lunes, 13 de octubre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 27

Imagen generada por IA
Este texto es parte de la trasformación de un guion que  no ha sido rodado.
La historia que se relata comienza AQUI


Después de comer, Aitor ha salido corriendo a coger el tren de cercanías para ir a trabajar, Miren se sienta en el canapé, delante de la televisión, busca un programa que le acompañe en la siesta, hay series pensadas para ello, cuando se siente más deportiva pone algún torneo de tenis. 

Cuando acaban los anuncios, el volumen del sonido parece bajar y la aburrida música que identifica la serie comienza. En ese momento, sucedió. Una suave luz azul que convirtió el frío, la lluvia y la oscuridad del exterior en nada llenó toda la habitación. No fue como un relámpago, sino un silencio sepulcral que descendió del cielo. Miren vio la gran figura alada que se alzaba en medio de la luz. 

Se oyó una voz, profunda y melodiosa, pero sin juicio alguno. Era el arcángel Gabriel, y llamó a Miren.

- Miren. Josheren alaba. Paulinarekin duzun harremana amaitzeko unea iritsi da. Zure arima bi zati berdinetan zatitu duzun aukera da hau, eta gure Jaunak badaki bi etxe ezin direla fundazio batean eraiki."

- ¿Qué dice señor ? - susurró Miren, sin querer arrodillarse en el suelo-. Amo a Paulina, pero Aitor... él es mi vida. No se está usted liando con el euskera.

El arcángel Gabriel no cambió su mirada, pero el tono de su voz transmitía una orden, tan fuerte como la ley del cielo.

- Miren, zure familiaren aginduz etorri naiz. Aitor zure bikotekidea duzu, eta harekin duzu konpromisoa. Hemendik aurrera, emazte on baten moduan portatu behar zara, zure konpainiaren goxotasuna eta zure leialtasunaren indarra eskainiz -.

- No entiendo nada, hace unas semanas me decías de volver con Albert y ahora que debo follar más con Aitor porque se va a ir con esa zorra de Paulina… Será humor judío lo tuyo. Creo que no controlas el euskera, mira que yo que llevo aquí toda la vida, la cago con el « nork, nori, nor » muy a menudo.

Gabriel se acercó un poco más, y sus palabras resonaron en los oídos de Miren, no como una condena, sino como una responsabilidad ineludible.

- Baina entzun ondo: zure bekatua ez da ezkontza-gelatik kanpoko pasioa bakarrik. Zure bikotekide Aitor alde batera utzi duzu. Harekin hasi zenuen bizitzara itzuli behar zara, eta harekin zoriontasun osoa berreskuratzen ahalegindu. Zure gorputza haren senarra da, eta Aitorrek eskatzen dituen nahiak eta beharrak asetu behar dituzu, zuen lotura berriro sendotzeko. Bihurtu berriro haren emaztea, osotasunean, Paulinarekin duzun harremana eten eta gero.

Las palabras del arcángel fueron precisas, seculares y esotéricas a la vez. Miren se puso de pie; la luz era tan intensa que no podía ver nada, pero lo veía todo.

- Mira, Gabriel de los cojines, yo no estoy liada con Paulina, las tías no me van aunque me chupen la almeja y Paulina puede que le esté soplando la poya a Aitor, lo que es una pérdida de tiempo porque es un inútil en la búsqueda del punto G con la lengua o sea que nunca le va dar la recíproca. Y lo que hagamos los tres es cosa nuestra y no de las alucinaciones de la siesta… no debía de haber preparado el revuelto de setas a prisa y corriendo… quizá alguna de las shishas no era tal.

- Hablo en euskera, el idioma local, para que captes bien el mensaje divino y no entiendes nada, ya lo decía mi madre, los arcángeles también tenemos madre judía, que el vascuence es la lengua del diablo y solo sirve para hacer aquelarres desde tiempos de los neandertales o así. Bueno, que lo sepas que Paulina y Aitor te están poniendo los cuernos.

- ¡Que te den, mamón ! Y no digo nada más porque no soy antisemita ni con la apariciones.

La luz, tan rápida como había llegado, desapareció aún más rápido. La sala volvió a quedar a oscuras, fuera la lluvia arreciaba y no dejaba pasar apenas luz, solo se oía el sonido del aparato de televisión, y en el suelo no había señales de que hubiera sucedido nada. 

Miren no siguió con la siesta. Respiró hondo, y en sus ojos, en lugar de duda, había un destello de determinación sombría y triste. Sabía lo que tenía que hacer, aunque fuera la decisión más difícil del mundo.

- Tengo que ir a la peluquería, tengo los pelos que parezco una hiena del Sinaí, si en el Sinaí hay hienas.

Y cogió el teléfono para pedir hora en la peluquería de Paulina.


...//continuará//...


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