jueves, 28 de febrero de 2008

¡QUÉ ABURRIDO ES TOCAR EL PIANO! 2007

En todos los deportes es necesaria la repetición de los gestos técnicos individuales que van a permitir al jugador desarrollar su potencial en el encuentro. La repetición es aburrida –si Ud. ha tenido un vecino estudiando piano me comprenderá-, y mucho más entre los 11 y 15 años de edad, en que la atención suele saltar de un estímulo a otro rápidamente. Sin embargo, todos sabemos que pasada esa edad el aprendizaje de los movimientos deviene cada vez más lento y dificultoso. Los deportes que aparentemente requieren movimientos más elementales que el rugby a su vez requieren menos disciplina, menos sujeción a ejercicios individuales de adquisición y perfeccionamiento de los gestos fundamentales. La cooperación y compromiso entre todas las personas que se responsabilizan de la educación son indispensables y la imagen del rugby en padres y enseñantes ha ido mejorando, aunque no de forma suficiente, entre otros motivos porque el rugby requiere la disciplina individual del pianista. Es mucho más fácil que un niño tenga un balón que un piano, pero como todos los balones son redondos, repetirá jugando el golpeo del balón en solitario contra cualquier pared –siempre que los vecinos lo aguanten-, y así fácilmente cogerá los mínimos gestos. Con el rugby va a requerir la cooperación de otro niño u otra persona casi siempre porque el balón oval no es tan simple. Desde el contacto inicial se diferencia nuestro deporte de otros. Así que es normal que esa faceta de la formación sólo se realice en los entrenamientos escolares. La falta de tiempo efectivo para la práctica del deporte en nuestro sistema educativo es tópica pero real y eso nos lleva a que se renuncie demasiado a estos aspectos tan poco atractivos en la cultura actual de nuestra sociedad.


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