Me lo encontré en una sidrería asturiana durante las vacaciones veraniegas, aquel veterano jugador donostiarra llevaba puesta una camiseta del Hernani RCE y su mujer una del Bera Bera. Nos saludamos y compartimos impresiones y planes de la semana. Al día siguiente en un refugio de los Picos nos volvimos a ver y él llevaba puesta una camiseta del Ordizia y su acompañante un polo del Atlético San Sebastián. No pude resistirme y les pregunté si tenían todas las de Gipuzkoa.
- Creo que sí –me dijo-, al menos de todos los clubes tengo algo que ponerme pero este verano procuro ponerme la de Hernani y la del Bera Bera cuando ando por ahí. Es una especie de solidaridad por lo mal que se lo han pasado los dos.
Comentamos brevemente las frivolidades que se habían difundido sobre el rugby en Hernani al principio de agosto y el daño moral que se causa. También, esto ha sido más dentro del mundo del oval, las críticas al Bera Bera por la adquisición de su plaza. La decepción por el juego que está haciendo el Olympique en el Top 14 francés y el más bueno que malo inicio del Aviron nos llevaron hasta cerca del fin de la verbena. Pero charlamos sobre todo de la nueva temporada que este fin de semana comienza en División de Honor A con encuentros muy interesantes en Ordizia y en Anoeta, en los que este domingo ambos equipos guipuzcoanos deben empezar a marcar su territorio frente a dos rivales temibles.
La visita de un equipo tan argentino como el Gernika a la moqueta de Altamira va a hacer resonar ecos de choques de delanteras por el Goiherri, mientras que el equipo británico de La Vila igualmente cuenta con una delantera ya rodada en España y que puede hacer mucho daño en Anoeta.
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