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La última jornada de la Liga y todo por decidir.
Ordizia puede agarrar el último vagón del último tren que pasa por el apeadero –dice
el Marqués de Altamira eligiendo el churro que se encuentra al lado del más
pequeño entre los que acaban de traer a la mesa-, y disputar los cuartos de
final, fuera pero a un solo partido y…
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Si os sale el partido de vuestra vida. Ya se
pueden tomar los chicos unas tilas, por cierto –Jon Galtzagorri sorbe el
chocolate a temperatura de colada de acero como si fuera gin-tónic nocturno-,
que hay regalos que no se pueden hacer a estas alturas de la competición.
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| Español: Chocolate valor con churros. (Photo credit: Wikipedia) |
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Hernani, no me atrevo a decirlo para no ser gafe
–el Barón de La Florida está solicitando a la vez con una mímica excelente una
nueva ronda de churros, siempre escasos para la cuadrilla, y de chocolate-,
pero está mereciendo un final feliz en el drama de este año.
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Y ganando Hernani, aunque el Barcelona sacara un
punto, se salva. Tienes razón, cada vez que somos optimistas respecto de
nuestros equipos –Hiruntchiverry se ha hecho una pirámide de churros en su
lado, escamado por el lote ridículo que obtuvo educadamente de la primera
bandeja-, parece que les cambiamos la suerte, así que no voy a hablar del B.O.
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¿Por cierto Blanco también se ha metido a
constructor de pirámides en el desierto? –pregunta Galtzagorri por el
presidente del club biarrota, mientras acaba el chocolate y se responde-, ¡Qué idea más txirene de hacer una cáscara
vacía de 600 millones de euros en medio de ninguna parte para que se jueguen cuatro
partidos de rugby al año!
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¡Qué negocio chaval! ¡Qué negocio! –dice Aristide
Labarthe desde el otro extremo de la mesa-, Y el chocolate de Baiona es el
mejor de Euskal Herria ¿Está claro?
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