jueves, 25 de abril de 2024

MARAVILLAS

Maravillas Lamberto avait 14 ans, une jeune fille navarraise de 14 ans, c'était août 1936. En Navarre le coup d'État des droites catholiques, monarchistes, financiers et militaires avait triomphé le 18 juillet. Il n’y avait pas eu de résistance, le mouvement carliste était enraciné en Navarre et les carlistes étaient contre la République. Quand même plus de 3.000 assassinés en la Navarre tombée aussitôt en zone « nacional ».

Cette nuit-là d’été, 2 gardes civils et 2 hommes de la même ville, Larraga, à 40 kilomètres de Pampelune, se sont présentés a la maison de la famille et ont crié pour qu'on ouvre la porte. Ils sont venus chercher son père, agriculteur possédant quelques terres, membre du syndicat socialiste UGT. Maravillas était l'aînée de trois filles et a demandé à pouvoir accompagner son père. Ils ont ri et ont chargé le père et la fille dans une camionnette. Ils les ont emmenés à la Mairie, où ils ont laissé le père attaché dans un coin pendant que tous les quatre violaient la fille, ses cris pouvaient être entendus dans la chaude nuit d'août de cette petite ville navarraise. Qui pouvait dormir ?

A l'aube, ils les ont remontés dans le camion et, après quelques kilomètres, ils les ont fait descendre au milieu de nulle part, là ils l'ont déshabillée à nouveau et l'ont violée une fois plus par terre, puis ils l'ont exécutée ainsi que son père. Ils ont laissé leurs cadavres là où ils étaient tombés, dans un champ sans cultives. Les chiens et les corbeaux ont mangé une partie de ses membres, certains voisins qui les ont découverts quelques jours plus tard n'ont pas pu les enterrer car ils étaient démembrés et décomposés, ils ont donc brûlé ses restes avec de l'essence.

C'était le 15 août 1936, fête de la Vierge Marie, les assassins de Maravillas se rendirent à la grand-messe dans l'église de la ville.

Josefina Lamberto, sœur de Maravillas, avait sept ans lorsque la mort est arrivée chez elle et ce texte est une transcription de ses souvenirs.

(Cristóbal Osinalde)

 

Fermin Balentzia, un chanteur navarrais, a écrit une chanson, comme je chante très mal, je récite ses paroles en français:

(Comme vous savez, les fascistes espagnols s’habillaient en bleu, aujourd’hui pas toujours)


La nuit les a vu entrer

C'étaient des hommes sans lumière

Ils sont venus en criant

ils étaient la mort bleue


L'escalier a craqué

quand tu es sorti

avec ton père pour partir

ta jeunesse de fille


Maravillas, Maravillas

fleurette de Larraga

coquelicot du chemin

Je te suivrai partout où tu iras


  À Monreal, à Otsoportillo,

à Sartaguda à Santacara,

pour planter les fossés

de fleurs républicaines

Nous marcherons dans les rues

les lavoirs et les places

nous libérerons les pigeons,

ceux aux ailes rasées


La mort n'a pas pu

enterrer ton lendemain.

L’oubli ne peut pas peindre 

non plus l'aquarelle de ton âme


Maravilas, Maravillas

fleurette de Larraga

coquelicot du chemin

Je te suivrai partout où tu iras



Maravillas Lamberto tenía 14 años, una niña navarra de 14 años, era agosto de 1936, en Navarra el golpe de estado de las derechas católicas, monárquica,s financieras y militares había triunfado. El carlismo estaba enracinado en Navarra y los carlistas estaban contra la República. Sin embargo, más de 3.000 asesinados en aquella Navarra caída tan rápido en zona “nacional”.

Aquella noche de verano,  2 guardias civiles y 2 hombres del mismo pueblo, Larraga, a 40 kilómetros de Pamplona, se presentaron en su casa y exigieron a gritos que se les abriera la puerta. Venían a buscar a su padre, un campesino con unas pocas tierras, miembro del sindicato socialista UGT. Maravillas era la mayor de 3 hijas y pidió que le dejaran acompañar a su padre. Ellos se rieron y  montaron a padre e hija en una camioneta. Les llevaron al Ayuntamiento, donde dejaron atado al padre en un rincón mientras los cuatro violaban a la niña, sus gritos se oían en la noche de agosto de aquel pueblo navarro ¿Quié podía dormir en el pueblo?

l amanecer les montaron de nuevo en la camioneta y a unos kilómetros les hicieron bajar, en medio de ninguna parte, allí la desnudaron nuevamente y la volvieron a violar contra el suelo, luego la ejecutaron y también a su padre. Dejaron sus cuerpos muertos donde habían caído, en un campo sin cultivos. Los perros y los cuervos comieron parte de sus restos, unos vecinos que los descubrieron unos días más tarde no pudieron enterrarlos porque estaban descuartizados y descompuestos, así que quemaron sus restos con gasolina.

Era el 15 de agosto de 1936, fiesta de la Virgen María, los asesinos de Maravillas fueron a la misa mayor en la iglesia del pueblo.

Josefina Lamberto, hermana de Maravillas, tenía siete años cuando la muerte llegó a su casa y este texto es una transcripción de sus recuerdos.

(Cristóbal Osinalde)


Un cantante navarro, Fermín Balentzia, escribió una canción, como yo canto muy mal, recito su letra :


La noche los vio entrar

eran hombres sin luz

venían a todo gritar

eran la muerte azul


La escalera crujió

cuando salías tú

con tu padre a dejar

tu niña juventud


Maravillas, Maravillas

florecica de Larraga

amapola del camino

te seguiré donde vayas


 A Monreal, a Otsoportillo,

a Sartaguda a Santacara,

para sembrar las cunetas

de flores republicanas

Pasearemos las calles

los lavaderos y plazas

liberaremos palomas,

las de las alas rapadas


La muerte no fue capaz

de sepultar tu mañana

ni podrá pintar de olvido

la acuarela de tu alma


Maravillas, Maravillas

florecica de Larraga

amapola del camino

te seguiré donde vayas


(Fermin Balentzia)

MARAVILLAS CHANSON


Notes pour ma participation à l’acte “Les enfants victimes des guerres”

lunes, 15 de abril de 2024

NO LE TOQUES EL CULO A LA CHICA



- ¡Ya me podían haber puesto una multa a mi cuando le toqué las nalgas a una amiga de la cuadrilla ! - dijo el tipo sentado en la fila de atrás de la tribuna en el descanso del sufrido partido mientras desenvolvía el bocadillo de tortilla – O, al menos, que ella me hubiera dado un tortazo, que es la reacción más natural…

- ¡¡Cállate, bocazas !!– la mujer que había sacado los bocadillos del bolso intentó cortar la confidencia que se estaba realizando en voz alta -. A Miguel no le importan nada tus historias de hace años que acaban por quitarme las ganas de venir contigo a Anoeta.

- La víctima de mi agresión sexual – prosiguió el barbudo sin limpiarse el aceite que empezaba a escurrirse brillando por la ley de la gravedad hacia el ceñido maillot blanquiazul que subrayaba su abdomen esférico -, se lo tomó como una muestra de cariño y se me arrimó más caliente que un horno de panadería al amanecer, se me arrimó tanto que se quedó embarazada a la segunda tocada de culo y claro, en vez de irse a Londres como su hermana a aprender inglés que era lo que se estilaba por entonces, a mi me tocó casarme de penalti transformado después del tiempo de prórroga.

- Eres un hijoputa Berto, un hijo de la gran puta – la sufridora realista se estaba evidentemente cabreando y no se daba cuenta de que nos estaba regando de migas y trozos de tortilla de patatas a quienes nos habíamos vuelto a seguir el espectáculo gratuito que nos amenizaba el descanso -.

- Cariño, a mí el metoo ése me llegó tarde, pero yo también te quiero.

Luego pasó lo que pasó y ese equipo que solo tiene ingenieros del balón, jefes con pluma y unos indios de figuración de aquellos infames westerns que se rodaban precisamente en Almería, ese equipo carente de líderes se dejó una vez más las plumas en el sombrío césped híbrido de Anoeta.