jueves, 31 de mayo de 2018

ADICTOS A UN CLUB O ADICTOS AL RUGBY


Se acaba la temporada de rugby en el campo aunque queda bastante rugby de despachos y pasillos, incluso se puede decir que ahora es la parte más intensa de esta temporada, especialmente para el Olympique de Biarritz que busca con qué tapar la vía de agua que han venido ampliando con constancia desde hace lustros. Hiruntchiverry es uno de esos seguidores que sufren con la situación del equipo pero no se enfada con los gestores del mismo ni con los históricos que siguieron el espejismo que ellos mismos producían ni con las bandas de financieros varios que actualmente intentan recoger las velas desplegadas de sus egos en medio de la galerna; parece transmitir esa idea de que quizá él no lo hubiera hecho mejor de estar sentado en uno de esos tronos que tantos parecen querer ansiar, como aquellos reyes godos que ascendían al puesto a base de asesinatos hasta ser descendidos una vez estoqueados y descabellados. Observando las obras del Estadio de Anoeta el otro día desde la acera, en unión del Barón de la Florida que había ido a hacer una gestión administrativa por la zona,   se encontraron con un apasionado seguidor de la Real Sociedad de Fútbol que les “vendió” las bondades del futuro coliseo, especialmente al Barón al que conocía de tiempos escolares. Cuando el aficionado se fue, uno de los dos comentó: 
 -Cuando la afición a un club se convierte en lo más importante de tu vida, al grado de interferir con tus actividades cotidianas y domina tu pensamiento, sentimientos y conducta, es que eres un adicto.  Más si experimentas viajes a lo alto con lo que te parecen logros de los tuyos y necesitas involucrarte cada vez más en un mayor número de actividades relacionadas a tu equipo de fútbol para conseguir que tu estado de ánimo se acerque al “nirvana”, como ver que el hormigón armado sube sobre el horizonte.
- Éste hasta que empiece la temporada va a tener síndrome de abstinencia y luego va a tener, cuando empiecen los resultados de costumbre, problemas con su entorno, consigo mismo y con otras áreas de su vida por esa afición.
- Quizá si jugase, a su nivel pero jugando, como nosotros a nuestro rugby de colegas, se tomaría el fútbol como lo que puede ser, un juego.

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