jueves, 30 de julio de 2020

LA NUEVA NORMALIDAD EN EL RUGBY


- Habrà que jugarse a los chinos quién saca la basura hoy – dice el Baron de la Florida cerrando la ùltima bolsa negra en la cocina de la sociedad –, porque esto huele fatal y no va a haber gel hidro-alcoholico que lo arregle.

- No sé si es oportuno jugar a los chinos ademàs de ser quizà politicamente incorrecto – le contesta el Marqués de Altamira que recoge el tapete, los hamarrekos y las cartas –, ya sabes que el lenguaje debe adaptarse a la nueva anormalidad.

- Para anormalidad esa que se les ha ocurrido de suprimir las melés, los rucks y tal para evitar ocasiones de contagio en el rugby aficionado – dice Galtzagorri que està enguantado, poniéndose la mascarilla con el escudo de la Real Sociedad -, también podian haber pensado en que se jugase con mascarilla o que fuera obligatorio ponérsela antes de placar.

- Es que quieren hacer al mismo tiempo cosas incompatibles por esencia: generar los ingresos del negocio y dar la imagen de que se protege la salud pùblica – Hiruntchiverry coge la bolsa que le pasa Galtzagorri con las manos enguantadas y los brazos extendidos al màximo -, a los profesionales, como necesitan jugar para vivir, se les hace jugar y a ver si hay suerte y no hay muchos invàlidos y muertos por el virus, al fin y al cabo son obreros y la mano de obra es fàcil de ser recambiada.

La caravana de enmascarados avanza hacia los containers por la calle desierta en la noche como hormigas transportando granos al hormiguero, el Baron de la Florida va el ùltimo, después de haber cerrado la puerta de la sociedad.

- Por eso te has pasado al golf que es un deporte de proletarios pero que no ha necesitado modificar reglas para evitar contagios.

- Calla, que las transmisiones de golf remplazan muy bien las etapas del Tour para la hora de la siesta y te dan ganas de ir a pasear por el campo detràs de la pelotita, como un perrito faldero.

- Pero pisar uno de esos campos de golf te cuesta como alquilar un piso con vistas a la Concha.

- Sopas sin sorber, no puede ser y el que quiera peces que se moje el culo, que decis en este pais.



martes, 28 de julio de 2020

EL DOBLE


- Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte del mundo – comenta el Barón de la Florida aliñando la ensalada de tomate, queso y aceitunas negras -, alguien que se nos parece tanto que nos podemos confundir.
- Los parecidos razonables existen – contesta Imanol Hiruntchiverry abriendo la botella de txakolí frío -, y se usan mucho en el cine ¿Quién no tiene una tía que puede pasar por la reina de Inglaterra sin problemas y con el bolso adecuado?
- Yo tengo un par de dobles y los conozco – Galtzagorri interviene mientras apaga el fuego de la sartén de carrilleras a la que pone una tapa -, bueno, más o menos los conozco.
Todos se sientan alrededor de la mesa de la sociedad y se van sirviendo la ensalada. Hiruntchiverry ha derramado, como siempre, la mitad de la primera botella al intentar servir el txakolí desde la máxima altura posible. Galtzagorri habla más que come.
- En tiempos juveniles, un día en “La espiga”, el camarero de la barra del bar me reclamó que el domingo anterior me había ido sin pagar. Era imposible porque el domingo yo había estado en el monte, en una excursión por los Pirineos y discutimos un rato. Lo único que saqué claro es que mi doble había estado tomando el aperitivo con una cuadrilla de Pamplona y que habían hecho un “simpa”. El incidente fue bastante desagradable y enfrió mi relación con los del bar pero nunca pagué aquella ronda. Y esa fue la primera vez que tuve conocimiento de la existencia en Iruña de mi doble.
- ¿La primera?
- Bastantes años más tarde, un amigo de uno de mis hermanos me dijo en una cena en la que coincidimos que por motivos de su trabajo iba mucho a Pamplona y que solía verme por el centro de la ciudad pero que yo no le devolvía el saludo. Vuelta a discutir para convencerle que yo no había sido quien no le había saludado. Y este hombre, Humberto se llamaba, creo, un tiempo más tarde me llamó por teléfono para decirme que había estado con mi doble, que el tipo era idéntico a mí, de mi misma edad pero que no le había dicho nada de que tenía un doble en Donostia y me dio las señas de un establecimiento de Pamplona en el que trabajaba mi doble.
- Así que has estado con él y todo.
- Jamás. Creo que él no quiere coincidir conmigo. Un día que fui a un juicio en Pamplona, al terminar me acerqué al comercio que me habían indicado en pleno centro de la ciudad y entré. Un empleado que estaba en la tienda me saludó diciendo “¿Te has olvidado algo?” y, cuando me acerqué, me dijo “Perdone, le había confundido con…” así que me explicó que mi doble acababa de salir para desplazarse a un pueblo del Valle del Roncal, que efectivamente parecíamos mellizos con pequeñas diferencias físicas pero que mi forma de moverme y mi voz eran similares a las suyas, le dí mi tarjeta y cogí la del negocio, le dije al empleado que me gustaría hablar con mi “hermano gemelo” y hasta hoy.
- ¿No le has visto?
- Nunca me llamó. Yo lo hice un par de veces pero me dijeron que no se podía poner y no me quisieron dar su teléfono personal. Así que lo dejé en el olvido. Un día pasé por la tienda y había cerrado, ahora hay allí otra cosa, no sé qué.  Al menos, no ha dejado sin pagar nunca más una ronda en mis bares habituales.
- ¿Y el otro?
- En Zaragoza. He estado con él personalmente un par de veces y no me veo parecido alguno pero un día, hace tiempo, me encontré una foto en la prensa, ilustrando un reportaje sobre una feria de muestras y en medio de la foto estaba “yo”, más moreno, con más pelo pero era yo. Como yo no había estado en la feria en cuestión recorté el artículo, localicé las personas que aparecían y, aprovechando un viaje a Zaragoza, me acerqué a saludarle, no nos encontramos mutuamente parecido alguno pero sí ciertos vínculos de relaciones entre su familia y la mía en el pasado. Por casualidad tiempo más tarde nos volvimos a encontrar en un acto público y nos saludamos, alguien me preguntó si éramos hermanos, lo que me extrañó porque yo no le veo parecido conmigo ni él tampoco, en todo caso, con un tío ya difunto, en versión coreana o así, puede tener un cierto aire. La última es que un amigo hace poco me ha comentado que estaba en Zaragoza esperando en el coche a que su mujer volviera de hacer un recado, casualmente estaba aparcado en la calle en la que vive esa persona pero ese amigo no lo sabía, bueno y que me vio pasar paseando un perro, se bajó del coche para saludarme y no era yo, que el otro era un tipo elegante, agitanado, que andaba como yo, que se parecía a mí, pero no era yo.
- Esos son los genes de tu abuelo pescador – concluye el Marqués de Altamira, repartiendo “le gâteau basque” relleno de cerezas negras de Maison Castellou -, que pescaba tantas veces truchas en el Arga, alguna trucha con piernas sin querer, que su descarga genética se ha esparcido por la cuenca del Ebro.
- Mi abuelo era un santo varón.

sábado, 18 de julio de 2020

ROMA ES OTRA COSA


- Roma es otra cosa, Roma es sotanas y hábitos entrando apresuradamente en portales oscuros, Roma es un cura gordo, prácticamente obeso, saliendo de una boutique elegante con una bolsa de regalo, Roma es la sonrisa de una muchacha morena que te deja sobre la mesa la factura exorbitante de un café, Roma es la cabeza en mármol de una diosa que está caída detrás de un arbusto en ese jardín…
- Pero Altzo no está mal tampoco – el Marqués de Altamira interrumpe a Galtzagorri dejando el platillo de chorizos humeantes sobre la mesa -, aunque quizá no tenga esa poesía que dices pero también tiene un cura, tiene iglesia monumental, frontón cubierto… y esta luz del viento sur a última hora de la tarde.
- Echo de menos viajar – Galtzagorri se levanta la mascarilla con el escudo de la Real Sociedad para beberse el txakolí de un solo trago -, ahora que ya nos estábamos acostumbrando a añadir Roma a Edimburgo, Cardiff o Dublin, resulta que nos tenemos que quedar confinados entre Aranzazu y la Isla Santa Clara, entre el árbol Malato y la estación del tren de Bayona, entre San Juan de Gaztelugatxe y las Salinas de Valdegovía…
- De Añana, Salinas de Añana, aunque el cordero, las patatas y el vino nos las comimos en Espejo -el Marqués precisa mientras abre otra botella de txakolí -. Creo que se me nubla la vista ya, no acierto a ver la cruz del Ernio desde aquí.
- Pues no creo que en Altzo de arriba tengamos muchos alojamientos y yo tampoco estoy para conducir – se lamenta Galtzagorri analizando el color dorado del vino en los rayos del anochecer -, ¿Por aquí cultivaba cebollas el gigante? Podemos preguntar si nos dejan su cama.
- El virus éste me va a dejar el hígado destrozado.
- Roma es otra cosa, Roma es blanco mármol convertido en el cuerpo humano más bello, Roma es cantar arias subido en una Vespa en busca de la sombra de Audrey Herpurn, Roma es la sonrisa de una muchacha morena que toma el sol en la piscina del hotel con un vermú en la mano y te pide 300€ por hacerte compañía en la siesta, Roma es la vieja desdentada que pide limosna a una pareja de curas indiferentes en el atrio de la iglesia.



viernes, 17 de julio de 2020

SCENARIO À PARTIR DE LA REPRÉSENTATION THÉÂTRALE DES INTERNES À L’ASILE DES BONNES MÈRES DES ANGOISSES DE LA SAINTE PÉCHERESSE.

Thème:
Dans l’asile de Saint Barthélemy, la bonne mère Sœur Madeleine de la Fête prépare une pièce pastorale et pieuse avec les internes de l’établissement pour être jouée devant l’évêque Mgrs. Itxassou qui va venir en visite. Mais un des acteurs Jean Armagnac a une bizarre idée: assassiner l’évêque en profitant de sa visite et amène le groupe à préparer en cachette une autre pièce (L’assassinat d’Henri IV) pour obtenir l’opportunité du crime.

EXTÉRIEUR JOUR
(Paysage basque, verts diverses, c’est l’immense terrain d’une maison grande, solide, on devine des hauts murs qui empêchent de sortir facilement, un chemin goudronné mène de la grille d’entrée à la porte principale avec des grilles en fer et solidement fermé, sur la porte un panneau indique « REFUGE SAINT BARTHÉLEMY DES BONNES MÈRES DE LA SAINTE PÉCHERESSE », personne à l’extérieur, fenêtres fermées, grilles un peu partout, on entend des voix, quelqu’un dirige une « pastorale »,mi en basque mi en français)
INTÉRIEUR JOUR
(Grande salle de gymnase, illuminée par les fenêtres qu’on sait, un groupe d’internes avec des uniformes en toile légère suit les indications d’une nonne habillée comme une secrétaire de bureau –une petite croix argentée sur sa poitrine comme seul bijou, pas de maquillage-.)
MADELEINE
(Chante et dirige)
Haurtxo maite...
GROUPE D’INTERNES
Haurtxo maite... Nola zaude?
seaskan negarrez.
Atoz, bai, nire bihotzera.
Atoz, bai, lo lo egitera.
Abesti maitalez.
Abesti maitalez.
(Le groupe est si hétérodoxe que leur chant, il y a des hommes et des femmes à tronches vécues, des handicapés mentaux, des jeunes à yeux vides, des vieux moches… une des femmes, autour de la cinquantaine porte une poupée comme un enfant contre son sein, un des hommes est à son coté, il a une fausse barbe, le couple est un peu devant le reste, quelqu’un joue un piano)
MADELEINE
Une fois plus, Haurtxo maite...
GROUPE D’INTERNES
Haurtxo maite...
EUGENIE
(Une autre nonne, habillée comme Madeleine, apparaît à la course)
Madeleine ! Madeleine ! La bonne nouvelle, il y a la bonne nouvelle !
(Le chœur se tait)
L’évêque vient à la fête, monseigneur vient à la fête ! Faut que tu viens à la direction, faut que tu viens immédiatement.
(Madeleine regarde l’autre en souriant)
MADELEINE
J’arrive (Et se tourne aux internes) Continuez un moment sans moi ! Armagnac dirige la répétition jusqu’à que je retourne !
ARMAGNAC
(Il retire sa barbe, fait un geste obscène vers la porte par laquelle sont sorties les deux nones et se dirige aux autres)
Continuez et n’arrêtez pas: Haurtxo maite...
GROUPE D’INTERNES
(Tous chantent et presque tous au même temps commencent à faire ce qu’ils veulent, se peloter, se baiser, se battre… deux des internes se placent prés de la porte et pendant qu’ils chantent font le vigile vers le couloir. Le chaos sexuel à la salle est énorme mais la chanson reprenne sans cesse, le pianiste joue comme un robot)
INTÉRIEUR JOUR
(Bureau de la mère supérieure, un bureau simple, un tableau de Marie Madeleine préside)
SUPÉRIEURE
Est un grand honneur que Monseigneur Itxassou vienne nous visiter à l’occasion de le Saint Barthélemy et on va bien préparer la chapelle pour une messe ouverte au public du village…
MADELEINE
(Elle parle vite et enthousiaste)
On pourrait lui présenter le chœur des internes. On est en train de préparer une représentation théâtrale avec une série de chants en basque pour les jours de fête et comme ça l’évêque verra qu’on ne dépense pas les dons et que nos internes…
SUPÉRIEURE
(Vraiment supérieure)
 Nos internes ne sont pas des internes, sont des clients et ils sont occupés parce qu’on ne peut pas les doper tout le temps ! Ce refuge, Madeleine, n’est pas  ni prison ni hôpital. Nos clients arrivent volontairement ou par la volonté des familles et sont ici parce qu’ils payent ! Les dons de l’évêché sont à nous, à nôtre ordre.
MADELEINE
Mais quand même, les pauvres seront ravis d’honorer l’évêque, un homme si culte, si orthodoxe.
SUPÉRIEURE
Vous serez ravie ! Si l’évêque vient nous visiter, peut-être quelques voisins viendront et votre show pourrait les entretenir et servir à attirer des gens, au moins pour les fêtes. Ça coûte zéro et les dons des visiteurs sont des revenus à nous, à nôtre ordre.
Une autre chose. La nouvelle convention avec le Conseil Général nous oblige à accepter un psychiatre comme superviseur de cet établissement. Il va arriver bien avant que notre évêque.
  INTÉRIEUR JOUR
(Par le couloir, les deux religieuses vont vers la salle)
EUGÉNIE
Il est un « réac » ce Monseigneur Itxassou. Tu verras, il faudra s’habiller avec le « bourkha » comme dans les vieux temps pour sa visite.
MADELEINE
L’habit, Eugénie, l’habit, on ne dit pas le « bourkha ».  Un jour on va t’entendre et tu seras punie.
INTÉRIEUR JOUR
(À la salle, le chœur continue à chanter, rien ne s’est passé. Armagnac dirige impassible)
INTÉRIEUR JOUR
(Escalier en bois, une porte intérieure « douches hommes »,  Armagnac chante sous la douche, mais au même temps il a un cigare aux lèvres et une bouteille à cotés des pieds)
ARMAGNAC
Le petit Jésus s'en va-t-à l'école
En portant sa croix
Dessus son épaule
On lui donnait des bonbons
Une pomme douce
Pour mettre à sa bouche
Un bouquet de fleurs
Pour mettre à son cœur
C'est pour vous, c'est pour moi
Que Jésus est mort en croix
(Il sort de la douche, pas de cigare, pas de bouteille. Il se sèche, se rase et il parle avec  la musique de la chanson)
Le petit Monseigneur s’en va au bordel, en portant son portefeuille, dessus sa bite, on lui donnait des dons, des dons, et une pute douce pour mettre à sa bouche, un con en fleur pour mettre à son cœur, c’est pour lui, c’est pour moi que petit Monseigneur mourra en croix.
GEORGES
(Il est un des internes qui n’a pas participé à la débauche)
Qu’est ce que tu chantes?  C’est joli, c’est très bien… Le petit Monseigneur s’en va au bordel, en portant son portefeuille, dessus sa bite, on lui donnait des dons, des dons, et une pute douce pour mettre à sa bouche, un con en fleur pour mettre à son cœur, c’est pour lui, c’est pour moi que petit Monseigneur mourra en croix.
(Visiblement Georges ne s’aperçoit pas que ces paroles ne sont pas convenables et Armagnac rit)
ARMAGNAC
Georges tu ne peux pas chanter ça devant les religieuses ou tu seras puni. Tu peux chanter uniquement : Le petit Jésus s'en va-t-à l'école, en portant sa croix, dessus son épaule…

GEORGES
Aux barricades, Jésus et Monseigneur vont aux barricades ! Ha, ha, ha! Celle c’est bonne !
ARMAGNAC
Petit con!
(Il chante) Negras tormentas agitan los aires,
nubes oscuras nos impiden ver,
aunque nos espere el dolor y la muerte,
contra el enemigo nos llama el deber.
El bien más preciado es la libertad.
hay que defenderla con fe y con valor.
Alza la bandera revolucionaria,
que del triunfo sin cesar nos lleva en pos.
Alza la bandera revolucionaria,
que del triunfo sin cesar nos lleva en pos.
Debout, peuple ouvrier, à la bataille !
Il faut renverser la réaction.
Aux barricades ! Aux barricades !
Pour le triomphe de la confédération !
Aux barricades ! Aux barricades !
Pour le triomphe de la confédération !

Comme ça, comme ça, mais tout est théâtre, tout est théâtre, Georges. On est pas des anarchistes, nous sommes des limités, sortis de la rue, rejetons de la société, clochards de bonnes familles, on nous cache dans le placard des bonnes mères, pour le grand bien de nos âmes et le grand bien de l’évêque et son conseil d’administration…
GEORGES
Mais Jean… !
ARMAGNAC
Mais peut-être que le jour de la justice est plus proche qu’on croyait !
VOIX AUTORITAIRE DE RELIGIEUSE
Temps de toilette fini ! Temps de toilette fini ! Promenade, promenade…
EXTÉRIEUR JOUR
(Dans le jardin il y a une espèce de carrière hippique, les internes en rangs font des cercles autour d’une religieuse au milieu, la scène vue d’en haut est un exercice de dressage, on voit bien les empreintes des promenades répétées)
INTÉRIEUR JOUR
(À la salle, l’atrezzo pour la « pastorale », des costumes, des colis ouverts, des  coffres, des grands animaux de crèche en bois peint… le groupe d’internes répète)
GROUPE D’INTERNES
Euskal Herriko saindu ixilak
Gorarik aipa ditzagun,
Aipa zeruan ditugun hilak,
Harat hel gaiten, hek lagun…
(C’est un ballet simple, des mouvements rythmés

INTÉRIEUR JOUR
(Bureau de direction, la mère supérieure, Madeleine, Jean Michel un beau homme…)
SUPÉRIEURE
Le Docteur Jean Michel Gaillard de Saint Léon est à partir d’aujourd’hui le responsable des programmes des clients. Même si est par la convention signée entre l’évêché et la préfecture qu’il est ici, je crois sincèrement qu’il fallait impérativement qu’un expert en psychiatrie dirige l’établissement de façon permanente parce qu’on ne pouvait pas continuer avec des conseils intermittents…
MADELEINE
Ça va à être bon pour nos internes, le docteur Harinordoquy n’arrivait pas à tout le pauvre et il était un peu trop démodé.
JEAN MICHEL
J’ai étudié le programme occupationnel et je le trouve très bien. Vous faites un travail excellent et j’espère apprendre beaucoup de votre expérience Sœur Madeleine.
MADELEINE
Merci, merci, mais c’est le Docteur Harinordoquy qui a le mérite, il a été un vrai ange gardien des internes et un maître à suivre, la peine qu’il avait tant d’occupations hors notre refuge. Voulez voir venir avec moi à la salle de gym, les clients sont en train de répéter.
INTÈRIEUR JOUR
(Salle, le vigile voit que Madeleine et Jean Michel arrivent et fait des signes, le tableau idyllique se forme à l’instant. Quand la none et le psychiatre entrent la répétition a l’air morne des choses ennuyeuses…)
CHŒUR DES INTERNES
Haur… etc.
(Mais un s’assoit par terre et les autres commencent à se distraire, on s’assoit un peu partout, on s’endorme, on tape un coup de pied et une bagarre éclate… Madeleine arrive à arrêter le tumulte… les chants on continue et continuent pendant les incidents)
INTÉRIEUR JOUR
(Bureau du psychiatre, Madeleine et Jean Michel sont avec des papiers, des fiches des internes, des dossiers de santé etc.)
MADELEINE
Je ne sais pas si on peut les laisser autogestionner les activités, il y a des vraies tarés, des cas difficiles… en plus ils sont habitués à être gérés avec de la discipline…
JEAN MICHEL
Le but de ce programme est de développer chez les patients, les clients que dit Madame la patronne, les connaissances et les attitudes qui favorisent une meilleure gestion de leur santé.
MADELEINE
Il est vrai que dès votre arrivée, les internes manifestent beaucoup d’intérêt face aux activités et les échanges à l’intérieur des groupes sont particulièrement riches. Maintenant  qu’on est là pour le soutien à l’autogestion  et on ne vise pas à remplacer les traitements habituels comme la psychothérapie ou la médication. Il s’agit plutôt notre intervention d’une intervention complémentaire, mais primordiale dans la gestion, quand même, pour moi, il est difficile de laisser toute initiative aux internes.
JEAN MICHEL
Il faut les préparer pour sortir, pour réintégrer une vie dans l’extérieur… on ne peut pas les laisser dans le placard… ils sont des personnes, ils doivent sortir. Vous contrôlez les avances, vous devez être tranquilles.
MADELEINE
D’accord, d’accord…
INTÉRIEUR JOUR
(À la salle de gym. Les internes en bergers chantent et dansent comme des participants dans une « pastorale souletine », il y a plus d’instruments guitares, tambours, accordéon)
CHŒUR DES INTERNES
Agour Marie… etc.
(Ça dure un bon moment. Jean Armagnac dirige et chante le plus fort, un moment donné, il retire ses habits et se transforme en un évêque sinistre, les autres internes chantent « Ni dieu ni maître » de L. Ferré avec solennité et lui entourent au final de la musique, tout se fait très lentement… et ils finissent pour lui tomber dessus en mimant qu’ils ont des couteaux dans les mains. Georges surtout est le protagoniste du coup final, après il regarde tendrement à Fatima, une mignonne interne de regard inquiétant)
ARMAGNAC
(Se lève) Parfait ! Parfait ! On est arrivé à faire un final parfait, un drame, une tragédie ! Les bonnes sœurs vont être ravies ! On recommence.
CHŒUR DES INTERNES
Agour Marie…
(La répétition recommence, mais on sent que les internes veulent arriver au final, à l’assassinat, la tension monte dans les gestes, les faces, les mouvements… après mimer sa mort, Armagnac se lève)
ARMAGNAC
On recommence !
(Le Docteur arrive et voit en souriant l’assassinat d’Armagnac, il applaudit et s’approche de celui-ci)
JEAN MICHEL
(En ouvrant une boite de carton qu’il avait cachée à son dos) Et voilà les couteaux ! (Il fait sortir des couteaux de théâtre assez impressionnants et il donne un coup avec le plus grand sur la poitrine d’Armagnac)
ARMAGNAC
Magnifique (Il essaye les couteaux à plusieurs reprises, la lame glisse bien dans la poignée) Magnifique ! Merci, docteur ! (Aux autres, pendant qu’il distribue les couteaux) On recommence !
INTÉRIEUR NUIT
(Chambre d’Armagnac, il dort, il s’éveille, se lève nu et cherche quelque chose derrière le socle d’un des murs, une clef, avec elle il ouvre la porte, il se glisse par le couloir, il descend par les escaliers en évitant les cameras de vigilance et une nonne qui veille dans le grand hall, il arrive à la cuisine, il prend plusieurs couteaux d’un tiroir, avec les couteaux en main il monte jusqu’aux douches. Dans une des douches il colle sa main à un carreau pour le faire sortir du mur, là il y a bouteille, cigares, argent… il introduit les couteaux, ferme la cachette et retourne à son lit).
INTÉRIEUR JOUR
(Chapelle, des internes assis dans les premiers rangs, des internes  agenouillés, ils ne sont pas tous mais dans un coin ombre du fond on entend des bruits torrides, un couple fait l’amour dans le sol de la chapelle, Georges et Fatima, ils baisent avec des préservatifs qu’ils gonflent comme des ballons, ils s’amusent à jouer avec pendant qu’ils continuent)
INTÉRIEUR JOUR
(Sortie de la chapelle, Georges et Fatima se séparent mais se regardent éperdument amoureux.  En haut de l’escalier Madeleine les observe avec une certaine envie, plus en haut le docteur scrute Madeleine avec un désir évident et il descend vers elle).
JEAN MICHEL
Alors le Seigneur Dieu fit tomber sur lui un sommeil mystérieux, et l'homme s'endormit. Le Seigneur Dieu prit de la chair dans son côté, puis il le referma. Avec ce qu'il avait pris à l'homme, il forma une femme et il l'amena vers l'homme.  L'homme dit alors : « Cette fois-ci, voilà l'os de mes os et la chair de ma chair ! On l'appellera : femme. »
MADELEINE
A cause de cela, l'homme quittera son père et sa mère, il s'attachera à sa femme, et tous deux ne feront plus qu'un.
JEAN MICHEL
Tous les deux, l'homme et sa femme, étaient nus, et ils n'en éprouvaient aucune honte l'un devant l'autre.
MADELEINE
Et voilà ! Un expert dans les textes bibliques ! Mais quelle surprise !
JEAN MICHEL
La vraie surprise est de voir une femme comme vous se savoir toujours une femme et se nier de l’être pour l’éternité.
MADELEINE
Ses décisions sont insondables, ses chemins sont impénétrables!
(Les deux se dirigent à la porte de chapelle. Madeleine entre et se dirige au bénitier. Jean Michel mouille sa main et le passe l’eau. Les mains se touchent un long moment, ils se regardent)
JEAN MICHEL
Ses décisions sont insondables, ses chemins sont impénétrables!
(Madeleine se sursaute et cours vers l’autel. Jean Michel se tourne vers la porte en souriant, son sourire est peut être diabolique, il s’en va)
INTÉRIEUR JOUR
(Chapelle petite, une messe, quelques prieurs, des nonnes, Madeleine est à genoux, regard perdu dans l’autel et les vitraux avec des scènes bibliques, elle est en presque extase, son regard glisse par les vitres jusqu’à un Saint Sébastien en plein martyre avec son corps musclé et son sexe clairement marqué sous le linceul qui le cache… extase « in crescendo »)
MADELEINE
… priez pour nous, pauvres pécheurs…
JEAN MICHEL
(Tout juste derrière elle)
… ainsi soit-il…
(Elle se retourne, demande permis à la mère supérieure qui est à son côté et s’en va le plus vite possible. Le psychiatre la suit)
INTÉRIEUR JOUR
(Couloirs, escaliers, salles… c’est une poursuite, sans résultat pour le poursuivant, Madeleine a joué au cache-cache avec lui et elle dans sa cellule enfermée)
INTÉRIEUR JOUR
(Cellule de Madeleine, elle a un fouet de pénitence sur le lit, elle, nue, se fouette en parallèle à la séquence  suivante)
INTÉRIEUR JOUR
(Bureau du psychiatre, il ferme la porte, s’assoit derrière la table, allume l’ordinateur, cherche des images de nonnes sur internet et se masturbe en les regardant)
INTÉRIEUR JOUR
(Madeleine et Jean Michel arrivent au climax simultanément)
INTÉRIEUR JOUR
(Salle du gymnase, les internes sont en train de répéter des scènes de bagarres avec les couteaux de théâtre, sous la direction d’Armagnac, la porte s’ouvre, le psychiatre arrive écœuré par la fuite de Madeleine et les observe sans rien dire mais il sourit à Fatima et Fatima, qui n’est pas mal, lui sourit chaque fois que leurs regards se croissent)
ARMAGNAC
(Il donne des ordres en récitant le texte)
Ne croyez pas que je sois venu apporter la paix sur la terre;
je ne suis pas venu apporter la paix, mais l’épée.
Car je suis venu mettre la division entre l’homme et son père,
entre la fille et sa mère, entre la belle-fille et sa belle-mère;
 et l’homme aura pour ennemis les gens de sa maison.
Ne croyez pas que je sois venu apporter la paix sur la terre,
Regardez mon épée de tranchant rouge de sang
Regardez cette épée de divine justice faire son boulot
Regardez les têtes tomber sur le sol ruisselant de sang
Tremblez et pleurez parce que vous êtes en péché
Et l’épée du Seigneur tranchera vos impuretés…
(Le spectacle est chaotique à nouveau, les grands simulent de tuer les petits et les femmes, les blessés font des agonies exagérées… au final, il n’en reste qu’un vivant, il est Georges que « tue » Fatima avant de tuer « Armagnac »)
INTÉRIEUR JOUR
(Douches, Armagnac et Georges sont en train de se sécher avec des grandes serviettes, l’ambiance est gai, on rit, on chante…)
GEORGES
C’est magnifique d’avoir cette ambiance dans l’établissement ! On peut vraiment penser qu’on sortira d’ici, qu’on sortira guéris…
ARMAGNAC
C’est vraiment magnifique ! C’est bon de pouvoir nous organiser, de nous trouver comme des personnes ! Mais...
GEORGES
On continue à être enfermés, je n’arrive pas à me souvenir de ma vie avant d’arriver ici. Il y a longtemps que ma mère ne vient pas me voir, ma mère était la seule à venir me voir. Pour quoi on ne nous laisse pas d’appeler ? Je veux parler avec elle. Elle n’est pas morte !
ARMAGNAC
Ta mère est très âgée et n’aura pas beaucoup de forces mais elle continue à payer sinon tu aurais été renvoyé, et pas à la liberté, à un autre établissement, a une prison pour de vraie ou à un psychiatrique. On est ici parce que nos familles payent, parce que le Juge de Tutelles accepte que nous sommes ici mieux que vas-tu savoir où. Es-tu mal ici ? On te tient bien propre, bien habillé, bien nourri et tu as Fatima et elle t’aime.
GEORGES
Fatima est la chose plus belle qui m’est passée dans la vie !
(À partir de ce moment, ils commencent à parler comme des intellectuels, comme des experts en théâtre, ils vont à augmenter leur excitation tout au long du dialogue sur le spectacle)
ARMAGNAC
L’amour ! L’amour ! Tous les deux vous jouez très bien ensemble. Il faut, je crois, que tu improvises un peu plus, que tu sois plus créatif dans ton jeu théâtrale, je crois, mais c’est à toi de sentir et de jouer.
GEORGES
Non, non, tu fais bien de me dire. Je sens aussi qu’on pourrait faire mieux, dépasser les bornes, jouer sans limites…
ARMAGNAC
Le texte n’est pas une limite, le texte est une base pour développer le jeu, pour progresser dans le spectacle. Il faut se questionner, trouver des situations troublantes, que les spectateurs soient abasourdis,   qu’ils soient une partie de la pièce.
GEORGES
Mettre un spectateur dans le centre de la pièce !
ARMAGNAC
Un spectateur protagoniste : L’évêque !
GEORGES
Oui ! L’évêque  comme l’offrande qu’on sacrifie au final, comme le roi qui doit mourir, comme l’agneau surpris para la brutalité du sacrifice qu’on lui demande !
ARMAGNAC
Bien, Georges ! Bien ! Mais c’est du spectacle, c’est du théâtre, il faut jouer et faire jouer. N’oublie pas que le couteau que tu enfonces dans le roi ou l’évêque, n’est pas le couteau de Ravaillac sinon qui est un couteau truqué, mais c’est toi avec ta gestualité, avec ton expression, qui doit faire sentir la cruauté du sacrifice au public.
GEORGES
C’est moi, moi, qui est dans la scène et quand on est en scène, on a le pouvoir, on dirige, on commande !
INTÉRIEUR JOUR
(Répétition à la salle, quelques chaises simulent des rangs, les internes sont habillés plus ou moins en style XVIème siècle, Armagnac est revêtu d’évêque, on voit des différents tableaux accompagnés des chants, on commence pour représenter en bon ordre les chants basques des enfants, des chants festifs, Fatima montre sa jambe à un des garçons, une femme se fâche, pendant que la fête et les chansons continuent les internes se divisent en deux et une querelle surgit, ils miment une bagarre collective qui s’arrête aux pieds d’Armagnac, maintenant assis en tenu d’évêque, quand Armagnac fait une grimace de surprise Georges le poignarde et s’enfuie avec Fatima, tous courent après eux et ils retournent pour saluer au public devant la salle encore vide)
ARMAGNAC
Le spectacle s’améliore, il devient de plus en plus fluide, il y a du rythme. On va avoir un succès. Il faut tout ranger.
(Les internes se déshabillent, laissent l’atrezzo en ordre, les couteaux de théâtre   dans un panier… Au fond de la salle le psychiatre était en l’obscurité et il s’approche des internes)
JEAN MICHEL
Bravo, bravo ! Très moderne, une pièce de nos jours !
GEORGES
Merci, merci…
JEAN MICHEL
Georges je veux te faire un test, j’ai besoin de constater tes dernières progressions Est-ce que tu peux aller à mon bureau, s’il te plaît ? (Georges souriant  sorte de la salle) Et Fatima ? Où est tu ? Fatima aussi va très bien, je voudrais te faire à nouveau un test complet. Est-ce que tu pourrais venir en une demi-heure, s’il te plaît ?
INTÉRIEUR NUIT
(Bureau du psychiatre, le docteur et Georges jouent avec des cartes de tarot dans une table, Georges prends une carte et fait une description, Jean Michel prends des notes)
GEORGES
Le bateleur, un type soulève un bâton devant une table, le type a un huit bizarre  qui flotte sur sa tête, dans la table il y a une épée, une coupe et un autre bâton et des fleurs un peu partout… il est un mage, un jongleur, un illusionniste...  il est en train de mettre en avant la futilité, la spéculation, voire le mensonge pour parvenir à ses fins.
JEAN MICHEL
Prends une autre des miennes pour finir
(Georges prends une autre)
GEORGES
L’étoile, une fille blonde est agenouillée à coté d’un lac, elle prend de l’eau et arrose l’herbe, une grande étoile illumine la scène nocturne, elle a une relation amoureuse superficielle, avec rigidité dans les échanges et les interactions, grand difficulté dans les rencontres...
JEAN MICHEL
C’est fini. Très bien, Georges, tu avances vraiment.
(Il fait sortir Georges et entrer Fatima)
Au revoir, Georges. Entre Fatima, prépare-toi pour l’examen
(Il ferme la porte et quand il se retourne Fatima est nue, splendide, on voit bien qu’il oublie de verrouiller la porte)
INTÉRIEUR NUIT
(Dans le couloir Georges se promène devant la porte fermée du bureau du psychiatre, un moment donné il s’approche, on entend parfaitement des bruits de film porno, il ouvre un peu la porte, Fatima est en train de faire une fellation à Jean Michel. Georges ferme la porte et s’en va)
 EXTÉRIEUR JOUR
(Le jardin de l’établissement est décoré, couronnes, fanions… On sent bien qu’un événement va se produire, les bonnes sœurs courent d’un coté à un autre)
INTÉRIEUR JOUR
(Salle,  Armagnac change les couteaux faux par les couteaux de cuisine et s’en va)
INTÉRIEUR JOUR
(Douches, Armagnac ferme la cachette des douches et disparaît par le couloir. Georges apparaît quand il est parti et va aux douches, il arrive à ouvrir la cachette et teste les couteaux de théâtre, il laisse tout comme il était)

EXTÉRIEUR JOUR
(Jardin, chapelle…  L’évêque arrive)
ITXASSOU
Mes brebis, mes agneaux, mes enfants… que Dieu fasse de moi un vrai foyer de lumière et d'amour, une parole pour porter sa joie. Je veux que tout autour de moi et en moi rayonne l'harmonie, le saint consentement, la joie et l'immense bonté du cœur. Être toujours gai, toujours joyeux même dans l'affliction... c'est si bon ! C'est de là que j'ai compris la valeur d'un sourire accueillant, le bénéfice d'une sérénité habituelle transformant mélancolie et tristesse en saint consentement. Je connais maintenant la joie la plus pure, la plus douce que l’on puisse connaître : celle de vivre pour les autres et pour leur bonheur.
(Tout le monde applaudit. L’évêque regarde Madeleine avec désir)
ITXASSOU
Donner Dieu en tout, à tous et à toutes, le donner constamment, le donner autant de fois et en autant de manières qu'il le voudra. Par la prière, par l'exemple, par la parole, par la bonté, la charité, le pardon... et surtout par l'amour, par l’amour, par l’amour…  Il ne faut pas oublier que Dieu est amour, tout l’amour, et rien d’autre qu’amour.
(Il a pris la main de Madeleine et il ne va pas la quitter)
ARMAGNAC
Et toi, tu sais beaucoup de l’amour, un peu trop peut être.
ITXASSOU
Mon frère ! Mon frère !! Jean !
ARMAGNAC
Pas mort, mais enterré. Ton frère, ton frère qui est passé pour tous les cercles de l’enfer et qui est caché dans ce petit bout de paradis sur terre.
(L’évêque, sans libérer la main de Madeleine, prends Armagnac par l’épaule)
ITXASSOU
Ne râle pas, mon vieux, ne râle pas ! Tu es beau à nouveau !  Mais tu adores le drame, et surtout être le protagoniste du drame. Est-ce que tu as mis ton moteur cérébral en marche ? Est-il parti à nouveau ? Non, je suppose que non, parce que s’il l’était tu serais déjà le directeur de l’asile. Ne laisse pas de prendre tes médicaments ou tu ne sortiras d’ici jamais. Et ça me ferait beaucoup de peine… Ah ! Mon pauvre cœur ne le supporterait pas.
ARMAGNAC
On a entendu que ta sainte vie au service de ta religion t’a fait passer par la salle d’opération dernièrement. Il te vaudrait mieux de faire jeûne et pénitence et t’abstenir d’admirer de près les beautés créés par nôtre Seigneur.
ITXASSOU
Ah le sacrifice ! Le sacrifice semble aussi  naturel  que la prière; le sacrifice est révélateur de ce que l’homme pense de lui-même, la seconde de ce qu’il pense de Dieu.  Depuis que le péché est entré dans le monde, dans son sillage sont apparus des sentiments douloureux de culpabilité, d’éloignement de Dieu et d’impuissance. Il est compréhensible que le désir d’échapper à cette condition pénible incite l’homme à rechercher le secours de Dieu par le sacrifice. Mais la beauté est venue dans le monde avec la création, par la volonté de Dieu et la puissance de l’Esprit de lumière. Elle a été mise en toute chose et  en tout être. Dieu, dans sa grande bonté de Père a voulu nous la donner comme cadeau merveilleux afin que l’homme puisse être heureux. Oui, sœur Beauté, fille bien aimée de Dieu est née avec la création du monde : "Et Dieu vit que cela était bon". Dieu, la Beauté même, a été le premier à contempler la beauté. "Et Dieu vit que cela était bon !"
(Madeleine est paniquée et regarde à Armagnac comme son seul salvateur)
ITXASSOU
Mais comment vas-tu l’apprécier ? Toi, toi qu’as pris le chemin de la dope et de l’alcool jusqu'à l’impasse de l’enfer !
ARMAGNAC
Je crois que c’est le moment de te montrer où nous a amené le travail de ces sœurs de beauté.

INTÉRIEUR JOUR
(Salle aménagé en salle de spectacles, les internes jouent, l’évêque regarde les seins de Madeleine, les seins et les culs des internes, on voit bien qu’il est très excité avec le spectacle, la mère supérieure est assise à coté de l’évêque, le psychiatre, un peu bourré, est assis à coté de Madeleine qui se trouve entre les deux satyres, tous les quatre en premier rang, il n’y a pas de séparation entre acteurs et spectateurs)
(Le spectacle se développe comme d’habitude de la pastorale a la danse dionysiaque, la chaleur augmente entre les spectateurs en parallèle, il l ya des évanouissements, Madeleine se déboutonne un peu, l’évêque regarde, le psychiatre aussi)
(Quand Georges prend le grand couteau et avance, Armagnac prend un autre et le suit vers la présidence) 
(Cris)
L’évêque est mort ! Monseigneur est mort !
(La musique s’arrête un moment, Georges et Armagnac aussi avec les couteaux élevés, le psychiatre libère Madeleine et s’agenouille avec la supérieure essayant de ranimer le gros corps de l’évêque)
(La musique a repris, Fatima prends le couteau de la main de Georges et le jette au panier, elle signale la porte ouverte de la salle et au fond, on voit la porte de l’asile ouverte, ils courent ver la liberté)
ARMAGNAC
Oui, le cochon est noir. Oui, le cochon est mort. Oui, le cochon est bon. Dadou ronron ron dadou ronron. Chez Loulou, on a tué le cochon, dadou ronron ron dadou ronron.  Avec les cuisses, on a fait du jambon, dadou ronron ron dadou ronron.
(Il léve le couteau pour se tuer mais Madeleine arrive à l’arrêter et l’embrasse sur la bouche, ils s’embrassent comme dans une comédie américaine pendant qu’ils dansent avec la musique et s’en vont vers la sortie)
(Les pompiers retirent le cadavre, les spectateurs s’en vont, le pianiste joue comme un robot à nouveau, sauf le psychiatre et la supérieure tout le monde, même le pianiste s’en va)

JEAN MICHEL

Que quatre capitaines portent Hamlet comme un combattant, sur l’estrade ; car, probablement, s’il eût été mis à l’épreuve, c’eût été un grand roi ! et que, sur son passage, la musique militaire et les salves guerrières retentissent hautement en son honneur ! Enlevez les corps : un tel spectacle ne sied qu’au champ de bataille ; ici, il fait mal. Allez ! dites aux soldats de faire feu…

SUPÉRIEURE
Mon pauvre Jean Michel mais tu es bourré ! Qu’est que tu vas faire maintenant ? Tant de coqueliquer et toutes les garces se sont envolées !! Seul, ivre, sans boulot…

JEAN MICHEL
Qu’est que vous allez faire maintenant ? Seule, sobre, sans boulot… J’ai toujours admiré votre force, votre volonté, et pour tout dire, je sais qu’il y a une vraie femme en vous. De quoi vivrez-vous ?

SUPÉRIEURE
De fruits, d'herbes, de racines, de coquillages, de rien ; s'il le faut, nous pécherons, nous chasserons, nous deviendrons sauvages, et notre vie finira avec honneur et gloire, et non pas dans l'humilité ridicule ou l'on veut tenir des personnes de notre excellence.

JEAN MICHEL
Et où tout ça ?

SUPÉRIEURE
À Ibiza ! Si tu te décides j’ai assez de sous pour les billets, mais c’est maintenant ou jamais !

(Elle commence à partir, Jean Michel la plaque, la retourne, l’embrasse et...)

FIN




lunes, 13 de julio de 2020

VALLE DE LÁGRIMAS DE AMOR (2)

Capítulo anterior
Burdeos es como Bilbao en cierta forma y hace tiempo que ambas ciudades llevan, quizá voluntariamente, una vida urbana paralela. El actor vasco Imanol Hiruntchiverry gusta de pasearse en solitario por la orilla del Garona y también por la del Nervión pero a Burdeos suele ir por trabajo y a Bilbao no, a Bilbao va en visitas de ocio. Una mañana de salida del confinamiento se encontró con horas vacías de contenido en Burdeos y provisto de mascarilla y frasco de desinfectante dejó que sus pasos le llevaran por el paseo aguas abajo, dejando atrás el Espejo de agua y la Plaza de la Bolsa pensando, inevitablemente, en Isabelle. “Quand Isabelle dort plus rien ne bouge…” cantaba Jacques Brel a su hija, pero Imanol recordaba haber entonado la canción al despertarse junto a Isabelle la última vez que durmieron juntos después de una noche de amor, de pasión, y que él creyó por un momento que iba a ser la primera de su vida definitiva con Isabelle.
Habían pasado 15 años sin Isabelle y, cerrando los ojos o sin cerrarlos como ahora frente a las aguas oscuras del río, veía su rostro dormido, oía su respiración rítmica y tranquila, el olor fresco de su cuerpo mezclado con los ácidos de sus encuentros de la noche en las sábanas… Había prometido que le llamaría para subir con ella a hacer el Posets en septiembre, era aún julio, y él no lo hizo, al volver a su vida de Biarritz, una vez más le pilló su abulia, su incapacidad de romper relaciones que nunca hubieran debido comenzar y se encontró viviendo con una amante, quizá esposa, dotada de un trastorno límite de personalidad que le condujo por una senda  llena de charcos de pastis, arroyos de vino y ríos de destilados durante unos años, cuando su metabolismo le sacó del caos mental de aquel vínculo no se atrevió a llamar a Isabelle y ahora tenía miedo de encontrarla en las calles de Burdeos, de no saber explicar qué había pasado para no haber subido al Posets con ella y haber construido los 15 años de amor que ella merecía.
Porque Imanol estaba casado de nuevo, felizmente casado por cuarta vez, no por quinta vez como sus amigos decían, aunque si abría el armario del rincón de su cuarto de trabajo, al fondo del pasillo, se caía siempre el álbum de fotos, y de él, con la magia de las cosas, saltaba a sus manos una foto de Isabelle, una foto de ella fumando un cigarro en un bistró elegante de Burdeos, la foto que le hizo en su último encuentro. Se pasaba un rato mirando esos ojos sonrientes y pícaros, de niña traviesa, fijados hasta que la química se descomponga en la fotografía.
Cuando Imanol estudiaba en Burdeos su último curso, vivía en un piso compartido con una banda de compañeros de diversos orígenes, hace 50 años eran tiempos de revoluciones, vinos y pieles femeninas. Un encuentro en un garito universitario al que las chicas de liceo se asomaban investigando hasta dónde les podía llevar el estallido de sus hormonas, metió a Isabelle en la cama de sábanas grises, no las lavaba con la frecuencia necesaria, de Imanol para dejar en ella,a modo de muesca, su virginidad de adolescente. Y cuando la vida universitaria se acabó, la relación, como otras, pasó al archivo de la memoria de lo que nunca volverá.
El destino es cabrón. Una mañana de recados familiares por navidad llevó a Imanol de vuelta a Burdeos un par de años más tarde y, como la familia prescindió de sus servicios por la rue Sainte Catherine hasta la hora del regreso, desde el teléfono de un bar, no había otras opciones femeninas en Burdeos, llamó a Isabelle. Estuvieron los dos paseando, hablando y tomando aperitivos hasta que acabaron en una cama prestada de otro piso de estudiantes. Un mes más tarde ella estaba embarazada y le llamó para avisarle, Hiruntchiverry se quedó aterrado, su novia local Ane le había dicho la víspera lo mismo. Con 24 años hay situaciones de comedia que se convierten en dramas, e Imanol se encontró protagonista de una serie de mentiras, estratagemas, viajes clandestinos entre Biarritz y Burdeos y lágrimas a de una y otra hasta que Isabelle interrumpió voluntariamente su embarazo mientras que Ane, previo paso por la alcaldía, por el pasillo formado por los compañeros del equipo de rugby y por urgencias del Hospital de Bayona, dio a luz una Ane Hirunchiverry que actualmente se vuelve a hablar con su padre después de unos decenios ignorando su existencia.
El matrimonio no le sentaba bien a Imanol y su salud sentimental era mala, así que cuando una formación profesional -  el título de derecho colgado en la pared y el rugby le habían facilitado un empleo en una entidad financiera -, le llevó soltero por unos días a Burdeos, se interesó telefónicamente por Isabelle y ésta acabó por pasar todas las noches en el hotel a gastos pagados.
Imanol volvió a Biarritz con la idea de romper su matrimonio, retornar a Burdeos y darse una oportunidad a sus 30 años de edad con Isabelle pero no.
Imanol vivió un hijo más o así con Ane, hasta que ésta tuvo el detalle de dejarle por un monitor de gimnasia de origen argelino al que se parece enormemente ese hijo. Ya eran tiempos en que Imanol había ascendido en su trabajo financiero, trasladado de Bayona a Dax o a Mont de Marsan, a responsable de formación de reclutas para lo cual se desplazaba los veranos en una sucursal bancaria sobre ruedas en compañía de un becario a atender los clientes por localidades aisladas, campings, casas rurales… Así, hacia la cuarentena, conoció el coño que le iba a retener durante un tiempo, porque lo primero que vio de ella fue el matojo de caracolillos de pelo negro que conformaban en su pubis una cabeza de flecha hacia abajo. Habían aparcado la autocaravana bancaria en el camping naturista de Arnaoutchot, los dos empleados de banca perfectamente vestidos con camisa y corbata en su interior, la clientela perfectamente desnuda con sus bolsos y billeteros en la mano hacía cola en el exterior y según entraban Hiruntchiverry veía sus genitales, luego procuraba concentrarse en sus ojos, los de Carmen delataban su sangre española, por lo demás estaba delgada, muy delgada y se movía con agilidad felina.
Cuando un par de meses más tarde la vio de nuevo, en la sucursal de Mont de Marsan en la que él trabajaba, no la reconoció vestida. Sin embargo, al identificarle por su nombre y apellido pudo iniciar una conversación que luego continuó en una cafetería. Carmen era periodista y había sido enviada a dirigir la emisora local de una cadena radiofónica, a los pocos días ya supo que estaba separada, más de hecho que de derecho, de un marido que andaba de corresponsal por Buenos Aires, algunas semanas más tarde Imanol ya se encontraba sacando el perro de Carmen y un par de hijos, que iban con ella en el lote, a pasear mientras ésta cerraba las emisiones. De ahí a que una noche ella le preguntara cuándo iban a empezar a follar y a hacerlo por vez primera en un coqueto hotel de un valle pirenaico las cosas fueron rodadas con la lógica de la ley de la gravedad. Imanol descubrió la dureza de aquellos caracolillos, verdaderos alambres de acero, que, sin embargo, le provocaban unas eyaculaciones precoces desesperantes para ambos amantes. Enseguida Carmen, la fidelidad no era una de sus virtudes, descubrió por su parte los atractivos de los pilotos de la base aérea de Mont de Marsan, así que la relación duró hasta que un piloto y Carmen encontraron un destino común cerca de París. Poco después Imanol volvió a la costa vasca con un nuevo ascenso y una depresión paranoica.
Sumido en estos recuerdos, el paseo le estaba conduciendo hacia el Cours de Medoc, algunos barcos de recreo estaban acostados a los muelles, brillantes bajo el sol, sus pabellones ondeando con la brisa. Y recordó cómo la depresión había puesto en su camino una nueva amante que le iba a conducir a Burdeos en vez de llevarle directamente a Burdeos para ahorrarle un via crucis de servir de paño de las lágrimas provocadas por un marido maltratador, una especie de inteligente sádico, personaje escapado de una película sobre campos de concentración siberianos, y pasar sin darse cuenta a sustituir al marido, muy ausente, en el tálamo de Solange.
Alguien del banco le habló de un siquiatra de Burdeos, no entendió por qué se lo decía hasta que se encontró desnudo en las escaleras del edificio de su amante, la cual borracha perdida abroncaba dentro de la vivienda al marido por haber vuelto repentinamente sin avisar, consiguió vestirse a medias y desprenderse de su propia borrachera a medias, todo ello lo suficiente para decidir tomar una cita con el siquiatra recomendado.
Lo de que el destino es muy cabrón era un pensamiento recurrente de Hiruntchiverry. Empezó las visitas al siquiatra en Burdeos y la consulta estaba situada en el barrio en que vivía Isabelle, cerca de la Catedral de St. André. Las pocas probabilidades que había de volverse a encontrar con ella se dieron, cuando los dos se dieron de bruces en la puerta de una cafetería, se sentaron a hablar, se contaron sus vidas de los años, lustros, decenios y siglos transcurridos tan lejos y tan cerca, se despidieron el primer día tan amigos. Imanol no pudo evitar llamarle cuando le tocó su siguiente visita al siquiatra. Isabelle no pudo evitar llevar a Imanol a su cama, había acabado una larga relación por aburrimiento. Imanol no contó nada al siquiatra pero éste le iba encontrando cada vez más mejorado y fue espaciando las consultas.
En el banco Imanol se ofrecía voluntario para todas las gestiones que hubiera que hacer en Burdeos pero a la vez seguía sosteniendo el alma en trozos de Solange tanto por los bares del Petit y del Grand Bayonne como por las escaleras que conducían al frío lecho conyugal.
Una vez más se vio volviendo de Burdeos hacia el sur para romper definitivamente aquella maldita cadena, marchar a escalar el Posets y quedarse a dormir definitivamente con Isabelle hasta que ésta, y no otra, le cerrase los ojos a su cadáver cuando su alma de zíngaro abandonase su cuerpo machacado de rugby y cervezas. Y una vez más había cerrado la puerta a aquel sueño para disfrutar de una pesadilla durante los siguientes años hasta que un día salió a hacer un recado y no volvió.
Tampoco tuvo el valor de volver a Isabelle, se merecía el castigo eterno de privarse de ella por su cobardía.
Las gaviotas perseguían las mascarillas que el viento empujaba hacia el agua pero no podían evitar que cayesen y se alejaran flotando asquerosas en las corrientes contrarias del Garona. Ahora Imanol había encontrado la mujer destinada a cerrar sus ojos, esta vez de verdad, él estaba feliz y reposado en un matrimonio sin otros sobresaltos más que los que el amor al otro provocan, muchas veces por nimiedades. Echó de menos a su mujer, le hubiera gustado estrechar su mano durante este paseo sin objetivo. Ahora tenía que darse la vuelta, coger un tranvía y acercarse al sitio del rodaje - estaba en Burdeos para intervenir brevemente en una escena de una serie policíaca -, pero un yate matriculado en Bilbao estaba amarrado a su altura, la bandera del Reino de España y una bandera vasca formaban pareja en su popa, el nombre del barco “Maixabel” relucía en la amura de proa. Algunos de sus ocupantes se disponían a descender a tierra. Imanol observaba sin ser observado a la mujer que saltó la primera al muelle.

(Continuará)


domingo, 12 de julio de 2020

PACO IDIÁQUEZ

La muerte ha cogido a Paco Idiáquez y cincuenta años de vínculos se han deshecho. Le conocí en el despacho de los hermanos Recalde, José Ramón y José Manuel, enseguida conocí a su madre y a su círculo de amigos y camaradas, yo estaba acabando mis estudios de derecho en Bilbao y él se peleaba ya con la legislación laboral en defensa del clandestino sindicato de Comisiones Obreras. Condenado a más de 4 años de cárcel por el TOP, se afeitó la barba para no ser reconocido y me ordenó hacerme cargo de la defensa del sindicato en su sustitución. La agonía del franquismo, la amnistía, la vuelta del exilio, las redadas y detenciones, las torturas absurdas a nuestros amigos, las legalizaciones de sindicatos y partidos, referéndums y primeras elecciones nos hicieron trabajar juntos tanto política como jurídicamente, enfrentarnos muchas veces hasta límites lejanos de los que había que volver a base de cenas y alcohol hasta que amanecía sobre nuestras cabezas y, al final, la separación política definitiva cuando nuestras concepciones de lo que había que hacer para mejorar el mundo se hicieron incompatibles pero siempre quedaron los encuentros y reencuentros, el intercambio de ayudas en litigios, los préstamos de libros no devueltos, los aniversarios, las bodas, los nacimientos, los entierros y los funerales, las comidas porque sí o porque hacía un tiempo que no sabía nada de ti, las separaciones y divorcios, las cenas en la casa de Galicia…
Un día alguien llama para decir que Paco está mal, muy mal y que tiene que plegar su cerebro porque se está apagando poco a poco, sin embargo, le encuentro y me reconoce, hasta cuenta una historieta que yo hubiera preferido olvidar pero su mirada no es su mirada, los esporádicos encuentros son escalones en bajada hasta hace unos meses en que nos vemos en el supermercado, él con una bolsa de compra en la mano, pido permiso a su acompañante para hablarle y me anima a hacerlo, Paco dice que me reconoce pero que le diga mi nombre, se lo digo y él me señala y se lo dice en voz alta a quien le aguarda junto a la caja, luego nos abrazamos.

VALLE DE LÁGRIMAS DE AMOR

Aunque no fuma, Imanol Hiruntchiverry cogió la moto para acercarse a Donostia desde Biarritz  y comprar unos cartones de tabaco en cuanto la frontera se abrió. Había quedado con Jon Galtzagorri a la hora del aperitivo en una terraza de la calle Santa Catalina a la sombra del Hotel María Cristina. Aparcar una moto Yamaha de 1300 cm³ en San Sebastián es más difícil que tomar todas las curvas del Tourmalet desde Luz-Saint Sauveur hasta Sainte Marie de Campan sin dejarse el borde de las gomas en el paseo pero Imanol consiguió dejarla por la calle Oquendo, el coronavirus quizá disminuía aún el trasiego en el centro de la ciudad.
Una hermosa mujer, una “chica” de su edad, se estaba despidiendo de Galtzagorri cuando Imanol llegó a la mesa.
- ¡Qué bien te sienta la jubilación! - ella dijo al irse, dejando en el aire el brillo de sus ojos y un aroma de número 5 de Chanel-.
Lógicamente la donostiarra no había reconocido en el recién llegado al patoso francés que 50 años antes había intentado pegarse a ella en la obscuridad de una discoteca de Zarauz, a pesar de que ninguno llevaba mascarilla puesta, pero Imanol revivió aquella vieja escena inmediatamente. “Está más guapa que cuando tenía 15 años”, le comentó a su amigo mientras pedía una cerveza por señas a la camarera.
- Hay amores que nunca se borran -le contestó Jon amagando un brindis a un metro y medio de distancia desde el otro lado de la mesa -, a pesar de que tú hayas batido varias veces el récord de Julio Iglesias.
- Sabes que no estoy nada orgulloso de mi pasado promiscuo – Imanol ponía una voz de bajo ruso cuando la nostalgia invadía su cabeza y sus frases empezaron a sonar como un recitativo de Verdi -, aquella fue una etapa de catarsis de la madurez y la juventud, como la de ella quedó lejos, todavía más lejos.
- Esperemos eso y que a la quinta vaya la vencida y que la actual te dure.
Los dos amigos estuvieron un rato hablando de virus, confinamientos y rugby, compartiendo cervezas y menú del día en la terraza, hasta que se levantaron para pasar por el estanco de la plaza de Reina Regente y hacer las compras para los vicios de la familia Hiruntchiverry. Al salir del establecimiento, mientras se quitaban las mascarillas protectoras y se despedían, pasó la estilizada silueta con su aura de Chanel.
- Me he quedado pensando antes ¿Tú no eras un francés que jugaba al rugby y andaba hace años por los garitos de Zarauz?
Imanol sintió que las glándulas del orgullo le mandaban un mensaje interno a la altura de sus genitales y Galtzagorri se dio cuenta.
- No te rías, no te rías -le dijo Imanol a su amigo donostiarra, cuando, después de un breve intercambio de frases tópicas, ella se alejó apresuradamente hacia el Boulevard -, y no comentes nada que acabas en el río.

Siguiente capítulo





viernes, 10 de julio de 2020

SUGAR DADDY

- ¿El « daddy » con cuantas « des » en la segunda ?  Siempre pongo dos pero a veces me salen tres y no me parece mal – decía Idoia mientras tecleaba rápidamente en su smartphone, sentada en topless sobre una toalla enorme decorada con un coronavirus verdoso -, lo escriba como lo escriba, supongo que lo van a entender.
- No fastidies ¿En serio que vas a poner “el anuncio”? -  desde otra toalla enorme de color gris perla y con una separación de un metro le respondió Nekane, también en topless, más preocupada por los pelillos que le habían quedado en la axila al afeitarse por la mañana -. ¿Tan desesperada estás?
- No es desesperación, es que estoy hasta las mismas – Idoia alzó sus pechos con ambas manos, en la derecha el teléfono -, hasta las tetas de novios gorrones, sin un euro, que se creen los reyes del mambo. Y tú, déjate de enredarte el sobaco que te están mirando hasta los socorristas de la torre de aquí al lado y se van a caer de la torre. Además no es “el anuncio”, es una descripción en mi perfil de tinder, como otras que hay.
- Pero poner eso de “sugar baby” quiere encontrar su “sugar daddy” que dices ¿No te parece un poco…? No sé, un poco de…
- Puta, puedes decirlo, de puta, pe, u, te, a. Pues no. No me lo parece. Es sinceridad. No encuentro el amor, no tengo problemas para ligar, no tengo problemas para follar, no tengo problemas para lo que sea. Y estoy harta.
- Tenemos trabajo las dos, tenemos un buen salario ¿Para qué quieres una relación estable, noviazgos, bodas, hijos… todo ese rollo? Haz como yo, carpe diem, yo pienso tirar así otros 30 años, hasta los 60 o así y a ti te quedan casi 10 años más.
- Debe ser el reloj biológico ése, que el mío no es rólex como el tuyo… además yo no quiero pasar de la fase 1, la relación estable, el madurito que me mime en mis ratos libres hasta que su muerte nos separe y luego, si me deja heredera, bien, y si no, después de llorarle un poco, ya veremos...
- ¡Qué hostia se ha pegado el socorrista desde la torre!
- ¡Y qué bronca le está echando la colega por subnormal, por poner la oreja en nuestra conversación!


-