- He estado viendo a Nadau, el grupo gascón, en un concierto en Mont de Marsan – dice Aristide Labarthe en el comedor del hotel rural de Lecina mientras coge la cerveza que le han reservado -, fue bastante divertido, ya sabéis historietas de abuelos cabreados en el culo campesino del mundo y que no entienden a los de la ciudad ni a los jóvenes.
- Yo suelo ponerme a Oskorri cuando vuelvo de vacaciones hacia Euskadi – dice El Barón de la Florida al que el neopreno le ha dejado unas marcas azules en los ángulos del cuello -, al salir de la Costa Brava, mis hijos no lo soportan, pero atravieso los Monegros cantando hasta Olite, en que cambio a Benito Lertxundi…
- ¿Cantando? Desafinando, más bien. Esos grupos parece que tienen los mismos compositores todos – dice el Marqués de Altamira cortando longaniza entre las jarras que se multiplican sobre la mesa -, no sabes si las melodías son gasconas, vasconas, galegas, bretonas…. Y las letras son las mismas desde 500 años antes de Cristo o así...
- Pues a mí me gustan – Aristide ha acabado su jarra y le indica al alcalde del pueblo, patrón y camarero del local, que ponga otra ronda -, las tradiciones que se pierden me tocan en mis raíces y esta gente que las mantiene y las actualiza para que no se pierdan, es gente que me maravilla.
- Yo tengo que confesar que he llorado alguna vez oyendo a la Ronda de Boltaña en unas fiestas de pueblo – Jon Galtzagorri confiesa desde la mesa de al lado, donde ha extendido la cartografía de los días de barranquismo que les esperan -, y que no puedo ponerme mermelada de mora en las tostadas del desayuno sin una lagrimita en el ojo.
- Lo que te pasa es que eres un abuelo, un abuelo pervertido pero un abuelo – Imanol Hiruntchiverry habla y expande el olor a todo el linimento que se ha puesto después de la ducha para recuperar algo del calor corporal que las aguas del río Vero le habían quitado -, y esas canciones te hacen recordar un pasado que nunca tuviste y que es en realidad el pasado que tampoco tuvieron tus abuelos pero que entre unos y otros nos hemos inventado…
- Vosotros los “modernos” – Aristide intenta parecer sardónico mientras engulle longaniza -, sois capaces de querer acabar con la cultura popular sin tener en cuenta todo el daño que se hace a quienes viven en esos pueblos despoblados.
- Si están despoblados, no serán muy populares – precisa el Marqués de Altamira recogiendo las jarras para permitir que el polifacético hostelero limpie la mesa e instale la vajilla de la inmediata cena -, además llamar cultura a cazar pajarillos o a destripar herbívoros con cuernos me parece una burla ¡Que no es cuestión de moderneces sino de humanidad!
- También quieren prohibir la alimentación forzada de las ocas para obtener el foie gras -Hiruntchiverry se suma aparentemente al tradicionalismo nostálgico -.
- Con el debido respeto a las ocas – Galtzagorri se pone solemne plegando los mapas -, lo del foie gras que no me lo toquen, que no me lo toquen, que yo puedo hacerme vegetariano, vegano o comedor de algas como un pez colorado pero el jabugo y el foiegras son sagrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario