miércoles, 23 de enero de 2008

TIEMPOS DE ESPERANZA (2006)

Desde el pitido inicial con el nacimiento la vida humana es un conflicto o una sucesión de conflictos hasta el pitido final sin que el protagonista conozca el resultado final con certeza. Por eso, quizá sea frívolo escribir estas líneas sobre la temporada de rugby que se está iniciando con la esperanza de que el juego sea un entretenimiento positivo a lo largo de los meses que vienen mientras la otra esperanza, la esperanza de la paz, venga a encarnarse entre nosotros. Pero la frivolidad es una virtud muchas veces en tiempos y lugares adustos que pretendo nuevamente practicar en este curso periodístico 2006-2007. Como en toda nueva etapa, también en el rugby los que se ganaron la tarjeta roja en tiempos pasados esperan que los nuevos tiempos les traigan la reinserción al deporte que siempre han dicho amar pero tendrán que hacer algo más que prometer que no van a volver a incidir en el juego sucio para que no sólo sus incondicionales apoyen su regreso entre nosotros.
La cargada temporada que el rugby del otro lado debe afrontar se ha iniciado el 18 de agosto, mientras en este lado los escasos mimbres con los que contamos nos producen un relajado calendario oficial hasta el 10 de septiembre en División de Honor A y en octubre para las demás categorías Así que hay que acudir a la televisión para deleitarnos con los enfrentamientos que las tres naciones más importantes del hemisferio sur están teniendo. Sin sorpresas Nueva Zelanda parece nuevamente imponerse a australianos y sudafricanos con un equipo concebido para llevarse de Francia la Copa del Mundo en 2007. Entre el 31 de agosto y el 17 de septiembre se juega en Edmonton (Canadá) la Copa del Mundo femenina, donde la selección española –con siete jugadoras de la Liga Vasca-, se tiene que enfrentar sucesivamente contra Escocia, Canadá y Samoa y en función tanto de sus resultados como de los ajenos pasará a un penúltimo partido que le puede llevar a que el último sea la final por el título –el sistema clasificatorio del torneo se parece a la Conjetura de Poincaré en su sencillez-, lo que no es misión imposible pero sí improbable. Por su parte la selección masculina –con Pablo Feijó del Bera Bera en la partida-, prepara sus decisivos encuentros ante Chequia -16 y 30 de septiembre-, en su búsqueda de una plaza en el próximo mundial, participando en un torneo belga del 19 al 29 de agosto.

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