miércoles, 13 de octubre de 2010

YO TRAJE EL MAUL A EUSKADI

Me lo dijo muy serio, miré a los lados y no vi ninguna cámara oculta. Me había visto, un espectador más, durante el partido de la mañana y se acercó a nuestra mesa de comida dominical para invitarnos a un café. Comenté en un momento dado que, a pesar de la derrota del equipo local, me habían gustado sus maul penetrantes realizados con técnica y disciplina y entonces se descubrió como el importador del maul –la edad nos pasa factura a todos-.

Maul quiere decir maltratar o magullar. El jugador que lleva el balón y es detenido momentáneamente por un contrario o más sin que ninguno llegue a perder sus apoyos en el suelo inicia el maul, al que se pueden ir incorporando por el eje del balón otros jugadores de ambos equipos ligándose a los de su equipo que ya estaban, dos líneas de fuera de juego se forman a partir de los pies de los últimos jugadores de cada equipo que están incorporados al maul, en caso de que se pare más de 5 segundos el árbitro debe pitar una melé.

Desde fuera, muchas veces esta jugada colectiva parece un agrupamiento confuso en que jugadores, normalmente los delanteros, de ambos equipos de pie se disputan un balón que permanece escondido. Pero el interior del maul requiere una preparación previa muy buena tanto del equipo que pretende avanzar con el balón como del que defiende, sin derribarlo voluntariamente porque es una falta.

El maul nació con el rugby y nos vino con el rugby a Euskadi, los delanteros vascos han sobresalido por lo general en el maul, tanto por la fuerza como por la destreza en su ejecución.

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