miércoles, 30 de enero de 2008

RUGBY Y JOVENES (2005)

Early members of the Barbarian Football Club. ...
Early members of the Barbarian Football Club. Not the originals, but the second season. (Photo credit: Wikipedia)
¿Qué pretendemos con el rugby?
El rugby es un deporte de equipo: quien avanza con el balón es consciente de que puede ser detenido mediante un placaje y que la única forma de que el balón avance es que su equipo acuda a limpiar a los adversarios, a recuperar el balón y a volver a jugarlo. Y quien ha placado es consciente de que sus amigos deben acudir a oponerse a los adversarios y recuperar el balón para jugarlo. Esto requiere que cada jugador tenga confianza en sus compañeros tanto en que van a colaborar como en que van a saber hacerlo... y esto es trabajo de equipo: solidaridad y compañerismo.
El juego del rugby requiere comunicación entre los jugadores, una comunicación permanente verbal y gestual que permita la sincronía, la suma de esfuerzos en el objetivo común.
El equipo requiere de liderazgo: El capitán arrastra con su ejemplo al resto de los jugadores, aunque no sea quien dirige la jugada concreta o quien elige la táctica de cada momento... funciones que desarrollan dos jugadores específicamente el medio de melé y el medio de apertura (9 y 10). El capitán además es quien se dirige respetuosamente al árbitro y quien recibe del árbitro las instrucciones.
Es normal que el entrenador después de preparar el encuentro previamente con los jugadores, durante el juego permanezca en la grada aparentemente alejado y sólo se acerque en el intermedio para apoyar a los jugadores, a no ser que deba prevenir sustituciones que se las comunicará al capitán durante el juego. Por eso todos los jugadores aprenden a asumir su responsabilidad en el juego y a liberarse de fobias y filias de su vida cotidiana.
La victoria, encarnada en el ensayo, posar el balón en la zona de defensa del equipo contrario, es la más evidente motivación del rugby. Pero no se busca la victoria a cualquier precio. “Convivialité” dicen los franceses. “Relationship” dicen los ingleses. Es difícil traducir el verdadero significado de este primer valor de este deporte, quizá porque fue el primer y casi único deporte que descubrió una verdad muy importante que dice que al Rugby (como sería cualquier otro deporte) no se puede jugar sin adversarios. La convivencia dentro del equipo y con los adversarios y con el árbitro es esencial al rugby que no puede prescindir del tercer medio tiempo donde reunidos en torno a unos refrescos todos los que han participado en el encuentro siempre intercambian impresiones, comentan y se citan para nuevos encuentros.
El juego es duro y el enfrentamiento dentro del campo es sin piedad aunque enfrente tengáis a vuestros mejores amigos de los que esperáis que dentro del juego te traten igual pero con buena fe, con nobleza... porque para jugar nos necesitamos unos a otros y sobre todo necesitamos ser un equipo.
El rugby es un deporte que tiene un profesionalismo peculiar: sus profesionales conservan el tercer tiempo con los rivales y forman selecciones por “amor al rugby” Barbarians, Lions...
Es un deporte educativo: El Ministerio de Educación Portugués por ejemplo lo trata como una de las herramientas formativas fundamentales y en Francia las Escuelas de Rugby son una institución en la red educativa con un crecimiento enorme de sur a norte apoyado por el correspondiente Ministerio
Los valores humanos y colectivos del deporte prevalecen sobre otros: selecciones como la de Irlanda que agrupa jugadores de la República del Eire y de la región del Ulster o la de los Pacific Islanders que agrupa jugadores de 3 estados rivales en muchos aspectos son ejemplos.
Sus reglas son muy flexibles y permiten una participación abierta de forma sorprendente a ambos sexos, edades distintas... y sin embargo con contacto físico desinhibido y se puede adaptar a capacidades físicas diversas.

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