El sábado pasado el Stade Français de Paris cayó derrotado en Bayona, lo que permitió al equipo vasco abandonar el último puesto de la clasificación mientras que los parisinos mantienen su primer puesto con holgura en el Top 14 francés. Una foto de uno de los jugadores del equipo visitante ilustraba casualmente un suplemento semanal español del mismo fin de semana como ejemplo de la tendencia “Deporno”, mezcla del deporte con la pornografía suave. Esta foto está extraída del calendario “Les dieux du stade” que comercializa con gran éxito este equipo, presidido por el empresario Max Guazzini que –como el alcalde-, hace tiempo que no entra en ningún armario de París. La homosexualidad supongo que es tan habitual en el mundo del rugby como en cualquier otro deporte aunque no me consta que existan estudios al respecto. Tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos es frecuente la existencia de equipos de rugby que se identifican comos gays y que juegan tanto competiciones oficiales o amistosas abiertas como competiciones cerradas exclusivamente a la comunidad gay –algún equipo guipuzcoano de veteranos recibió un contacto para recibir a un equipo gay inglés de gira veraniega hace unos años-. Sin embargo, la estrategia empresarial del Stade Français se destaca porque aprovecha el nicho del mercado homosexual de consumo con productos orientados a este sector social, desde maillots con una estética rupturista con flores que se aleja de la habitual en el rugby y con abundancia del color rosa en todas las vestimentas hasta el referido calendario con su película del “making of” que alcanzan cifras enormes de venta.
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