El único equipo guipuzcoano de rugby femenino ha conseguido tan sólo doce fichas para esta temporada. Estas doce damas están jugando la Liga Vasca Femenina ya que se permite jugar a XII en vez de a XV. Creo que usar el verbo jugar en vez de sufrir puede parecer un error para un desconocedor de lo que estas jóvenes disfrutan con este deporte, a pesar de las contundentes derrotas que van a padecer a lo largo de la competición. El rugby es un deporte único para disfrutarlo y para el desarrollo personal, otorga la posibilidad de desarrollar el aspecto físico y un sinnúmero de habilidades al mismo tiempo. También provee la posibilidad de experimentar la camaradería lo que eclipsa a otros deportes. Son estas características la que hacen al Juego tan atractivo a mujeres y niñas. Hay alrededor del mundo aproximadamente 150.000 féminas jugando al rugby, según la International Rugby Board. Sin embargo, en Gipuzkoa sólo doce van a reservarse el placer de compartir esta experiencia al más alto nivel, combinando los valores colectivos que los vascos nos atribuimos tradicionalmente con el nuevo papel social de la mujer en un deporte de equipo en el que verdaderamente el grupo es el protagonista del juego, juego de apoyos mutuos, juego de competitividad y de contacto, en el que se rechaza la agresión al que participa en el equipo rival durante el tiempo reglamentario y que se va a unir posteriormente en la celebración del encuentro.
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