viernes, 26 de julio de 2024

LA MUJER DEL CÉSAR




« La mujer del César no sólo debe ser honesta, sino parecerlo ». Esta frase la estamos leyendo hasta el infinito en los medios. Desconozco el contenido del expediente judicial y asisto a las aparentes chapuzas formales de la instrucción, chapuzas ordinarias y nada sorprendes en los procedimientos, pero que, dada la importancia de las formas en el proceso penal, chocan en un proceso que se retransmite en directo. No tengo opinión sobre el fondo y no tengo opinión preformada sobre lo que se filtra interesadamente del asunto. 

Tengo amigos vivos que siguen el PSOE, mirar debajo de coche antes de arrancar aunque estés borracho crea vínculos duraderos, amigos asesinados y muertos también tengo pero quizá tengo más amigos vivos que ya no están en el PSOE y que un día estuvieron. No me gusta el PSOE, el aparato del PSOE sobre todo, no me fío « Gato escaldado del agua huye ». por decir algo.

La Universidad pública la conozco menos que la privada pero algo la conozco, lo suficiente para pensar que a su aparato se le puede hacer la misma confianza que al del PSOE, ninguna. En la mafia de la realidad hay más respeto a la palabra dada que el que hay en la permanente guerra de familias universitarias.

La justicia española tiene nulo prestigio a nivel mundial, se sitúa detrás de la de Irán, creo, en el orden de confianza que los ciudadanos sujetos a ella tienen sobre la eficacia e imparcialidad de la misma. No sé la fuente pero coincide con mi impresión personal. El currículum del juez instructor es impresionante y me hace creer que tiene toda la capacidad del mundo para hacer cualquier cosa, menos justicia.

Los medios de difusión, en España no hay medios de comunicación, están subordinados a las fuerzas azules del movimiento nacional que no acepta perder jamás el poder y el PSOE carece de medios a su disposición que puedan compensar este desequilibrio evidente para mi.

En resumen, lo de la señora esta de la que hablo, es una pintura negra goyesca de lo que somos, mejor dicho, una colección de imágenes negras y goyescas de lo que somos.


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