jueves, 12 de junio de 2008

EL DESVARIO DE PENELOPE 2007

Tan importante como tejer es no destejer. En el equipo de Ulises no había una Penélope que deshacía de noche lo que los héroes construían de día pero a veces en toda Odisea colectiva se embarca –y a veces pretende ser su piloto-, quien desteje y así es difícil llegar a buen puerto. No estoy hablando de política sino de rugby, porque en nuestro deporte y en su avance hacia el reconocimiento social general también es fundamental el no destejer. La Copa del Mundo está poniendo el rugby en un escaparate mundial –a pesar de que nuestras televisiones públicas y generalistas lo ignoren-, y, por ahora, la imagen percibida está siendo muy positiva, p.ej.: en Francia se han incrementado las fichas en las categorías iniciales en casi un 30%. Nuestra provincia está teniendo estos años acontecimientos más pequeños –las visitas de los clubes de Iparralde-, que también suponen aportaciones en el buen camino y que incluso forman relaciones que trascienden del estricto ámbito deportivo. Así como la difusión de la Copa del Mundo no se puede dejar sólo en manos de los pubs irlandeses y los esfuerzos de los clubes locales para que propios y extraños puedan disfrutar del ambiente que estos partidos generan son otros pequeños pasos hacia adelante, tampoco podemos ignorar que esta temporada tanto nuestros dos equipos de la máxima categoría española y los que les siguen en distintas categorías como los del otro lado de la frontera van a ser protagonistas de encuentros que requieren que los dirigentes del rugby preparen la “txanpa” y luego procuren aprovecharla al máximo o, al menos, que ningún dirigente desteja lo otros incansablemente vuelven una y otra vez a tejer.

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