viernes, 6 de febrero de 2009

LA LUJURIA DEL BIDASOA III

Uno de ellos sabe el abogado-, ascendió de hijo del carnicero del barrio a prestigioso industrial pasando por la altruista actividad de intermediario en secuestros de ETA. El otro es el hermano listo de otros tres muchachos de pueblo, los dos menores en la cárcel condenados a varios milenios de prisión por su afición a la goma 2 y al tiro a la nuca y el mayor estaba de vacaciones caribeñas sin límite temporal.

El abogado no recordaba eso que se lo dijeron hace poco, cuál de las madres de sus clientes se llama algo así como D. ª Gestora y se apellida Proamnistía, pero su informante le aseguró que era la más radical del barrio.

El juzgado de Irún está ubicado en edificio cúbico gris, con un volumen vacío interior que ocupa casi todo lo que ve el ciudadano al entrar, son unas instalaciones nuevas y que se ha unido al esfuerzo de la autonomía vasca por dotarse de símbolos arquitectónicos de su importancia.

Letrado y clientes llegaron jadeantes a presencia judicial. La Justicia se había hecho carne en una Señoría rubia natural, que no llegaba a los treinta años y que se llamaba D. ª Patricia Ledoux.

A Pat Ledoux le mandaron a la frontera desde Bilbao. El Presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco se había encontrado con el enorme muerto que una serie de desgraciadas sustituciones recomendadas por demócratas judiciales varios había acumulado en uno de los Juzgados de Irún. Ante el trabajo que estaba realizando la Sta. Ledoux en su Juzgado de Bilbao lo había puesto al día de un retraso de tres años en menos de un año- el Presidente decidió que era la persona adecuada para solucionar aquel retraso irunés.

Como Pat era de San Sebastian y su ligue con un Abogado bilbaíno había entrado en la fase de electropolvograma plano esto es que no está mal pero sin entusiasmo-, aceptó la misión que se le encomendó y partió enseguida.

Irún echa de menos la aduana que la enriqueció. Restos de su pasado decoran sus calles y ahora los contrabandistas, los agentes de aduanas, los transportistas y, sobre todo, sus empleados van buscando su reconversión desde hace más de una década, jaleando al Real Unión que les da alegrías futboleras de vez en cuando.

Entre los expedientes acumulados, Ledoux se encontró la querella del consejero de industria contra los industriosos bidasotarras que habían jugado a los chinos con la administración vasca.

A falta de aquellos pantanos franquistas que tan majos daban en blanco y negro, esta administración autonómica inaugura lo mismo chiringuitos informáticos que caseríos electrónicos, rodeando a los periodistas presentes euskotelegudaris de la canallesca. Rodeando, porque la administración vasca suele ser a unos niveles bipartita, a otros niveles tripartita y siempre repartida y todos los administradores de todos los partidos y tendencias internas tienen que salir preceptivamente en la foto. Así es frecuente que sean más los cargos políticos asistiendo a un acto inaugural que los reporteros gráficos, por lo que las fotos de las inauguraciones en Euskadi parecen muchas veces aquellas de la promoción escolar del curso del 72, celebrando el enésimo aniversario de su fin de todo estudio.

En presencia del Fiscal Jefe de Gipúzkoa David Ganivet Pelladobada y de Ion Mendizábal Lambert letrado importante de Bilbao contratado a efectos de acusador por el Gobierno de Vitoria-, la declaración del inculpado Pagogaña fue un modelo de lo que debe ser la comparecencia de un inocente ante un juez: ojos brillantes de ira, indignado por aquella infamia, respetuoso con el juzgador, breve y contundente con sus acusadores. Su letrado también presente se abstuvo de preguntar.

Txominerreka, el segundo inculpado, calcó la interpretación del anterior. Miraba con el descaro de su inocencia a Pat, transmitiendo el mensaje de su ingenuidad sorprendida...

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