Ilustración: Juan Luis Goenaga, que se nos ha muerto un 13 de agosto.« Los idiotas se atreven con todo, es precisamente en eso que se les reconoce. » La frase del film francés « Les tontons flingueurs » me viene mucho a la cabeza estos días de noticias judiciales, no sólo porque tengo la película en un par de copias que me permiten verla cuando pasa más de un año sin que una cadena televisiva la proyecte o porque fotogramas de ella decoren el retrete de mi vivienda… el atrevimiento de un juez de instrucción para saltarse las formas procesales en una visita ubuesca a la sede de la Presidencia del Gobierno del Estado, la osadía de magistrados alzados en golpes de estado incruentos contra el parlamento pidiendo responsabilidades por el patético espectáculo que el payaso catalán y su polifacético abogado de confianza nos han ofrecido, los comentarios justificatorios elaborados por los gabinetes de prensa de mediocres personajes que han alcanzado su umbral de inutilidad en las instituciones españolas y sus antenas repetidoras colocadas en todos los medios… una verdadera orgía de idiotas más que una cena de idiotas.
Con lo fácil que sería aportar ideas, construir conjuntamente, dialogar con los adversarios, con reflexión, con discreción, con búsqueda del bien común…, en vez de dogmatizar unos prejuicios heredados de la Falange Joseantoniana y mal digeridos por unos cerebros genéticamente carcomidos por el gusano del castellano viejo que solo nos ha llevado a la medalla de oro en el fratricidio siempre.
Es muy difícil seducir a los nacionalistas catalanes y convencerles de que reintegren la Corona de Aragón, quizá sería menos costoso llevarles a una confederación de pueblos ibéricos, capital Lisboa, en forma de república pero esta aspiración, que podría ser común a la mayoría de españoles ciudadanos, sería un poco de futuro optimista, la situación actual de encaje territorial peninsular está más cerca de convertir la Costa Brava en la costa palestina como salida, que no solución, de uno de los problemas, importante pero no fatal, como unas hemorroides, en el cuerpo social nuestro.
La palabra de dios está revelada en « El Quijote » ya hace tiempo, pero nadie la escucha, Cervantes no tuvo éxito como profeta pero alguien debería releerla y dejarse de esas novelas coránicas o bíblicas que con sus patrañas no contribuyen a civilizar esta tierra de salvajes.
Nota.- Con (en francés) = gilipollas, que es preferible, opino, a idiota pero respeto la traducción usual.
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