MALA RACHA

-Me han despedido con un ERE, han cerrado el bar Aloña Berri y se me ha reproducido esta lesión ¡Qué mala racha llevo! Pero saldré de ella. Siempre he remontado las derrotas, los descensos de categoría, las lesiones... Hay que sacar fuerzas del interior, imaginarte lo que quieres ser, pedir los apoyos y avanzar decidido con tu balón hacia ese objetivo. Me lesioné esta rodilla en el último partido del año que ascendimos. Yo jugaba de tercera centro, de 8. Parecía Conan, imbatible, pero iba a dejar de jugar, ya sabes las obligaciones familiares, el trabajo también. Estábamos en su línea 22, me levanté de una melé con el balón y me metí por dentro con toda mi fuerza. El ala de ellos, un peso pluma, me metió el hombro a las rodillas para desplazarme y caímos fuera del campo en mala postura, me saltó el ligamento cruzado interno, pero pude pasar el balón e hicimos el ensayo que desestabilizó el encuentro. Luego mi mujer se portó estupendamente, se empeñó en que no dejase el rugby hasta que no volviera a jugar al mismo nivel y por eso duré un par de temporadas más. Ahora también, me ha ayudado a buscar trabajo, aunque dice que lo hace porque desde que, con esto del paro, me he hecho cargo de la casa es que la casa es un circo. Pasar de ocho horas de oficina a subirme a escaleras de mano ha sido duro pero hay que jugar en todos los puestos. Esta torcedura de la misma rodilla ha sido por esa falta de hábito. Como todos mis colegas saben qué puedo hacer –les hemos dado mi curriculum-, ya me ha salido alguna otra cosa, además compatible con la recuperación. También mi primer empleo me salió del rugby. El tipo que me entrevistó era un francés que había sido medio melé y enseguida lo descubrimos mutuamente, fue una suerte y la aproveché. Bueno, te invitaría a un pintxo en el Aloña Berri pero Joserra se ha jubilado, es una pena pero también le tocaba.