viernes, 1 de febrero de 2008

FOLKLORE DEL RUGBY (2006)

Ante el partido del Biarritz Olympique frente a Sale Sharks el 2 de abril a las 6 de la tarde en Anoeta se está hablando de varias actividades folklóricas alrededor del mismo. Los Bardulians –equipo de rugby de veteranos del Colegio de Abogados de Gipuzkoa-, van a jugar la víspera contra un combinado de Mont de Marsan que podría tener continuidad en un festival de tag-rugby libre en las playas para la misma mañana del domingo como prólogo al partido, aunque también se habla de invitar públicamente a un torneo de rugby a 7 en la playa abierto a los equipos que espontáneamente se formen sin distinción de edad ni de sexo... esto es, hay vida en el rugby más allá de federaciones y encuentros oficiales aunque siempre convenga tener la cobertura federativa en un todo tipo de actividades y no sólo por el seguro de accidentes.

Otro aspecto ambiental importante es el de las canciones que acompañan antes, durante y en el tercer medio tiempo colectivo a los espectadores del encuentro. La música que los seguidores del Biarritz ponen a su equipo ya nos es bien conocida y va desde el Boga Boga hasta Paquito Chocolatero pero nos tendrán que pasar la letra y música del himno del Club -que parece sonar a un coro de opereta de Luís Mariano-, si quieren que el público donostiarra se sume a su entusiasmo. En cuanto a los seguidores ingleses supongo que con aprendernos la popular “Boy meets girl” bastará pero no creo que su letra sea muy correcta con el lado femenino de este deporte por retrotraernos a tiempos machistas ya superados.
Efectivamente la tradición del rugby se ha hecho desde raíces muy masculinas y no es hasta hace bien poco que se ha admitido la existencia de la homosexualidad entre sus practicantes –supongo que existe en la misma proporción que en el resto de la sociedad-, incluso con la aparición de equipos que se declaran gays expresamente y que compiten no sólo en torneos de rugby entre ellos sino en todo tipo de campeonatos oficiales en Inglaterra, Estados Unidos, Nueva Zelanda... y hasta en Argentina. Parece que el poder rosa está dejando el armario vacío en el vestuario en muchos sitios y ya no queda ni el “western” como refugio y menos el de ovejeros vascos.
En fin, con el lógico temor a las segundas partes, el rugby internacional nos visita dentro de un mes escaso, apenas quedan dos semanas para la apertura de taquillas y la expectación está creciendo dentro del rugby guipuzcoano.

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