jueves, 6 de marzo de 2025

EL FÚTBOL Y EL YETI


 El fútbol me aburre. El fútbol en la tele me aburre hasta hacerme dormir. Pero veo los partidos de la Real Sociedad, sobre todo los partidos que juega en casa, incluso, a veces los veo - con inevitables cabezaditas en medio -, hasta el final, desde esta distancia, 720 kilómetros. Y sufro, no sé por qué, pero sufro, pocas veces juegan bien en mi opinión, hacen pocos goles, regalan oportunidades al contrario, pasan el balón hacia su portero demasiadas veces, casi nunca matan el partido, es fácil que en el último minuto desperdicien ese gol de ventaja que tanto les costó hacer... Es mi equipo, son mis colores, mi amá me llevaba al viejo Atocha, la cuadrilla adolescente íbamos a la grada de Múgica o a la del mercado de frutas si llovía, llovía mucho entones, aquellos domingos de misa obligatoria y partido de cerrojo y campo regado mucho más obligatorios. Además jugué a hockey sobre hierba con aquellos colores hasta que pude hacerlo sin fastidiar la vida familiar. Bajamos a segunda, subimos a primera, ganamos liga, supercopa, copa... todos juntos. No me gusta el fútbol pero... es lo que hay.

lunes, 3 de marzo de 2025

PASEO TRISTE POR NORMANDÍA

 El 2 de marzo, domingo, un día soleado y frío, paseando por el Cementerio Americano de Normandía, encima de Omaha Beach, desde el balcón de los acantilados se ve la línea de playa, sobre la arena hay un grupo que corre, posiblemente un equipo de algún deporte. Es fácil revivir las escenas del 6 de junio de 1944, documentales y películas que han sido hitos de nuestra formación nos han dejado imágenes en la memoria. No estamos solos, hay familias francesas, algunas parejas también, quizá de escapada romántica en « amoureux » como nosotros, grupos de adolescentes, escolares británicos de un lado, bastante ruidosos, escolares franceses de otro, más silenciosos y más pieles oscuras en éstos, algunas niñas provistas de esas tocas de monja que proclaman una familia con una interpretación formalista de la literatura religiosa que un jeque mandó escribir para imponer su sanguinario poder hace siglos. 

Las interminables hileras de cruces blancas acongojan, también hay algunas estrellas de seis puntas, pocas, no se ven símbolos de otras tendencias religiosas, en el muro de los muertos hay nombres que suenan a otras culturas, posiblemente a otras religiones, es de suponer que a los cadáveres de ateos les ha caído encima un símbolo de ésos en función de ignotos criterios – hay un centro de información con respuesta a mis preguntas pero paso de ir, hay mucha cola -, también recuerdo que había pieles rojas en las películas luchando por estas playas ¿Habrán cristianizado sus despojos ?

Los niños juegan corriendo por este paisaje desolador, los padres están ocupados con sus teléfonos llenos de mensajes importantes, los niños se meten donde no deben y se hacen daño, habría que darle una hostia a todos y cada uno de los padres y madres que hacen que sus niños, que se ahogarán en la piscina el próximo verano mientras sus padres leen un mensaje prescindible, perturben el recogimiento con el que recorremos este monumento a la estupidez de la especie humana.

Hacemos alguna foto a las praderas verdes y blancas, es inevitable, pero no nos hacemos autorretratos, todo recuerda la estética en colorines de las películas de héroes yanquis y, sin embargo, estamos en Francia, en Normandía y queremos recordar a aquellos jóvenes americanos que vinieron a luchar, desde donde sus familias o ellos mismos habían ido a buscar una vida mejor, para morir en este bello rincón de Europa. Pienso en sus familias y pienso en la mía, los sentimientos se revuelven en mis ojos pero no se me escapa una lágrima. « Make America Great Again »  musito y me digo, digo a esas cruces que no me pueden oír, « Make America Great Again, as they made ». En verdad, quienes hicieron de verdad la grandeza de América, si alguna vez hubo grandeza en el egoísta imperialismo de las élites americanas que solo se movieron por interés, son estos muertos, estas familias proletarias que enviaron a matar y a morir a sus hijos para obtener la migaja de una naturalización en aquella tierra robada a sus habitantes.

Durante mi paseo, me acuerdo mucho de ese tipo, de ese descendiente de alemanes que ahora representa a su amigo ruso en USA - ¡Qué par de mafiosos ! -, de lo insoportable de su imagen en sus visitas ensuciando la memoria de estos muertos de usos múltiples. No sé por qué le mando un mensaje telepático : « Donald, it's time to give Alaska back to the Russians. »

Y me acuerdo de los versos de Bécker mientras busco el coche en el inmenso aparcamiento de este Parque Temático para atracción de turistas y que es, sin embargo, muerte, muerte, muerte...


lunes, 24 de febrero de 2025

MÁS SOBRE EL SECRETO PROFESIONAL EN LA JUSTICIA


 El acceso publicado a los datos de las comunicaciones del Fiscal General del Estado en España me llena de estupor y me hace reflexionar sobre mis creencias adquiridas mediante el ejercicio profesional  en el deber de secreto profesional como abogado, ya que, al fin y al cabo, los abogados y los fiscales somos agentes de la justicia, actuamos frente a frente en los tribunales muchas veces y otras en el mismo lado.

El secreto profesional del abogado, también conocido como confidencialidad entre abogado y cliente, es fundamental en el Estado de Derecho por varias razones:

Protección de la privacidad del ciudadano: Permite a los ciudadanos comunicarse abiertamente por todos los medios con sus abogados sin temor a que la información confidencial sea revelada a terceros. Las interceptaciones de comunicaciones entre clientes y abogados requieren autorización judicial y solo pueden ser legales en determinados supuestos siempre revisables en el procedimiento y esto incluye los datos de conexiones y las facturas detalladas de los proveedores de  comunicaciones porque no parece lógico que terceros conozcan con quién se ha comunicado un abogado o un fiscal. Esto es crucial para que los abogados y fiscales puedan ofrecer el mejor asesoramiento y defensa posible en sus posturas en el proceso.

Garantía de una defensa (o acusación) eficaz: Un abogado necesita tener toda la información relevante para poder representar adecuadamente a su cliente, como un Fiscal para representar el interés público. Si los ciudadanos no pueden confiar en que sus comunicaciones a un abogado o a un fiscal serán confidenciales, pueden retener información importante, lo que podría perjudicar su defensa o la defensa del interés público. Si las comunicaciones de los abogados y de los fiscales entre ellos son intervenidas por terceros, publicadas sin mesura por terceros, las garantías constitucionales del proceso justo dejan de existir.

Fomento de la honestidad: La confidencialidad permite que los ciudadanos sean honestos y transparentes con sus abogados y con los fiscales, lo que facilita la búsqueda de soluciones legales justas y adecuadas. La confidencialidad en las conversaciones profesionales entre abogados y/o fiscales permite que se digan opiniones necesarias para el desarrollo del procedimiento que no se dirían en público.

Protección de la justicia: La confidencialidad entre abogado y cliente también protege la integridad del sistema judicial. Sin esta protección, los abogados y los fiscales podrían ser obligados a testificar contra sus propios clientes en el primer caso o contra quienes les han confiado elementos necesarios para el ejercicio de su ministerio en el caso de los fiscales, lo que socavaría la confianza en el sistema legal, si en España queda rastro de esa confianza.

Cumplimiento de normas éticas: Los códigos de ética profesional de los abogados requieren que mantengan la confidencialidad de la información de sus clientes. Esto no solo protege a los clientes, sino que también preserva la reputación y la integridad de la profesión. Creo que la Ley Orgánica del Poder Judicial y el Estatuto del Ministerio Fiscal vienen a dar fuerza jurídica a la obligación ética de la confidencialidad de los fiscales, en todo caso.

Por ello, cuantas veces, en más de 50 años de vida profesional de abogado, se ha solicitado mi colaboración por fiscales o abogados sobre asuntos que llevaban entre manos, he colaborado voluntariamente y siempre creyendo que esa colaboración, opinar, se hacía bajo el más estricto secreto profesional. Este letrado no ha revelado jamás el contenido de una conversación profesional y ha considerado siempre esas conversaciones de consulta como conversaciones profesionales. Revelar su contenido, por otra parte, puede ser delito y siempre es una infracción de las normas que rigen el ejercicio de la abogacía en España. En una conversación profesional están incluidas las notas que los participantes puedan tomar en su desarrollo.

El secreto profesional no es un privilegio del abogado, el  secreto profesional es un deber de abogados y de fiscales (A este respecto en el blog “Antxón Massé”, el 9 de febrero de 2019 se puede leer  https://antxonmasse.blogspot.com/2019/02/las-conversaciones-entre-abogados-y-el.html ).

Creo que los jueces, incluyendo  los del Tribunal Supremo, deberían cortar este « apocalipsis » de las comunicaciones del Fiscal General que nos lleva por el peor camino posible a todos los agentes de la justicia.


viernes, 21 de febrero de 2025

LA MENTIRA EN LA JUSTICIA



En mi ejercicio de la abogacía desde el primer momento comprendí que la verdad y la mentira no son términos opuestos, la mentira de una parte es la verdad de la otra y viceversa, suelo decir que « en un juicio no hay mentira, hay diversas verdades ». Pero cuando la mentira sale del juez – y sale frecuentemente -, se hace siempre una fisura en la peana que sostiene la justicia y hace tiempo que la justicia, al menos la española, ha visto desaparecer esa peana, la estatua con su balanza y todos está por tierra, muy fisurada sino destrozada.


Kant escribió sobre la mentira en varios de sus trabajos, más notablemente en su ensayo "Sobre un pretendido derecho a mentir por filantropía" (1797). Según Kant, la mentira es moralmente inaceptable en cualquier circunstancia, mentir es una violación del deber moral de uno mismo y de los demás, ya que socava la base de la confianza y la dignidad humana. Su posición se basa en su principio del imperativo categórico, que establece que uno debe actuar solo según máximas que puedan convertirse en una ley universal. Según este principio, si todos mintieran, se destruiría la confianza y la comunicación efectiva, lo que es esencial para la vida social y moral. 


Cuando uno comprueba que la verdad judicial es mentira, comprueba que la confianza en la justicia está destruida, confianza que es esencial para la vida social, la mentira del juez es siempre prevaricación.


Sin embargo, Jean-Paul Sartre aborda la mentira en el contexto de la autenticidad y el auto engaño. En su obra "El ser y la nada" (1943), Sartre explora cómo las personas pueden mentirse a sí mismas, lo que él denomina "mala fe" (mauvaise foi), para evitar enfrentar verdades incómodas sobre su existencia. Esa "mala fe" es un tipo de auto engaño en el que las personas se convencen a sí mismas de que no tienen libertad y responsabilidad absoluta sobre sus acciones. Al hacerlo, evitan la angustia existencial que proviene de reconocer su total libertad y las implicaciones de sus decisiones. La mentira, en este sentido, se convierte en un mecanismo para escapar de la autenticidad y la responsabilidad de ser auténticamente uno mismo. La autenticidad implica aceptar plenamente nuestra libertad y vivir de acuerdo con nuestras propias elecciones y valores, sin esconderse detrás de excusas o mentiras.


El juez que miente, el tribunal que colectivamente miente, huyen de enfrentarse a la verdad que les incomoda. Prefieren vivir en la mentira que mirarse en el espejo y asustarse de su cara cobarde de prevaricadores.


(Reflexiones después de leer resoluciones judiciales esta mañana).


miércoles, 12 de febrero de 2025

EMILIA PÉREZ



Visto recientemente, ya con toda la polémica en marcha. 

Es un film espectacular, empieza con una explosión y luego va a más, no se me hizo largo -a pesar de que la próstata me suele causar problemas después de 90 minutos -, me entretuvo.

El argumento es una sátira de los modernos westerns de la frontera en que se mezclan todos los tópicos de esos guiones con un humor muy francés, bête et méchant, sin límites en la salsa que los envuelve. No es un documental sobre México y sus dramas nacionales ni tiene mensaje alguno. El envoltorio formal sorprendente con sus números musicales absurdos  nos recuerda que estamos ante un show, un show que se ríe de temas tabúes como los desaparecidos o los transexuales pero los lectores de Charlie Hebdo se han acostumbrado a que no hay límites en el humor. Cinematográficamente el guion es impecable.

No es película para quienes creen que el cine debe ser siempre « bueno » y que buscan el mensaje en todo. 

Tampoco la veo premiada en los Oscars y creo que los premios que ha recibido son equivocados, que se corresponden a la cultura de una cierta bobería de salón de esos niños terribles que van de intelectuales y que nunca se les escapa « maricón » por homosexual.

Le falta el toque Almodóvar de sus películas más locas pero a un Audiard no se le puede pedir aún que supere los pocos límites que se ha puesto en el montaje final.


Récemment vu, avec toute la controverse déjà en cours. C'est un film spectaculaire, il commence par une explosion puis devient plus gros, il ne m'a pas semblé long - malgré le fait que ma prostate me cause généralement des problèmes après 90 minutes - il m'a diverti.

L'intrigue est une satire des westerns frontaliers modernes, mélangeant tous les clichés de ces scénarios avec un humour très français, bête et méchant, sans limites à la sauce qui les enveloppe. Ce n’est pas un documentaire sur le Mexique et ses drames nationaux, et il n’a aucun message. L'emballage formel surprenant avec ses numéros musicaux absurdes nous rappelle que nous assistons à un spectacle, un spectacle qui se moque de sujets tabous comme les personnes disparues ou les transsexuels, mais les lecteurs de Charlie Hebdo se sont habitués au fait qu'il n'y a pas de limites à l'humour. Cinématographiquement, le scénario est impeccable.

Ce n’est pas un film pour ceux qui croient que le cinéma doit toujours être « bon » et qui cherchent le message dans tout.

Je ne le vois pas non plus gagner d'Oscar, et je pense que les récompenses qu'il a reçues sont erronées, qu'elles correspondent à la culture d'une certaine absurdité de salon de ces enfants terribles qui se font passer pour des intellectuels et qui ne laissent jamais échapper "pédé" pour homosexuel.

Il manque la touche almodovarienne de ses films les plus fous, mais on ne peut pas demander à un Audiard d'aller au-delà des quelques limites qu'il s'est fixées dans le montage final.

miércoles, 29 de enero de 2025

EL NIVEL DE GASTO


- Cuando en una familia se gasta 100 y los ingresos son 50, se produce un déficit de 50 – dice Galtzagorri sacudiendo la ceniza del cigarro en una lata de guisantes vacía que ha quedado a un lado de los fuegos de la cocina de la sociedad gastronómica -, y el déficit se acaba notando más temprano que tarde, salvo que aparezca un milagro financiero.

- Ingresos menos gastos igual a beneficios – contesta el Barón de la Florida observando las merlucillas que acaban de hacerse en la cazuela -, si el resultado es pérdidas, cerramos el negocio.

- Pero si durante meses, años… la familia gasta más de lo que los ingresos legales y regulares suponen e incluso hace inversiones – retoma Galtzagorri lo que decía y echa al contenedor de latas y tapaderas el improvisado cenicero -, a pesar de un nivel de gasto envidiable, es que se puede deducir que hay ingresos reales superiores a los aparentes que cubren esas pérdidas de la vida que se lleva y que permiten adquirir patrimonio familiar.

- No hay pruebas de esa deducción que haces – la merluza está hecha y ambos se sientan en la mesa más próxima dispuestos a compartirla -, pero es una conclusión que tiene cierta lógica.

- La lógica de un inspector de hacienda, a un nivel de gasto de 100 anual, más 20 de compra de segunda residencia, corresponde un nivel de ingreso de 120 sea directo o mediante financiación de tercero pero si el BOE fija los ingresos de esa unidad familiar y tú y yo sabemos que no tienen rendimientos otros de un patrimonio personal anterior…

- Esa merluza sí que huele a podrido y no como ésta que huele a los aromas cantábricos que las borrascas invernales nos hacen llegar gracias al esfuerzo pagable en euros de nuestros esforzados arrantzales.

- Echa un poco de blanco de Anjou en el vaso, poeta,  que hay que facilitar su digestión. Aunque quédate con lo que yo te digo : por mucho que se quiera mirar para otro lado, para que haya beneficios los ingresos deben ser superiores a los gastos, es una ley universal, aplicable aquí en Ategorrieta, en el Vaticano y en el Paseo de la Castellana, igual.

- ¿De postre panacotta ?


jueves, 23 de enero de 2025

SER PERIODISTA EN LAS ESPAÑAS



« Un periodista es la persona que se dedica profesionalmente al periodismo, en cualquiera de sus formas » Nos dice la wikipedia. Por tanto, no hace falta título alguno, no hace falta un examen… yo mismo, soy periodista, principalmente porque tengo un blog y porque he sido retribuido durante distintas etapas de mi vida como columnista o como director de una publicación académica… porque el periodismo es la la profesión de difusión de información y opinión a través de los medios de comunicación, creo, y yo lo hago (Ayer tuve 111 lecturas de mi blog, lo que supera ampliamente la lista de invitados a mi boda hace 10 años).

Hace unos años en los pasillos de un Juzgado de Instrucción coincidí con un personaje político que entraba a declarar en una diligencias, a su alrededor un grupito de personas le hacía fotos, grababa vídeos, aullaba preguntas ininteligibles, micrófonos, cuadernos, bolígrafos… esgrimidos como armas. En aquel caótico lío, me fijé que había un par de micrófonos que no eran tales, eran fundas de gafas con las gafas dentro y sus portadores eran quienes más interpelaban al personaje en cuestión, que entró a la oficina judicial sin responder a nadie. Pregunté a alguno de los conocidos que estaban allí si lo que yo había visto podía ser cierto y si había alguna razón para ello. Me confirmaron y me aclararon que era un sistema empleado por ciertos medios para provocar « imagen » de la reacción del acosado ante el intento de « canutazo ». La alusión al canuto me pareció lo más adecuado en aquella falta a la mínima ética de la profesión de periodista.

Lo que me resultó anecdótico hace unos años, se ha convertido en lo normal, vemos que proliferan provocadores camuflados como periodistas y que proliferan periodistas y medios de difusión más que de comunicación que se supone que han hecho profesión de su habilidad para provocar reacciones noticiables a sus presas humanas.

No me gusta nada. Yo quería ser periodista de profesión y de formación – mi madre no me pagó los estudios y acabé siendo abogado profesionalmente y profesor universitario para vivir y jubilarme con algo de pensión -, por eso me parece frustrante el estado del periodismo en nuestras españas que traga con ventiladores de injurias y calumnias, fabuladores de titulares, mamporreros de monarcas bandoleros, fauna de fondos de reptiles y… gamberros del canutazo.

Es lo que hay, antes el periodismo, según mi madre, era una digna profesión de puteros y borrachos pero hoy periodista puede ser cualquiera, incluso yo.