lunes, 11 de mayo de 2009

EL PATEADOR

La semifinal de la Copa Heineken entre Leicester y Cardiff fue resuelta a penalties. Esto es jugadores diferentes de cada equipo fueron tirando alternativamente a palos desde la línea 22, hasta que en la segunda tanda uno de los mejores jugadores galeses falló mientras que su contendiente inglés no. Es el reglamento de esta competición y hay poco que objetar a un procedimiento bastante rápido y vistoso de resolver el empate.

Hemos leído excelentes comentarios en contra del sistema de forma inmediata y proponiendo su sustitución bien por un duelo entre los pateadores de cada equipo a base de tiros cada vez más alejados y esquinados bien por una prórroga a 7 contra 7 con tanto de oro.

Por el contrario, a mí me ha gustado la solución y creo que debería hacerse extensiva a todas las competiciones que requieran deshacer empates porque nos devuelve al origen de nuestro deporte, al football rugby, pero también manda un mensaje a su futuro.

Hoy en día sólo dos o a lo sumo tres jugadores por equipo osan chutar a palos en drop y normalmente sólo uno, el pateador, es el que se encarga de las transformaciones y golpes. Muchos jugadores pueden acabar la temporada sin haber chutado una sola vez durante el juego abierto. Así que el manejo del pie se deja a los especialistas que cuentan incluso con su entrenador especial para ello. El resultado es una limitación de la técnica individual y, en consecuencia, de las posibilidades del juego.

La polivalencia del jugador es una virtud que se alaba en todos los foros y, sin embargo, en la realidad no se fomenta lo suficiente dentro de la preparación. Supongo que ahora algunos empezarán a hacer algo más al respecto.

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