lunes, 18 de febrero de 2008

SCRUM (2006)

El rugby se asomó hace ya veinte años a la Harvard Business Review en un artículo de los profesores Takeuchi y Nonaka que presentaba una nueva metodología para el desarrollo de nuevos productos en la empresa, usando el juego del rugby como ejemplo. Este sistema de trabajo, que denominaron scrum, tiene en la actualidad una gran importancia en el desarrollo de productos de software a medida. No es de extrañar, por tanto, la vinculación entre la informática y el rugby, del que el patrocinio a nuestro equipo local es un ejemplo bien conocido, aunque a veces en el mundo del rugby se nos olvida precisamente hacer scrum fuera de la cancha. Estos días los demás deportes de equipo mirábamos con envidia hacia el baloncesto, tanto a nivel guipuzcoano como a nivel español. El baloncesto está llevando su filosofía fuera del recinto desde hace tiempo y tiene muchas posibilidades de obtener frutos. Y la filosofía de este deporte sin contacto es análoga a la de los demás deportes de equipo, incluso del nuestro que no evita el contacto precisamente y está basada, igual que la metodología scrum, en la constatación elemental del mundo competitivo en que las organizaciones sean mercantiles, profesionales, deportivas, religiosas, políticas... nos movemos como en un juego en el que su desarrollo es inestable y de rebotes sorprendentes, los protagonistas se deben auto-organizar con flexibilidad y rapidez, se solapan las fases, todos aprenden de todos, el control directivo es sutil, los apoyos siempre presentes, diálogo en todas direcciones, respeto al adversario...

* Scrum o melé: un equipo sólidamente unido compite con el adversario en avanzar con el balón en su núcleo hacia su objetivo.

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