Como todos los años,
antes del primer partido en Landaretoki, unos amigos celebran una
cena monográfica de pato presidida por una foto del campo de rugby
hernaniarra en el que junto a la H se ve nadar a un tranquilo
palmípedo. Esta cena se repite a lo largo de la temporada cada vez
que el Urumea se desborda y anega la cancha, esto es, una o dos veces
más por lo menos, siempre que la gripe aviar no lo impida.
- ¡Al menos se
juega en sábado! -Suspira el Barón de la Florida que no es la
primera vez que colabora con el ritual democrático de las elecciones
y que se prepara para pasar el domingo en la mesa electoral-, Así
que puedo estar en las dos cosas.
- Tú seguro que
votas, no te quejes, porque parece que los correos para que voten los
residentes en Iparralde -le dice Aristide Labarthe que lleva la
insignia del Aviron un poco ladeada en la solapa-, se han debido de
quedar en alguno de los atascos de Biriatou, ya que la gente dice que
no los ha recibido.
- Si no se inunda el
campo para el sábado -Galtzagorri comenta, abriendo el sauternes que
va a acompañar el foie-gras ya distribuido sobre la mesa-, quizá
solo puedas contar votos este fin de semana.
- Va a hacer un día
soleado, no hay problema -El Barón pone su fe en las predicciones
meteorológicas científicas, esto es, en sus rodillas reconstruidas
quirúrgicamente que le avisan dolorosamente de los cambios de
tiempo-, el problema es que los cardenalicios de Madrid vengan muy
crecidos después de la paliza que les han metido a los sevillanos.
- Más dura será
su caída -Galtzagorri está en éxtasis con un pintxo de foie en una
mano y una copa del dorado vino en la otra-, que a los tigres de
Landare se les ve con ganas desde el principio ¡Este año se van a
comer hasta los patos del Urumea! ¡Que esos se han criado con agua
tan rica en sustancias radiactivas que deben ser mutantes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario