Laurenti Beria (1899-1953) fue un personaje histórico cuya biografía es fácil de localizar en la red. Y que ha pasado a ser el prototipo del responsable de la “Inteligencia” del Estado. Beria puso toda su capacidad e inteligencia al servicio del stalinismo y, por ello, a la muerte de Stalin era el mejor colocado para sucederle pero cayó y murió durante la lucha por la sucesión en el poder de la URRSS.
No sé por qué la estructura soviética me viene a la cabeza cuando me acerco al sistema jurídico del futbol español con sociedades anónimas que son las dueñas de la actividad mientras que los seguidores, abonados y clientes no participan en el poder empresarial, el consejo de administración, que es el fundamental en ese extraño negocio.
Cuando observo las caras que han accedido al Comité Ejecutivo, digo al Consejo de Administración, de la Real Sociedad SAD no veo la cara de Stalin pero quizá la de Malenkov, la de Molotov, la de Bulganin... sí y la de Beria también o quizá la que más se ve pero no está directamente como miembro del Consejo, no quiere que los disturbios derivados de la situación del primer equipo le sean reprochados.
Curiosa situación de quien ansía el reconocimiento social, su sitio al sol donostiarra, y sin embargo no da el paso de asumir el primer puesto.
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Hay una extraña historieta sobre la muerte de Beria: hay quien sostiene que en junio de 1953 logró huir de la URRSS y se refugió en España en la finca de una familia de la aristocracia emparentada con su mujer pero Franco lo entregó a Kruschov a cambio de la liberación de los prisioneros de la División Azul y así fue ejecutado -antes o después de su juicio, detalle intrascendente en las dictaduras-, por sus camaradas.
1 comentario:
Siempre me ha impresionado la memoria histórica que almacenas.
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