jueves, 10 de mayo de 2018

BEGOÑA TIENE UN BALÓN OVAL

En la vida real no hay nada más parecido a un maniquí de la más conocida sastrería para gentlemen de Bond Street (Londres) que el abogado bilbaíno Manu Majors, así que Galtzagorri creía que iba a ser fácil reconocerle a la primera en el Café Iruña, cerca del Palacio de Justicia, pero tuvo que hacer un esfuerzo para distinguirle entre los letrados que se encontraban junto a la barra aquel mediodía, todos ellos debidamente puestos.
- ¡Bienvenido a la capital mundial de Euskadi! -Con su habitual acogida acogida entre colegas el bilbaino saludó-. Tomarás algo antes de coger el bus de vuelta a Donosti con las entradas.
El abogado donostiarra pasó por alto la censura de la “a” y recogió el sobre con el taco de billetes para las dos finales europeas del fin de semana, antes de hacerse con la copa de amontillado, llena hasta la mitad como se debe.
- Veo que Bilbao se ha vestido con sus mejores galas rugbísticas y que hasta en el Museo Vasco hay una exposición dedicada a los 50 años del club universitario que cre
o que fue fundado con semillas donostiarras, por cierto.
Dicho esto sin acritud alguna y alcanzando unas virutas de jabugo moreno que pasaban por allí, se aprestó a oír alguna de las historias interminables del elegante tercera línea.
- Sabes que tengo una tía, Mary Begoña Martiartu de Eguillor, de los Martiartu de Eguillor de toda la vida, una familia con mucho fuste, más de Bilbao que la Ría y que esta tía, Begoña en el ámbito familiar, tiene una tienda en pleno centro de la villa. Pues Begoña me llamó ayer para decirme que había decorado el escaparate con todo de rugby, que le había costado mucho pero que así quería dar lustre a la calle e impresionar a los visitantes, y que si yo le podía llevar alguna camiseta de los equipos de Bilbao para darle un toque de autenticidad vasca a la nueva decoración. Como sus deseos son órdenes, cogí media docena de maillots de los que guardo y me fui a última hora de la tarde a la tienda para dárselos a la escaparatista titulada que debía hacerme el honor de incorporar mis recuerdos a su impagable obra de arte comercial ¡Nunca había visto nada igual! ¡El mejor homenaje a la Super Bowl del American Football que se pueda comprar! Así que me ha pillado el amanecer trabajando de escaparatista para evitar el ridículo de mi tía Begoña ¡Bienvenidos a la capital europea del rugby!

No hay comentarios: