lunes, 7 de febrero de 2011

GUINNESS, KISKAL Y RUGBY

Hay momentos de esparcimiento en el destierro de Hernani -pueblo de peluquerías, tabernas y basuras que la municipalidad ha alzado a la altura de las cabezas-, un partido del Torneo en el pub de la calle Mayor, Kiskal. Unos amigos que están a lo mismo, pintas de cerveza negra en la mano, comentarios expertos y rondas que caen pero levantan nuestra añoranza de la isla verde en la que tantas veces hemos nacido.

Inglaterra ha salido con un plus de motivación –la disciplina se resiente y alguna tarjeta amarilla se asoma-, y alterna su juego tradicional con el de rupturas en diagonal contra la segunda cortina defensiva galesa. Los de rojo carecen de imaginación y medios para contrarrestarles y se van del partido demasiado pronto.

Al día siguiente Italia hace su juego con bravura y aburre a los irlandeses que se encuentran con la victoria al final de una bota experimentada. Los de verde tendrán que resucitar a sus muertos para disputar de verdad el partido histórico por sanjosé y los de azul han recuperado su dignidad como único fruto.

No sé si la selección francesa se basa en respetar los compromisos comerciales con los patrocinadores de cada jugador pero los cambios que se realizan durante el partido me parece que sí. Los escoceses no tuvieron su día y con unas rachas de superioridad en todos los sectores, los del gallo salvaron este trámite antes de tener que jugarse los bigotes en Irlanda.

Mi bigote blanco de la pinta perfecta me acompaña para toda la semana.

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