Junio no tiene r pero hay ostras en la terraza que da a la bahía, la marea está baja, muy baja, de los hilos de agua que buscan la orilla sube cierto olor de corrupción, quizá las conchas de ostra que algunos lanzan desde el bistró al agua se pudren antes de volver a convertirse en arena por el trabajo del agua sobre ellas, las gaviotas las desprecian y buscan alimento entre las mesas. Galtzagorri y Majors no han encontrado sitio en la sombra para dejar las motos, no tienen prisa, se han quitado los monos de protección y degustan los frutos de mar en camiseta y bermudas… Majors comenta que solo comía ostras por navidades porque un cliente, traficante de angulas, se las regala.
- « Si un cliente te hace un regalo por Navidad es que te equivocaste al pasarle la minuta por tu trabajo » es una frase que me dijo un magistral abogado fallecido en un desplazamiento que hicimos juntos en mi coche a un tribunal en otra ciudad hace cuatro o cinco décadas.
- Yo también quería mucho a Artemio Zarco.
- Teníamos un asunto entre manos, diferente del que nos obligaba a viajar, en el que se mezclaban caros regalos de Navidad a una funcionaria, comisiones a director de compras de una prestigiosa empresa, sobornos a director de una agencia bancaria y pago de factura de hotel de lujo con señorita incluida a un perito judicial… nuestros clientes, a mi parecer, tenían negro el porvenir con aquellas prácticas « comerciales » que no habían evitado la bancarrota de su sociedad y que ellos decían que eran habituales en el sector. Pero el ilustre togado estaba convencido de que no iba a producirse ninguna consecuencia de todo ello para su responsabilidad civil y menos penal. Los dos teníamos razón, hubo cierta responsabilidad a pagar en una cuantía mínima y que los clientes, declarados insolventes, pagaron sin problemas así como nuestros honorarios y nada más, pero ni Juez ni Fiscal vieron indicios de delito alguno.
- “Si te quiero condenar, te condeno, si quiero absolverte, te absuelvo” es otra frase que yo aprendí de mis mayores al comienzo de mi carrera profesional.
- Desde niño he conocido regalos navideños en dinero a vistas de aduana en Irún, comisiones a responsables de compras en fábricas guipuzcoanas, periódicos con billetes de alto importe entregados en oficinas ministeriales al recoger licencias administrativas, pagos simultáneos a amigos de quien preside la mesa que decide un concurso… como abogado se me ha pedido, indicado, amenazado, chantajeado etc varias veces por personas dotadas de poder en cualquiera de sus facetas. La corrupción existe y la he tocado, espero que sin mancharme, al menos, lo quiero creer. No puedo contar lo que conozco de algún cliente que me ha estafado mis honorarios a pesar de mi convicción de que sería la única forma de reparar el daño que me ha causado. La vida es así, una mierda, el nivel de la ética en los negocios es el mismo que existe en los demás aspectos de la sociedad española – conozco personalmente algunos sórdidos aspectos del pasado de plumillas que firman columnas moralizantes hoy en día -, y por recordar otra de las frases del difunto letrado que contribuyó a mi formación : « Es tenue la línea que separa un excelente negocio de una estafa en la economía general, en la del fútbol se olvidaron de pintar la línea ».
- ¿Prefieres venir a Gujan-Mestras o ir a Cancale?
- A pesar del atasco, esto está más cerca.