El equipo nacional de Nueva Zelanda “All Blacks” persigue la excelencia en todos los aspectos. Sus directivos han construido una estructura totalmente empresarial para soportar su objetivo de alzar la copa en París en 2007, organización basada en una disposición de medios materiales y personales envidiable, pensada, planificada y ejecutada colectivamente.
Los All Blacks han acabado 2005, como el año anterior, encabezando la clasificación mundial de selecciones nacionales de la IRB y podemos pronosticar que este año 2006 también será un año “todo negro” en rugby con toda probabilidad. Una sola derrota el año pasado, frente a los Srpingbocks en Sudáfrica, en toda una temporada internacional que se inició con una victoria por 91-0 frente a Fidji y se culminó con el 29-10 en Escocia, después de haber sacudido a los Lions británicos e irlandeses tres veces, a Australia dos veces, vengarse de los sudafricanos –que han quedado en segundo lugar en el ranking mundial- aplastar a País de Gales –ganador de todos los partidos del Torneo de las VI naciones 2005-, en su casa y a Inglaterra e Irlanda de pasada en el mismo viaje ¿Quién puede comerse estos kiwis? Entre un partido y otro el entrenador neozelandés ha cambiado el 100% de la alineación inicial sin que se resintiese el juego del equipo y obteniendo resultados similares en sus encuentros sucesivos. Esto es, Graham Henry –elegido entrenador del año-, cuenta con más de dos jugadores del mayor nivel mundial por puesto, entre ellos el medio de apertura Dan Carter –jugador del año también-, y gente como Umaga, Melalamu, Mauger, Rokococo, Evans, Lauaki… que parecen dispuestos a bailar y cantar el nuevo haka –estrenado igualmente en 2005-, hasta la final de la Copa del Mundo del 2007 en Francia.
Francia ha acabado en el tercer lugar de esta clasificación anual a pesar de haber ganado al segundo clasificado en la visita a París de los sudafricanos, después aparece Australia que baja desde la segunda plaza e Inglaterra que lo hace desde la tercera y que no parece recuperarse de la resaca del mundial de 2003 que ganaron bajo la dirección de Sir Clive Woodward, actualmente dedicado al balón redondo en el Southampton y a dar cursos a directivos sobre la aplicación del rugby al mundo de la empresa. Es de suponer que Graham. Henry en el futuro podrá dedicarse a la misma actividad formativa.
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