viernes, 3 de octubre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 22

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Esta secuencia forma parte de la novelización de un guion jamás rodado.

La "peli" comienza AQUÍ

El edificio donde se encuentran las finanzas públicas francesas está en el centro de Bayona, cerca del edificio de Correos, en ese edificio Aitor y Alain Aguerre estaban sentados en un despacho, foto del presidente de la República Francesa en la pared, estanterías con libros y expedientes, mesa con expedientes, detrás de la mesa una silla de director con una mujer sentada, sobriamente vestida, traje y col roulé oscuro, unos 30 años, es Emma, inspectora fiscal, eran las 10 de la mañana aproximadamente de un día moderadamente lluvioso, se veÍa la lluvia por la ventana mal lavada y la representante del Tesoro no estaba nada contenta.

- Voyons, voyons! Un établissement stable en TVA doit présenter degré suffisant de permanence, comme celui de vôtre client, et avoir une structure apte, du point de vue de l'équipement humain et technique pour donner des services, comme c’est le cas de vôtre représenté. Je ne vois pas quels justificatifs vous pouvez produire… 

- Mais Madame, mon collègue de Saint Sébastien et moi, nous sommes en une très bonne disposition pour vous faire venir a une position plus compréhensive de ce qui est arrivé et qui n’est pas en absolu un fraude.

 A la vez que Alain habla, Aitor saca un dossier grueso, lleno de documentos,  que pasa a Alain y éste pone encima de la mesa delante de la funcionaria.

- Il y a des documents  sur tous les revenus déclarés dans l’autre côté et toutes les dépenses faites et aussi déclarées… - el acento español de Aitor, "debe tener el mismo profesor de francés que Victoria Abril" piensa Emma, no impide que sus palabras sean comprensibles pero ésta le corta -. 

- Mais, quand même, votre client comme contribuable de bonne foi, qui vous essayez de prouver, aurait pu interroger l'administration fiscale françaies à partir d'une présentation écrite, précise, complète et sincère de la situation de fait, afin que celle-ci apporte l'assurance qu'il ne dispose pas en France d'un établissement stable ou d'une base fixe au sens de la convention fiscale liant la France à l'Espagne, cette possibilité est réservée toujours au contribuable résident au Pays Basque espagnol qui est aussi lié par les conventions fiscales internationales. En tout cas, laissez moi tout ça et je vous répondrai si tôt que possible.

La funcionaria que, a primera vista, puede parecer una simpática amante de la buena comida y de la buena bebida como su cuerpo proclama, tiene un tono de autoridad inflexible en su hablar.

- Mais… 

- Et c’est fini pour aujourd’hui, au revoir messieurs et vous aurez mes nouvelles sans faute. Bonne journée! 

Alain coge del brazo a Aitor y le hace salir del despacho, después de desearle  también un buen día a la inspectora. Aitor no dice nada en ese momento.

Ya en la calle, dirigiéndose a un bar cercano, Aitor se expresa.

- ¡Será borde la tía! Quel sergent! De quelle caserne est elle sortie? Ou est la politesse française? Mierda.

- Je t’avais dit, pas d’arguments, on vient pleurer et on pleure. La prochaine fois je viendrais tout seul parce qu’avec toi au lieu d’un million d'euros ton copain va payer le double.

Pues contnuará, supongo.

lunes, 29 de septiembre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 21

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Parte de un guion nunca rodado, más o menos adaptado.
Esta crónica del Urumea se inicia AQUÍ 


En Hernani, el domingo por la mañana, después de cumplir con el débito conyugal, se va al rugby, si hay  partido de rugby en Landare Toki, el campo de rugby de Hernani está junto al río Urumea que, a veces, se desborda y lo inunda, el terreno es de lodo negro, pocas veces seco, con hierba desgastada por la temporada y que milagrosamente consigue cubrir poco más de la mitad de la superficie de juego. 

Era un domingo de llovizna, de shirimiri, en las  jugadas finales con su poco de gresca entre ambos equipos, el equipo visitante es vizcaíno, se juega una melé a favor del Hernani, el balón es pateado fuera por un jugador del Hernani y el árbitro señala el fin del partido, el equipo perdedor hace el pasillo al equipo ganador que es el Hernani, el público rodea a los jugadores celebrando la victoria, el equipo local apenas puede hacer el pasillo al otro equipo a su vez, los jugadores que se habían enzarzado se ríen juntos y se van amistosamente a los vestuarios pasando junto al chiringuito que hace de bar, donde algunos espectadores hacen el aperitivo  mientras la mayoría, son las 2 de la tarde pasadas, abandona el recinto. 

Miren con paraguas y Aitor con boina están con los habituales de Hernani, Bernat, Paulina, Maddi, Lánder… estos llevan merchandising del club local, bufandas o maillots, todos beben en vasos de plástico, los vasos no se vacían nunca, siempre hay alguien del grupo o de los demás que están junto al chiringuito que rellena. Se escuchan gritos de “campeones” “txapeldunak” y se aleja la música de la charanga que estaba en las gradas y que se dirige tocando hacia el pueblo, situado en lo alto. Hay niños que chapotean dentro de la cancha con un balón oval pequeño.

- ¡A cabezazos, estos partidos, se ganan a cabezazos, los delanteros, los gordos somos los que ganamos los partidos decisivos! - dice Bernat con su vaso de cerveza en la mano -.

- No scrum, no win… - murmura Lánder desde su nube antes de concluir el contenido de vino blanco de su vaso -.

- Lo que tú digas, pero los de atrás podían haberse quedado en casa, que hoy hubiéramos ganado sin ellos – Bernat tiene la euforia exagerada de los forofos -.

- El rugby a quince se juega a veintitrés – interviene Aitor con su cerveza que recibe gotas de lluvia del paraguas de Miren -, los cambios que ha hecho el entrenador han sido decisivos  y además los chicos han estado más disciplinados que de costumbre, todos los veintitrés han jugado un buen rugby, se nota que llevan toda la vida jugando juntos, desde niños.

- !A cabezazos, estos partidos, se ganan a cabezazos, los delanteros, los gordos somos los que ganamos los partidos decisivos! - insiste Bernat -.

- ¡Qué pelma es este tío! Si cuando tú jugabas al rugby, lo único que hacías era vomitar en la banda de la borrachera que te habías cogido la víspera del partido, siempre igual, - Miren con un vaso de tinto y un cigarrillo en una mano y cimbrando el paraguas con la otra -, erais unos gordos borrachuzos, que venían los señoritos de la capital y os daban por el culo.

- Este Landare era una fortaleza inexpugnable – Bernat continúa exaltado -, los capitalinos se iban bien calentitos a Donostia.

- Pero con los puntos de la victoria en el autobús – replica Aitor impasible -.

- Tú no, tú nunca, a ti no te he visto jugar aquí nunca – Miren cambia de objetivo de sus frases -, eras tan malo que solo te dejaban llevar el agua y, como mucho, hacer de linier en la banda y ni eso hacías bien…

- Pues el ensayo de la final de la copa de Gipuzkoa que os birlamos en el descuento – Aitor parece molestarse por una vez - ¿Quién lo marcó? ¿Quién?

- Sebas Gauthier, el vikingo – responde Lánder -, que entró conmigo placándole en la zona de ensayo y tú que llegabas detrás, tarde y mal, pusiste la mano encima del balón porque te tropezaste con mi pierna pero como te hizo tanta ilusión, el buenazo de Sebas te felicitó como si tú lo hubieras marcado y en el tumulto nadie se dio cuenta, menos yo, que estaba debajo de Sebas...

Bernat, Aitor y algunos otros que están cerca se ríen y comentan sus recuerdos en voz alta.

- Y ahora no empecéis con vuestras putas batallitas de cuando eráis jóvenes y guapos – hay quien no se ríe, Miren interviene -, que tenemos que ir a comer antes de que nos quiten la mesa, que con lo que me ha costado reservarla, porque ninguno os habéis tomado la molestia de llamar, solo falta que lleguemos tarde por vuestras chorradas.

Todos van concluyendo sus consumiciones, incluso Aitor y encajan los vasos en el de Bernat para que éste los acerque a la barra. Se acerca una mujer de en su treintena y saluda a las mujeres con un gesto pero besa efusivamente a los hombres, especialmente a Aitor al que se agarra con camaradería.

- ¿Quién es el que va a entrenar a mis niños la próxima temporada? ¿Cuál de estos guapos mozos se va a ocupar?

- Ya me gustaría a mi – le dice Aitor poniendo una mueca de pena -, pero va a ser Lánder el que fundamentalmente se ocupe.

- Sí, voy a ser yo dice el aludido -, pero éstos me ayudarán de vez en cuando.

Miren que le había sonreído al llegar, cambia su expresión cuando e dirige a ella.

- Ahora ya lo sabes, así que fuera de aquí, que ya nos has llenado las narices con tu perfume de tómbola y métete las manos en los bolsillos que estás tocando lo que no te pertenece

Miren separa a Aitor con la mano que le ha quedado libre e interpone la otra mano con el paraguas contra el brazo de la espontánea.

- ¡Vale, chica, vale! ¡Que no te lo voy a desgastar, que yo ya tengo mi hombre sin necesidad de abandonar mi nido y mis polluelos!

- O te callas y te vas o te llevas una hostia bien dada por bocazas – Aitor rápidamente la aleja pero Miren se resbala y no cae al suelo porque Aitor la sujeta -, y  tú desgraciado te vas a llevar otra que todo es por tu culpa, que eres un tonto, que se cree un ligón porque una calientapollas se le pone encima.

El Presidente del Club, que lleva una chaqueta con el escudo se interpone en ese momento.

- Tengamos la fiesta en paz, Lánder llévate a tu cuadrilla por ahí y Lola vete donde tu chico al coche que lleva media hora tocando el claxon para que vayas.

Las dos mujeres se dirigen miradas asesinas pero cada uno se separa. Maddi coge del brazo a Miren y Paulina coge del brazo a Bernat y a Aitor para sostenerse en el barro que les separa de las escaleras, Lánder cierra la marcha abriendo los brazos como para mantener el equilibrio sobre una plancha de surf


ContinuaciónAQUÍ

viernes, 26 de septiembre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 20

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Este texto forma parte de la novelización de un guion de largometraje que nunca ha sido rodado.

La historia tiene un principio AQUÍ
 

A Aitor le llamaba la atención la discreción de Paulina en aquella cuadrilla de Hernani, era guapa, delgada, la más alta de las mujeres y de la misma altura que los hombres, vestía elegantemente sin ostentación, correctamente arreglada como corresponde a la mejor peluquera del pueblo, un pueblo en el que hay tantas peluquerías como tabernas, muchas. Paulina hablaba poco y con ello mandaba mucho, su marido hablaba mucho y no mandaba nada. A veces le comentaba a Aitor, delante de los demás, alguna incidencia legal de su negocio, casi siempre relacionada con las ordenanzas municipales de aparcamiento que afectaban al entorno de su establecimiento.

Una mañana que Aitor estaba en su despacho buscando alguna sentencia que iluminase un asunto que se le había atragantado, la secretaria le pasó una llamada de Paulina al teléfono fijo. Paulina le explicó que estaba haciendo unas gestiones de compra de tintes cerca de su despacho y que tenía ganas de ver sus instalaciones. Paulina subió al piso de oficinas, una serie de despachos de abogados en los que éstos compartían gastos y retretes en común con una pequeña secretaría en la que una madura recepcionista atendía visitas, teléfono fijo, fotocopiadoras, contabilidades y escritos de los abogados que no dominaban las teclas. El despacho de Aitor era espartano en mobiliario, abundante en libros y expedientes, un ordenador pasado de moda ocupaba espacio y un laptop que cerrado hacía de tablero para abrir los papeles de los clientes en el momento de las consultas y que abierto, como durante la visita de Paulina, era la herramienta de trabajo habitual del abogado. Paulina aprovechó la visita para enseñar a Aitor una reclamación que había hecho a un proveedor por una factura exagerada y para usar el baño, que estaba bastante limpio. Aquel día tomaron el aperitivo y Paulina le llevó a Hernani en su coche después. No hizo falta que lo acordaran expresamente pero ninguno de los dos comentó aquel encuentro a sus respectivas parejas. La conversación delante de las croquetas y el vermú derivó a confidencias de Paulina que siguieron en el trayecto sin prisa de vuelta a Hernani. La costumbre de cogerse un día de labor de asueto en la peluquería entre semana para hacer sus cosas por Donostia principalmente pero también por Bilbao o Biarritz con frecuencia llevó a que Aitor se ofreciese, siempre que su agenda lo permitiera, a invitarle al aperitivo o al café, dado que su céntrico despacho lo facilitaba. Prácticamente todas las semanas siguientes Paulina avisaba a Aitor con un breve mensaje la hora y el lugar en que estaba, rara vez Aitor no pudo disponer de tiempo para estar con ella, después de borrar cuidadosamente el intercambio de mensajes, más adelante Paulina le confesó que ella hacía lo mismo. Esta historia estaba escrita desde el principio pero los dos hablaban de sus respectivos convivientes con afecto y las protestas y comentarios por algunos de los incidentes de los que una y otro habían sido testigos eran infantiles, sin aflorar una necesidad de completar sus relaciones afectivas con una más, hasta que fueron a comer a Igeldo.

 Aquella semana Miren estaba de viaje por Madrid o Barcelona, era muy habitual que saltase de una capital a otra por motivos que nunca estuvieron muy claros. Y Aitor le propuso a Paulina ir a comer a un caserío, una especie de merendero por el observatorio meteorológico de Igeldo entre verdes prados por un lado y el horizonte del Cantábrico por el otro. Al entrar al comedor Paulina se empapó del paisaje y de la brisa yodada un rato dejando que Aitor discutiese con la patrona por la mesa, que no estando reservada, era muy difícil que pudieran acomodarse pero Aitor, que anteriormente había sido un cliente habitual de la casa, consiguió que les pusieran una mesa y junto a una ventana. Paulina se confiaba sobre sus gustos literarios ya lejanos, la peluquería y el hogar le impedían seguir leyendo con continuidad, su preferencia por las novelas románticas… Aitor no le interrumpía apenas. Estaban ya tomando el café, cuando Paulina con la taza llena en la mano, oscureció su voz para decirle:

- Y tú y yo ¿Cuándo nos acostamos?

- En cuanto acabes el café – la taza de Paulina derramó parte de su contenido sobre el platillo -, me han dado la habitación 11, no tiene vistas al mar pero espero  que no te importe.

Aquella primera vez, Paulina se durmió después de su primer orgasmo en mucho tiempo, que además le pilló de pie y contra el espejo del armario ropero que presidía la habitación, lo que le permitió ver la sonrisa de satisfacción de Aitor por un momento. A partir de entonces, aunque no se veían tantas veces como lo intentaban, a veces los dioses se empeñan en fastidiar los planes de los adúlteros, quedaban directamente en un hotel, pensión, hostal… que Aitor reservaba a su nombre desde el despacho y pagaba con una tarjeta de crédito de sus gastos profesionales y podía ser en Azpeitia, Zumárraga, Bilbao, Pamplona… donde la conjunción de circunstancias lo permitía, - el apartamento de Aitor estaba alquilado a estudiantes de surf y cocina, especie juvenil que abunda en Gros -. La confianza entre ellos iba creciendo y la convivencia con sus parejas no se resentía, seguía igual en todos sus aspectos, la descarga matinal de los domingos y festivos incluida.

Continúa AQUÍ

Gracias por las sugestiones y correcciones.

martes, 23 de septiembre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 19

Gracias por las aportaciones y sugerencias recibidas.

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Este borrador y crónica se basa en un guion que jamás fue rodado y empieza en PRIMER CAPÍTULO
 


En el tren se coloca, como de costumbre junto a la ventana y enciende su libro, las dos jóvenes que se sentaron a su lado otro día, hoy se sientan a su espalda, es inevitable que le llegue su charla.

- Te voy a contar un secreto pero júrame que no se lo vas a decir a nadie.

- Que sí, que te lo juro, ¡Anda! Dime.

- Yolanda mi prima ha abortado.

- ¡No jodas! ¿Del novio senegalés?

- Sí, claro, ya no es su novio, tuvieron una contrariedad y le ha dejado.

- ¿La embarazó contra su voluntad?

- No, contra la pared del portal, pero ella se dio cuenta enseguida porque se le retrasó la regla y ella es muy regular y fue al médico sin tardar nada.

- ¿Y todo fue bien?

- Sí, en un pis-plas, aunque el médico dijo que no había visto antes nada semejante.

- ¿En la intervención?

- Sí, una patera llena de negritos, conguitos como éstos.

- Si éstos son los negros del whatsapp

- Que la foto es de broma, pero lo del aborto de Yolanda es verdad, pero secreto secreto, no se lo digas a nadie, que en el pueblo no lo sabe nadie.

-  Callada y punto en boca

Cuando el tren está en el apeadero de Hernani, Aitor desciende, las dos chicas se dan cuenta de que es la estación y corren a bajar. 


Continúa en OTRA SECUENCIA


lunes, 22 de septiembre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 18

Basado e una secuencia de un guion de un largometraje que jamás fue rodado.
La historia comienza AQUÍ

 Correr bajo la lluvia hasta la estación, buscar el abono en el billetero aceleradamente en el andén, las vías vacías, unos pocos pasajeros sin prisas, junto al torno de lectura de billetes hay un tipo detenido que mira hacia el fondo de las vías en el sentido hacia Madrid y cruza su mirada con la de Aitor.

- ¡Julián! ¿Qué tal estás? Siempre te veo por la estación y como suelo andar con prisa no me paro a hablar contigo…

En realidad, Aitor ha procurado evitarle desde que le vio la primera vez, Julián era raro en la adolescencia cuando coincidieron en el colegio.

- Sí, ya veo que sueles llegar en el cercanías de Brínkola a Irún que llega a las 8,37 de la mañana y te sueles ir en el cercanías de las 19,28 de Irún a Brínkola pero hoy estás aquí a las 19,32.

- Pero para coger el tren de las 19,44 hasta Hernani, al mediodía cojo el de las 13,31 para ir a Hernani y llegó aquí en el de las 15,45 hora de llegada… para que tengas la información completa.

- Pues hoy te toca la máquina 1202 que es un automotor eléctrico 432, fabricado en Beasain por Caf el año 1998

- ¡Hostias, tú! Yo creía que trabajabas en el Aquarium de toda la vida, no sabía que estabas en Renfe.

- Soy biólogo marino y sigo trabajando en el Aquarium pero me gustan los trenes y siempre que tengo un rato libre vengo a la estación a ver los trenes, los conozco, y conozco a los maquinistas. A veces monto en la cabina, hace poco vine desde Alsasua a Donostia en la cabina del Talgo 7, aún me tiemblan las piernas de la emoción.

- ¡Toma, tú! ¡Qué afición! Pues la biología marina también me parece apasionante…

- Apasionante

- Parece que estás harto de los peces ¿Qué haces en el Aquarium?

- Ahora estoy poniendo nombre en euskera a todas las especies que puedan existir en el mundo marino y que no tengan nombre en euskera.

- ¿Y eso por qué?

- Porque una fundación de ésas nos ha dado una subvención por hacerlo.

- A mí siempre me ha intrigado que haya peces de agua dulce, peces de agua salada, peces que viven un tiempo en agua dulce y otro tiempo en agua salada… esas cosas, eso me parecía que era la biología marina.

- Puede, pero no es lo que yo hago.

- Ya voy a cruzar al andén que va a llegar mi tren... una cosa que siempre me ha intrigado desde niño ¿Qué le pasa a un pez de agua salada, un panchito del puerto, si lo meto en una pecera de agua dulce?

- Que agoniza y muere.


Aitor se despide afectuosamente de Julián tomando la decisión de seguir evitando hablar con él en lo sucesivo.


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Continuará

domingo, 21 de septiembre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 17

 

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Este folletín tiene un comienzo en este enlace PRIMER CAPÍTULO
Este relato es la novelización de un guion jamás rodado.


A eso de las 6 de la tarde, cuando ya llovía, José María Aberasturi, industrial guipuzcoano de origen alavés, acompañado de su economista de confianza Gorka Lazpita, llegó al despacho profesional de Aitor con los documentos que le habían amargado el día. El abogado les hizo sentarse, mientras él leía detenidamente las notificaciones en francés.

- O sea que te imputan tener un establecimiento permanente en Francia desde hace 3 años y no haber pagado el IVA, la TVA, a la Hacienda Francesa por las ventas en Francia ¡Vaya marrón, tío! ¡Vaya marrón! ¡Más de 1.000.000 de euros!

- Es mi ruina, tendré que liquidar y cerrar la sociedad… no entiendo nada, yo he seguido los consejos de mis contables y…

Gorka Lazpita, que está incómodo dentro de su traje de ejecutivo y que se ha aflojado la corbata hace un rato, le corta.

- ¡Has hecho lo que te ha salido de los cojones, tío! Yo te dije que había que consultar directamente en la oficina de impuestos de Bayona y que la gestora esa del otro lado tenía más tetas que cabeza. Y sin encomendarte ni a dios ni al diablo te pusiste a facturar a todos los clientes franceses sin IVA ni aquí ni allí y cuando te he dicho algo, me has mandado a la mierda con que todos los vecinos del polígono hacían lo mismo desde hace tiempo y no pasaba nada ¡Cojones! Si ninguno factura ni la décima parte que tú.

Aitor arquea las cejas a la espera de la réplica del contribuyente.

- Quería decir los consejos de la contable francesa, que ahora dice que se ha puesto enferma y que yo no había entendido nada de lo que me explicaba ¡Nunca he pagado un polvo más caro en mi vida! Tú también podías haber insistido un poco más si veías que la estaba cagando, insiste, insiste, vete a Bayona y haz tú mismo la consulta ¡Qué mierda de pasmados todos!

Aitor se desentiende del intercambio de responsabilidades y marca un número en el teléfono fijo que está encima de la mesa.

- Alain? Ça va? Très bien et vous? Bien, bien… impeccable. Écoutez moi, on a un client et ami avec un problème avec le fisc… Oui, oui, des enfoirés… On peut se voir? Demain, à 8 heures du matin pile! Ok! À demain à votre bureau. Au revoir! Merci!

Después de colgar, metiendo los papeles en una carpeta rosa, les dice a los visitantes:

- Tengo un colega francés fiscalista, me quedo copia de todo esto, mañana me reúno con él y os digo lo que vamos a hacer, montamos la estrategia, id reuniendo papeles, todos los papeles, necesito que me deis justificantes de todos los gastos e inversiones que tú has hecho en Francia durante este tiempo y de todos los ingresos que realmente has tenido en Francia, todo, copia en papel, cuanto más papel mejor ¡El que más papeles lleva gana! Y además los mismos papeles en archivos informáticos en una llave usb, por si acaso...

La siguiente secuencia AQUÍ


viernes, 12 de septiembre de 2025

BORRADOR DE HISTORIA 16



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Esto es una secuencia novelizada de un guion jamás rodado.

El relato comienza en este enlace: PRIMER CAPÍTULO HACER CLICK AQUÍ


En aquel tiempo, Aitor aprovecha el tiempo que pasaen Donostia para vivir “su” vida cuando sale de Hernani, teóricamente para trabajar en su despacho. Incluso se inventa comidas de trabajo inevitables para no volver a comer a Hernani, lo que le ha puesto en dificultades con Miren al caer en inevitables contradicciones, pequeños errores que pueden llevar a una catástrofe en las relaciones de pareja. Algún día, por las tardes, en vez de ir al despacho directamente, daba un paseo por la librería Lagun, que estuvo cerca de la catedral y que antes estuvo en la Parte Vieja donde fue objeto de ataques innumerabl es por parte de las hordas nacionalistas, tradicionalmente enemigas de la cultura y de sus símbolos, los libros.

Una de esas tardes en las que parece que va a empezar a llover de un momento a otro pero que solo llueve si el impermeable ha quedado olvidado en casa, a la hora de apertura de la librería, Aitor entra en Lagun, vestido de traje y corbata, con cartera portafolios, hablando por teléfono.

- Pues pasa por el despacho luego, a las 6, con tu contable ¡Un millón de euros! No me jodas ¿Qué habéis hecho? ¿Eso solo por IVA en Francia? Vete mandándome escaneadas las cartas de la Hacienda Francesa para que las lea cuanto antes. Y a las 6 me venís y me lo explicáis, a ver si se puede hacer algo, tengo un colega en Bayona que sabe mucho de impuestos pero en la Hacienda Francesa no tenemos amigos, no, no conozco a nadie, preguntaré al colega. Adiós

Saluda a la empleada de la caja y se dirige a la sección de poesía, ojea libros, lee párrafos para sí y descubre por el olfato a una mujer que lleva un toque de Chanel, elegante y en unos cuidados cuarenta años de edad o poco más, y que está buscando algo en la sección de viajes. Se acerca por detrás y le pasa un libro, un libro cualquiera que ha cogido de una mesa de exposición.

- ¿Es este libro el que está buscando, bella dama?

- ¡Aspaldiko! ¡Cuánto tiempo! Siglos sin verte ¿Por dónde andas? ¿En otra galaxia?

- Ahora vivo en Hernani.

- Sí, en otra galaxia ¿A Hernani? Ni para heredar!

- ¿Y tú qué haces?

- Que Fernando tiene un cargo en algo de la Unión Europea y nos vamos a vivir toda la familia a Luxemburgo y estaba buscando una guía turística de ese país en español o lo que sea, para dejársela a mis padres y animarles para que vengan a visitarnos.

- Dudo que haya algo de Luxemburgo, allí, querida Laura,  no hay turismo solo bancos y además Luxemburgo no tiene clima, tiene una maldición.

- ¿Y a ti qué coño te ha llevado a Hernani?

- Que mi chica es de Hernani y como tiene piso allí, cerca de la estación del tren, con el cercanías es como vivir en Donostia, no muevo el coche, apenas lo saco del parking del despacho, voy, vuelvo..., incluso como allí…

- ¿Y tus hijos? Ya serán mayores ¿No? A la que veo de vez en cuando es a tu ex, la veo mucho mejor desde que os divorciasteis.

- Mis hijos, bien, intentando hacerme abuelo, por sitios exóticos California, China… ya sabes la exportación de capital humano, que aquí nos sobra.

- Pues te veo muy bien, supongo que la de Hernani… ¿La conozco?

- No creo, no sale mucho de allí.

- Eso, que la de Hernani te dará marcha, a ti siempre te han gustado las complicadas.

- Te voy a regalar esta antología poética de poesía actual española -le pasa un libro -, está muy bien.

- Conmigo no hace falta que vuelvas a usar la trampa de la poesía, que yo ya te conozco, eres más peligroso que la playa de Gros, en cuanto una se descuida se encuentra desnuda y pidiendo socorro.

- ¡Laura, que he cambiado! Que ya soy un señor maduro y serio.

- ¿Sabes lo que me dijo Ane, tu ex, la última vez que la vi? Que sigues siendo un madurito atractivo y con más líos que pelos en la cabeza.

- Coge este libro de poemas, por favor, esta guía de Luxemburgo y vete, que me estás poniendo la cabeza… esta ronda la pago yo.

Laura le besa y se lleva los libros, dejándolos escanear por la empleada al pasar sin pagar por caja. Inmediatamente de salir llama a Ane y le cuenta, le cuenta lo que recuerda y no recuerda de la conversación, después cuenta variantes de la conversación a familia y otras amigas, San Sebastián a la semana sabía de buena tinta que Aitor se había hecho abertzale y vivía con una antigua miembro de un comando de ETA en un piso de la parroquia de Hernani, no era cierto pero era bastante más interesante.

SECUENCIA SIGUIENTE