La negación de la evidencia nos reconforta. Nunca llueve en el sur de Euskal Herria y nos lo podemos repetir hasta la saciedad pero el agua nos llega a la cintura en estos tiempos, quizá más adelante tengamos una larga sequía que nos cogerá bien preparados para las lluvias torrenciales.
En el rugby también se dan ciclos como en todas las actividades humanas planificadas o no pero los planes se supone –recomiendo releer el viejo pensamiento del profesor Pierre Massé-, que sirven para paliar los efectos perjudiciales de las lluvias y de las sequías y si no que se lo pregunten al Olympique de Biarritz, al Pegamo Bera Bera o al Kraftt Atlético San Sebastián.
Lo mejor de tener un plan es que lo puedes modificar y actualizar en función de las circunstancias imprevistas –todo buen plan tiene en cuenta la propia imprevisión necesaria-, e incluso ser liderado por personas nuevas siempre que éstas tengan capacidad de hacerse con la filosofía, misión, visión, objetivos etc. que han dado origen al plan en marcha.
En el rugby los resultados nos pueden llevar a descender de categoría pero sólo en la competición no en las personas, al fin y al cabo el rugby es un juego. Así que los resultados, victorias o derrotas del próximo fin de semana, serán positivos siempre para quienes estén preparados para aprovecharlos. Pero, por favor, que vuelvan a ganar los nuestros.
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