ironía es patente en la pregunta de Miren -.

- ¡Vete a hacer puñetas tú también! Esto de la desconexión es un secreto y si deja de ser un secreto se me va a llenar el coche de gente y voy a tener que fletar un autobús para llevar a todas las desconectadas... o sea que no se lo digas ni a Maddi ni a Aitor ni a nadie.

 SIGUIENTE CAPÏTULO

lunes, 20 de octubre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 29

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Esto es parte del argumento literario de un guion que no ha sido rodado.
La historia comienza PRINCIPIO DEL CUENTO


Bayona es una ciudad agradable, ese cruce de ríos y caminos, de Gascuña y Euskalherria, de Francia republicana y de folclore español, tan cerca del ñoñostiarrismo afrancesado que le visita en rebajas y tan lejos de la moda parisina que se asoma en Galleries Lafayette, antes “Aux Dames de France” pero Aitor no puede hoy apreciar Bayona, una vez más se dirige las oficinas de las Finances Publiques, justo a las 12 del mediodía  “¡Esta mujer no come!” en el despacho de la Inspectora de Impuestos que no ha cambiado, la foto del presidente de la República Francesa en la pared “¿Se parece un poco a la Inspectora? ¿Serán de la familia? Como las francesas pierden sus apellidos al casarse, nunca se sabe”, estanterías con libros y un par de expedientes, mesa con un expediente… los papeles parece que están disminuyendo en la decoración,  detrás de la mesa una silla de director con Emma sentada, vestida de traje, blusa abierta, collar de perlas, pendientes llamativos, peinado nuevo, delante de la mesa Aitor está vestido de traje y corbata sentado en silla de visita y otro, su colega el abogado francés, sentado también pero sin ninguna comodidad, es evidente que este último está deseando salir del sitio.

- Je crois qu’en l'état des éléments que nous avons dans le dossier,  le dossier est  terminé, mais vos investigations se poursuivent sans repos…  - cuando Aitor habla en francés, se le pone voz de colegio de  jesuitas, el acento español no suena mal pero se percibe que tiene algo de niño que recita la lección en clase francés -.

- Je ne pense pas, le dossier n'est pas terminé. Il y a encore des éléments dans ce dossier. Je ne souhaite pas forcément rentrer dans le détail, mais effectivement, peut-être…  - Tajante, como si el abogado español hubiera entrado sin permiso en sus dominios, la inspectora habla -. En tout cas, il y a des actes importants qui seront faits et qui je l'espère, permettront d'avancer vers la vérité. Du calme, maître, du calme…

El abogado francés teme que su colega español no conoce el poder y la eficacia del Servicio Francés de Impuestos y además, para eso cobra también, tiene que intervenir.

- Mais la vérité est que il n’y a pas d’abus de droit fiscal, qu’il y a une bonne foi sans tache et que les chiffres en question sont de plus en plus réduites, même ridicules. 

- C’est à moi de juger et je n’arrive pas à être satisfaite par les justifications données.

La Inspectora quiere meter presión a la defensa del contribuyente, aunque es consciente de que el Fisco tiene más interés en obtener un pago asumible por la empresa que en establecer una cuantía defraudada que no sea asumible y que pueda llevar a que detenga su actividad en Francia con pérdida de futuros ingresos fiscales y perjuicios al reducido tejido industrial de la región, donde el turismo de masas y la especulación inmobiliaria están ganando su batalla contra las iniciativas locales de establecer una estructura económica que retenga a la población en el país.

- La satisfaction est toujours très subjective.

La voz de Aitor tiene un matiz de ingenuidad que deja evidente una cierta ironía. Emma se pasa a hablar en español, español de la buena Educación Pública francesa, de las clases que recibía de la Señorita Martínez en la escuela municipal con citas de Lorca, diapositivas de Picasso e invitaciones a conocer Murcia... y después en el Liceo, con el Señor Santiago y sus explicaciones apasionadas y teatrales, el profesor había nacido en París, sobre la tauromaquia, el campo charro, Unamuno y la Salamanca que sus padres le habían metido en el corazón. 

- No me gusta nada ese comentario y retírelo.

- Habla Ud. muy bien el español y no había segundas intenciones en mi comentario.

- Muchas gracias, estudié español en el liceo y no me atrevo a practicarlo mucho…

- Eso se puede remediar inmediatamente ¿Viene Ud. a comer con nosotros? - Aitor estaba esperando la ocasión, tenía ganas de conocer la persona que había dentro de la coraza de funcionaria jacobina que parecía armada de bayoneta en cada encuentro -.

- Non, merci. On verra si,  après la conclusion du dossier de vôtre client, vous aurez envie de m’inviter à ce repas.

La vuelta al francés cerró la pausa de relajo.

- On verra bien, je suis sûr…

Y Aitor con su colega se dirigió a la puerta inmediatamente.

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viernes, 17 de octubre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 28

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Esta cena forma parte del desarrollo literario del argumento de un guion que no ha sido rodado.
Esta crónica de Hernani comienza Principio


Debe ser viernes porque está lloviendo lo que no ha llovido en toda la semana, Aitor está en una sociedad gastronómica, gran cocina abierta sobre una sala en la que hay mesas alargadas con bancos corridos, la mesa más próxima a la cocina tiene 8 vasos puestos y una panera con pan cortado.  Bernat, con un delantal, cocina en una de las esquinas de la estufa, ésta es como la de un restaurante con 16 fuegos y 4 hornos, Aitor, vestido de vaqueros y camisa a cuadros, va y viene de la cocina a la mesa, sacando cubiertos, platos, servilletas etc. , también trae botellas de vino de una bodega situada en un lado más lejano del comedor, como un pinche obediente del maestro cocinero, mientras habla. 

- Iba borracho como un jugador de rugby, me dijo el imbécil, por el decano de la facultad y me molestó. Esa es la imagen que tenemos del rugby desde dentro y desde fuera. Que el rugby está muy vinculado a disfrutar del alcohol.

Bernat no se vuelve de los fuegos para contestar.

- En el rugby se habla de lo que se bebe, se escribe sobre el tema y se discute en busca de soluciones...a diferencia de lo que sucede en otros deportes en que sus practicantes beben tanto o más que los del rugby.

Aitor está descorchando una botella de vino tras otra, hasta cuatro, que va poniendo en la mesa.

- Bebemos demasiado, bebemos demasiado, somos lo que somos, alcohólicos sociales, es inevitable en nuestras costumbres, beber…

- Más vale ser borracho célebre que alcohólico anónimo.

- Cada vez soporto menos las borracheras y las borracheras de los amigos.

- Yo bebo hasta un cierto punto, nunca me paso. Yo controlo. El vino hay que degustarlo.

Llegan mojados los dos primeros comensales Lánder y otro, Dunixi, de aproximadamente la misma edad, Aitor siempre es el más viejo del grupo por unos diez años. Mientras se quitan los impermeables y sacuden los paraguas, Lánder saluda.

- Kaixo!  ¿Qué tenemos hoy para degustar? ¿Qué nos ha preparado el michelín estrellado nuestro?

- Unas sardinas en aceite de la mejor calidad con ensalada templada de espinacas,pimientos, garbanzos y queso feta. Tostas con salmón ahumado aderezado con eneldo y un plato principal de  salteado de setas y gambas con patata cocida. Tabla de quesos y, de postre, solo unos pastelitos financieros. Como sabía que se te iba a olvidar el jabugo…

Lánder se golpea la frente ante el acertado comentario de su amigo.

- Yo estoy abriendo unas botellas de un tinto navarro ligero para acompañar – dice Aitor -.

Dunixi comenta a los otros que el el menú es un menú de alimentos ricos en calcio: sardinas, espinacas, quesos… y Bernat explica.

- Es que mi mujer me dice que me falta mucho calcio y que a vosotros también.

Llegan los otros 4 comensales, igualmente sacudiendo agua, Javier, Tominejo, Rigor y Mariel se van sentando, empiezan a picar sardinas y a beber vino, en la mesa Bernat queda el que más cerca de la cocina y Aitor enfrente de él, se oye hablar de la Real Sociedad y de fútbol. También llegan más cuadrillas que saludan, preparan su cena en la cocina y ocupan otras mesas. En la mesa de Aitor, éste se ha quedado al lado de Lánder en una esquina apenas interviene aunque escucha lo que le dice Lánder.

- Poeta, últimamente te veo con una sonrisa triste, creo que te voy a llamar el Marqués de la Sonrisa Triste. Bebe un poco ¡Que Ud. No me bebe nada y se me va a poner enfermo

Como respuesta, Aitor bebe de un trago su vaso y se sirve otro, lo que atrae la atención de Bernat que estaba discutiendo sobre el juego d ella Real Sociedad, sentado enfrente de Aitor, los dos cocineros están en el extremo de la mesa más cercano a la cocina.

- Déjale, déjale, que está preocupado por lo que bebemos en este pueblo. No sabe apreciar la suerte que tenemos aquí que las mujeres beben tanto o más que los hombres, así que no se cabrean como en Donostia si llegas un poco mamado a casa, porque ella está tanto o más que tú.

- Es que a mi me gusta el vino, me gusta apreciar lo que bebo... y pasear calle arriba, calle abajo, de bar en bar y tal, es algo absurdo, ya sé que no se bebe por beber, sino por estar con los amigos y tal, pero, al final, acabamos a cuatro patas un día tras otro.

Bernat reacciona un poco mosqueado a este comentario de Aitor

- Eso no lo dirás por mi ni por mi mujer. Paulina y yo no vamos a casa a 4 patas, quizá el morro un poco caliente, tú, si tienes un problema en tu casa, lo arreglas en tu casa, como hacemos los demás.

Lánder reacciona a este comentario, diciendo.

- No seas borde, tú también. Aitor tiene su razón y expone un problema sin remedio, somos alcohólicos sociales, no sabemos estar juntos sin beber y ya es tarde para hacer otra cosa, no somos musulmanes ¿Has visto en Marruecos como están? Sentaditos con su té delante, de charleta, dándole una calada de vez en cuando al narguilé o al porro…

- Y al final tan pedos como nosotros – corta Bernat -, y con la mujer en casa esperando para pasarle la factura por haberla dejado sola…

- Cuando éramos jóvenes, matábamos por follarla y ahora matamos porque ella no quiera follar esta noche – Ironiza Lánder -.

- No te entiendo, a mi la mía, me gusta – dice Aitor-.

- A mí también me gusta, hombre – asiente Lánder -.

- Maddi es una gran mujer.

Aitor lo dice y provoca una sonrisa de Lánder y una palmada cariñosa en la espalda.

- El que no entiende eres tú, a mi me gusta la tuya, Miren.

El tercero en la conversación, Bernat, también se ríe y señalando con un movimiento de barbilla a Lánder dice:

- Este es un masoquista, la verdad es que lo tuyo Aitor tiene mérito, porque tendrá sus cosas buenas, que las tiene pero… ¡Aguantar lo que tú le aguantas!

Lánder que se ha bebido mientras un par de vasos de vino llenos hasta el borde baja la voz para relatar:

- Lo que aguantamos todos, yo, cuando me casé con Maddi bajo aquel pino del Adarra, porque yo me casé bajo un pino del Adarra, la primera vez que hicimos el amor bajo aquel pino del Adarra, y yo estaba allí, por fin, poseyéndola y, a la vez, pensando que me estaba equivocando, que aquello era el mayor error de mi vida, que me estaba metiendo en una etapa de la que no sabía ni el recorrido ni la meta…

- Y nueve meses después, el niño, el cabezón ése. Y luego dos más… menuda etapa la tuya – con alegría comenta Bernat -.

- Y la quiero, y la sigo queriendo, pero cuando paso junto a aquel pino – Lánder sentencia -,, siempre pienso, aquí me ahorqué y aquí me colgaré un día.

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lunes, 13 de octubre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 27

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Este texto es parte de la trasformación de un guion que  no ha sido rodado.
La historia que se relata comienza AQUI


Después de comer, Aitor ha salido corriendo a coger el tren de cercanías para ir a trabajar, Miren se sienta en el canapé, delante de la televisión, busca un programa que le acompañe en la siesta, hay series pensadas para ello, cuando se siente más deportiva pone algún torneo de tenis. 

Cuando acaban los anuncios, el volumen del sonido parece bajar y la aburrida música que identifica la serie comienza. En ese momento, sucedió. Una suave luz azul que convirtió el frío, la lluvia y la oscuridad del exterior en nada llenó toda la habitación. No fue como un relámpago, sino un silencio sepulcral que descendió del cielo. Miren vio la gran figura alada que se alzaba en medio de la luz. 

Se oyó una voz, profunda y melodiosa, pero sin juicio alguno. Era el arcángel Gabriel, y llamó a Miren.

- Miren. Josheren alaba. Paulinarekin duzun harremana amaitzeko unea iritsi da. Zure arima bi zati berdinetan zatitu duzun aukera da hau, eta gure Jaunak badaki bi etxe ezin direla fundazio batean eraiki."

- ¿Qué dice señor ? - susurró Miren, sin querer arrodillarse en el suelo-. Amo a Paulina, pero Aitor... él es mi vida. No se está usted liando con el euskera.

El arcángel Gabriel no cambió su mirada, pero el tono de su voz transmitía una orden, tan fuerte como la ley del cielo.

- Miren, zure familiaren aginduz etorri naiz. Aitor zure bikotekidea duzu, eta harekin duzu konpromisoa. Hemendik aurrera, emazte on baten moduan portatu behar zara, zure konpainiaren goxotasuna eta zure leialtasunaren indarra eskainiz -.

- No entiendo nada, hace unas semanas me decías de volver con Albert y ahora que debo follar más con Aitor porque se va a ir con esa zorra de Paulina… Será humor judío lo tuyo. Creo que no controlas el euskera, mira que yo que llevo aquí toda la vida, la cago con el « nork, nori, nor » muy a menudo.

Gabriel se acercó un poco más, y sus palabras resonaron en los oídos de Miren, no como una condena, sino como una responsabilidad ineludible.

- Baina entzun ondo: zure bekatua ez da ezkontza-gelatik kanpoko pasioa bakarrik. Zure bikotekide Aitor alde batera utzi duzu. Harekin hasi zenuen bizitzara itzuli behar zara, eta harekin zoriontasun osoa berreskuratzen ahalegindu. Zure gorputza haren senarra da, eta Aitorrek eskatzen dituen nahiak eta beharrak asetu behar dituzu, zuen lotura berriro sendotzeko. Bihurtu berriro haren emaztea, osotasunean, Paulinarekin duzun harremana eten eta gero.

Las palabras del arcángel fueron precisas, seculares y esotéricas a la vez. Miren se puso de pie; la luz era tan intensa que no podía ver nada, pero lo veía todo.

- Mira, Gabriel de los cojines, yo no estoy liada con Paulina, las tías no me van aunque me chupen la almeja y Paulina puede que le esté soplando la poya a Aitor, lo que es una pérdida de tiempo porque es un inútil en la búsqueda del punto G con la lengua o sea que nunca le va dar la recíproca. Y lo que hagamos los tres es cosa nuestra y no de las alucinaciones de la siesta… no debía de haber preparado el revuelto de setas a prisa y corriendo… quizá alguna de las shishas no era tal.

- Hablo en euskera, el idioma local, para que captes bien el mensaje divino y no entiendes nada, ya lo decía mi madre, los arcángeles también tenemos madre judía, que el vascuence es la lengua del diablo y solo sirve para hacer aquelarres desde tiempos de los neandertales o así. Bueno, que lo sepas que Paulina y Aitor te están poniendo los cuernos.

- ¡Que te den, mamón ! Y no digo nada más porque no soy antisemita ni con la apariciones.

La luz, tan rápida como había llegado, desapareció aún más rápido. La sala volvió a quedar a oscuras, fuera la lluvia arreciaba y no dejaba pasar apenas luz, solo se oía el sonido del aparato de televisión, y en el suelo no había señales de que hubiera sucedido nada. 

Miren no siguió con la siesta. Respiró hondo, y en sus ojos, en lugar de duda, había un destello de determinación sombría y triste. Sabía lo que tenía que hacer, aunque fuera la decisión más difícil del mundo.

- Tengo que ir a la peluquería, tengo los pelos que parezco una hiena del Sinaí, si en el Sinaí hay hienas.

Y cogió el teléfono para pedir hora en la peluquería de Paulina.


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sábado, 11 de octubre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 26

Imagen generada por IA
Este texto forma parte de una novelización de un guion de largomentraje que no ha sido rodado por ahora.
La novela comienza PRIMERA SECUENCIA



Al día siguiente Aitor, después de la comida en el restaurante Zuberoa al que se desplazó en el coche del funcionario de la Diputación de Gipuzkoa, cogió el tren de cercanías para regresar a Hernani, Aitor se sentó una vez más en el lado de la ventanilla, leyendo un libro electrónico, sonriendo de vez en cuando. A su lado está sentada la misma joven de unos 20 años de edad con la que ya había coincidido y que habla con la otra joven de su misma edad, sentada enfrente. Mientras hablan, inclinándose ambas hacia delante, las dos escriben en sus móviles sin parar.

- Tengo una cosa secreta para contarte pero júrame que no se lo vas a decir a nadie.

- Ya estás con tus cosas. Que todo lo que me cuentas, no se lo digo a nadie. Te juro que me lo guardo para mi.

- Mi prima Yolanda tiene novio de nuevo y en la empresa le han puesto de secretaria del gerente.

- ¿Se ha liado con el director o qué?

- No, el novio es su profesor de baile, se ha enrollado con el cubano ése tan guapo que da las clases de salsa.

- ¡Vaya con Yolandita! Le van los morenos ¿De éste tienes foto?

- No, de éste tengo un vídeo… - Le muestra el móvil -, le pone la salsa en la cara… y además ella se la traga.

- ¿De dónde sacas tanto porno? - dice riéndose -.

- Del grupo en whatsapp de madres de la ikastola. que mi madre me reenvía a veces los que le hacen gracia, pero lo de Yolanda y el salsero es verdad, pero secreto secreto, no se lo digas a nadie, que en el pueblo no lo sabe nadie.

- Callada y punto en boca

Aitor, que ha oido todo inevitablemente, les pide paso, ambas le dejan pasar pero cuando el tren se detiene y abre las puertas en el apeadero de Hernani,  ellas se levantan apresuradas una vez más y también descienden con él.


.../CONTINUACIÓN Aquí

jueves, 9 de octubre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 25

Este texto es parte de un guion que nunca fue rodado y la historia tiene su comienzo AQUÍ

 Bayona podría ser una ciudad más bonita de lo que es, pero los arquitectos franceses tuvieron una época creativa en la segunda mitad del siglo XX en la que recurrieron al hormigón blanco en bruto para las fachadas, sobre todo en los edificios institucionales, entonces parecían feos pero el respeto a Le Corbousier hacía que no lo dijéramos en voz alta, hoy son feos y deteriorados pero los arquitectos franceses continúan imitando a aquel profeta del cemento y de la fealdad.
(Imagen generada por IA, no se parece mucho a Baiona pero sí al paisaje urbano de muchos rincones franceses que fuero bellos)

Las oficinas de la Hacienda francesa están en un edificio que tiene la suerte de estar escondido entre otros, detrás de la Poste, un edificio entre funcional e industrial. El despacho de la inspectora tiene foto del presidente de la República Francesa en la pared, estanterías con libros que nadie lee y expedientes que acumulan polvo, la mesa con muchos menos expedientes que la vez anterior, detrás de la mesa está sentada Emma, vestida de traje, blusa abierta, collar de perlas, delante de la mesa Aitor vestido de traje y corbata sentado en silla de visita y otro, abogado francés, vestido con un traje de Eden Park y sin corbata sobre la camisa rosa está sentado en otra silla que cojea y que mete un chasquido cada vez que éste se mueve y se mueve muchas veces. Los dos abogados atienden a la funcionaria que se dirige a Aitor principalmente.

- Selon vous, il s'agit des insuffisances, omissions ou inexactitudes dans les déclarations  ou la liquidation de l’impôt qui se traduisent pure et simplement par un supplément d'impôt mis à la charge de votre ami.

- Vous savez ? C’est comme un brouillard tombé, total et opaque, qui peut changer le cours des vies. Mon client se réveille après un long sommeil d’amour pour une comptable et ne découvre ce problème qu'à son réveil.

El abogado francés se revuelve en su silla ante la salida poética, ha sido un recitativo de Aitor en plan catedrático reconocido de derecho fiscal.

- Le réveil c’est moi et c’est un peu trop tard pour s’excuser et essayer de régler la manque de volonté de s’acquitter aux impôts… 

Emma está impasible y toma una notas en un cuaderno, Alain interviene.

- Il a payé une chiffre forfaitaire, même avant de comprendre qu’est ce qu’il arrivé. Et on est en train de collaborer avec vous pour établir la quantité à satisfaire - Emma y Aitor se miran y sonríen mutuamente - ...je vous disais en fait que quoi que vous fassiez dans votre vie, il y aura toujours des gens qui ne seront pas d’accord avec vous. C’est comme ça et il faut l’accepter. Par exemple, ça peut être lié à la gestion de l’entreprise et son expansion… 

Aitor se apoya en esta intervención

- Je vous en prie de bien vouloir regarder les explications comme un histoire et pas uniquement comme des justifications tardives à un tort commis… 

La inspectora cierra su cuaderno y cierra el expediente.

- Je ne vous promets rien, mais il faudra que j’étudie profondément cette nouvelle exposition des faits. Aujourd’hui c’est fini, je vous appellerai avec mes conclusions.

Después de despedirse, los dos abogados salen a la calle, a Alain le gusta hablar en español y aprovecha que Aitor está pensando en sus cosas para cambiar a esta lengua.

- Ha insistido en que tú vinieras conmigo. He notado un cambio. Me parece que su ascenso le ha sentado bien -  Aparte de las erres que pronuncia a la francés, el acento francés de Alain no es muy marcado -.

- ¿Qué ascenso?

- La han promovido a París, a un puesto en la Dirección General… supongo que eso será bueno para su carrera pero vivir en París no se lo deseo a nadie.

- Pasar de cabeza de ratón a cola de león – Aitor intenta encontrar el dicho equivalente en francés ante la extrañeza de su colega -, Pasar de ser el cura del pueblo a un obispo más en Roma o algo así... Bueno, parece una tía ambiciosa y que sabe lo que quiere. Ahora lo importante es que se convenza de que no se ha defraudado y de que se ha pagado mal por error simplemente, que se pagó en Gipuzkoa lo que se debió de pagar aquí.

- ¿Tu amigo de la hacienda de Donostia le habrá llamado para explicarle?

- Supongo que sí porque me ha hecho invitarle a una comida en el Zuberoa para explicarme las gestiones que ha hecho ¿Cuándo se irá ésta a París?

 -Sospecho que en cuanto cierre nuestro expediente, debe ser de los últimos que le quedan. 


.../continúa SIGUIENTE SECUENCIA/...