lunes, 21 de diciembre de 2020

LA SIESTA EN CASA DE LOS PADRES DE MIKEL (UN FINAL)

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Entre estudios y escarceos amorosos, Zulema había dejado el trabajo de camarera definitivamente. Pasaron un par de meses, en los que la Dictadura argentina desencadenó una guerra con Gran Bretaña para perderla, pero eso pasaba muy lejos del País Vasco donde los asesinatos de ETA se sucedían como una persistente y rutinaria lluvia de sangre a la que era obligado acostumbrarse para no enloquecer.  Parecía que la muerte, tan presente, empujaba a los vivos a estar más vivos, aunque la voracidad de Mikel y Zulema en el asiento trasero del coche hubiera sido posiblemente la misma en otras circunstancias. Sin embargo, la posibilidad de que un control policial, una linterna que iluminase el interior repentinamente, o una confusión de un terrorista acabase con alguno de sus encuentros de mala manera se iba haciendo cada vez más presente en sus conversaciones.


Mikel le propuso ir a comer un sábado, el siguiente del que estaban disfrutando, a comer en casa de sus padres, domicilio donde vivía mientras seguía buscando un nuevo piso, y así presentar sus futuros suegros a Zulema. Ella le dijo que él también tendría que venir a casa de sus padres y conocer a sus futuros suegros inmediatamente después. Mientras recuperaban el aliento y la compostura en el asiento de atrás acordaron que, una vez establecidas las relaciones institucionales con ambas familias, solo quedaba que Mikel encontrase un piso que le gustase a ella, establecer la fecha y pasar por el juzgado a casarse.

Mikel comía todos los sábados en casa de sus padres, viviera o no con ellos, durante la semana solía comer, como casi todos sus socios de despacho, algún menú del día donde le pillase la jornada de trabajo. La comida del sábado, sentado a la derecha de su padre, era un rito vital importante para Mikel, su madre cocinaba lo que él quería y su madre era una excelente cocinera vasca, luego Mikel se retiraba a echar la siesta en su dormitorio, dormitorio de adolescente conservado por su madre como un museo histórico, además los anuncios de noticias importantes Mikel los realizaba en la comida y las presentaciones de sus sucesivas novias también… estas presentaciones tenían también su ritual: Mikel se echaba la siesta con la novia en casa de los padres, que eran profundamente católicos, por lo que la imposición que su hijo había realizado de hacerles soportar el pecado de acostarse con su novia en su casa había sido un hito en sus vidas. Unos pocos años antes, cuando el “Generalísimo” estaba en las últimas, la policía había detenido a Mikel por su militancia en un partido político ya que los partidos políticos estaban prohibidos por el régimen político totalitario, lo que hizo que sus padres se enteraran de que su hijo era “rojo” y “separatista”, perteneciente a uno de los numerosos grupúsculos de izquierdas que se enfrentaban a la eterna derecha española, ese bloque de intereses que ocupa el poder en España desde que España existe. Franco se encargaba de ejercer ese poder para sus mandantes y Mikel era entonces un joven idealista y radical. Recuperada la libertad, Mikel proclamó ante sus padres sus ideas en todos los órdenes, les presentó a la joven con la que convivía por entonces en una de esas comidas y, al finalizar la misma, anunció que los dos se iban a echar la siesta. Los padres, con lágrimas en los ojos, nada dijeron, solo subieron el volumen del televisor para no oír los ruidos que se escapaban de la habitación del hijo. Pero, seis años más tarde, la sordera de ambos justificaba por sí sola el sonido al que ponían la televisión, se echase Mikel la siesta solo o acompañado.

Llegado el sábado en cuestión, la comida se desarrolló cordialmente, el padre encantado porque su hijo tuviera ya boda en perspectiva con una joven tan guapa como inteligente y la madre ya se veía convertida en abuela dentro de poco, aunque Zulema se dedicó a echar balones fuera cuando su futura suegra sacó el tema sobre la mesa. Concluidos los cafés de la sobremesa, Mikel dijo “Nosotros vamos a echarnos la siesta” y ambos se dirigieron a la habitación. Zulema no iba cómoda, sintiendo en su espalda la mirada clavada de la madre de su novio y se volvió hacia ella, encontrándose con la sonrisa beatífica y encantada de la misma, era la bendición a su unión, sonrió en respuesta y dentro de su cuerpo las hormonas empezaron a calentar motores. Tuvo que pasar por el baño para prepararse y luego esperar que Mikel también pasase. 

Zulema se sentó en la cama a esperar apenas unos segundos, luego se desnudó del todo rápidamente , teniendo cuidado de dejar  la lencería, de calidad y regalo de Mikel, debajo del resto de la ropa para que éste no adivinara en principio lo que le esperaba, se metió en la cama dejando la luz de la mesilla encendida ya que las persianas estaban bajadas. Cuando Mikel regresó, se quedó en camiseta y calzoncillos y se metió rápidamente a su lado, apagando la luz y… volviéndola a encender para retirar las sábanas y disfrutar con la contemplación del cuerpo de su novia. Inmediatamente, con muy poca ayuda, se quedó también desnudo.

Luego vinieron las caricias, los preparativos, la búsqueda del preservativo guardado en el bolsillo del pantalón, la puesta del mismo, la almohada bajo las caderas de ella, y el descubrimiento de que, a pesar de la normalidad de los aparatos genitales de ambos, la penetración era dificultosa, apenas dos centímetros, y bastante dolorosa. Un bote de crema “nivea” en el cajón de la mesilla y una generosa dosis aplicada en uno y otro facilitó, la erección seguía espléndida, por fin la penetración completa. Zulema sintió en su interior como unas cortinas que se abrían, la imagen que le vino a la cabeza en ese momento fueron las puertas rojas de un castillo que se abrían golpeadas por un ariete como en una película de Robin Hood. Al fondo del pasillo, la banda sonora de Henry Mancini acompañaba a John Wayne que cazaba rinocerontes a lazo. Y, a partir de ese instante, a todas luces anodino, disfrutó de los movimientos de avance y retroceso de su novio lo que duraron, sin llegar a una explosión orgásmica se sentía satisfecha y, al sentir la culminación de él, se aferró con toda la fuerza de sus brazos y piernas a aquel cuerpo encima suyo y de su interior salió un profundo rugido, animal, como el de una leona líder de manada dispuesta a matar a quien le intente arrebatar su parte de presa. El rugido le provocó a Mikel un estremecimiento general y se sintió pequeño muy pequeño, como un ratoncito a punto de ser devorado por una gata negra y grande, lo que confundió con el amor.


(Quizá continúe)

domingo, 13 de diciembre de 2020

LA SIESTA EN CASA DE LOS PADRES DE MIKEL (VI)

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Mikel condujo el coche hacia una vieja fábrica de Pasajes Antxo, a lo largo de su oscuro muro había un aparcamiento donde algunos otros vehículos ocupados por parejas de enamorados ya se encontraban, Mikel tuvo que parar en una zona de tenue penumbra, apenas una cercana bombilla iluminaba la zona. Allí Mikel estuvo un rato besando el cuello y las orejas de Zulema, que suspiraba y entornaba los ojos, antes de indicarle a la joven que estarían más cómodos en el asiento de atrás. Efectivamente, como parecía que era su función desde su salida de fábrica, el vestido rojo dejó de tapar los senos de Zulema que recibieron un tratamiento suave de caricias y besos, ella respondía con más suspiros y devolución de besos en las orejas y caricias en la nuca y cara de Mikel. Una mano de Mikel exploró debajo de la falda con cierta prisa, en realidad el vestido ya estaba enrollado más que otra cosa a la altura de la cintura de ella.

- No pienso perder la virginidad en la parte de atrás de un coche.

Mikel, que ya se había aflojado la hebilla del cinturón, se detuvo. Ella siguió con un tono que daba opción a pocas réplicas.

- Ya que he llegado virgen hasta aquí, pienso seguir siéndolo hasta que me una al hombre de mi vida, creo que ya te lo he repetido antes.

Y Zulema, saliendo de debajo de él, se sentó y empezó a poner un poco orden en su pelo y ropa, esto es, a desenrollar el vestido. Su voz autoritaria había sorprendido al abogado. Mikel se disculpó y juró que nunca haría nada que ella no quisiera. Ninguno de los dos fumaba mucho pero Mikel tenía un paquete de rubio americano en la puerta y los dos fumaron un rato en silencio, mirándose a los ojos en la tenue, muy tenue, iluminación que llegaba al interior. Zulema bajó la ventanilla, hacía frío fuera y se había puesto a llover, y se deshizo de su pitillo sin acabarlo, estalló en una carcajada.

- Lo siento, cariño.

Y, poniéndose a cuatro patas, empezó a darle besitos por toda la cara, incluso en la comisura de los labios, Mikel daba chupadas a su cigarrillo y sonreía, una mano de Zulema bajó a su bragueta, la erección había desaparecido, ayudándose de las dos manos, ella prosiguió buscando y logrando sacar de su refugio aquel gusanillo de Mikel y empezó a acariciarlo suave pero inexpertamente, Mikel reaccionó indicándole con su propia mano el movimiento de suave ordeño y acariciándole nuevamente en el interior del escote. Poco a poco la virilidad fue enderezándose y ella aproximó su boca con más curiosidad que otra cosa, incluso sorprendiéndose de lo que estaba haciendo y como si su mente observase desde cierta distancia lo que sus labios y lengua estaban haciendo. Zulema se acordaba de los puros pequeños que se repartían a veces al final de las comidas en el restaurante, la sensación no era desagradable pero prefería lo anterior cuando ella era el objeto pasivo de la pasión de su compañero. No duró mucho, unas gotas pastosas, el gusto de yogurt caducado, muy caducado, sin azúcar era soportable, quizá porque el pintalabios le cambiaba algo ese gusto, pero Zulema escupió a un pañuelo de papel -¿De dónde había salido el oportuno pañuelo? Pensó - , y fue limpiando lo que iba saliendo del pequeño surtidor. Mikel, por su parte, llevaba un rato en éxtasis, la belleza de aquella virgen morena dándole tal muestra de amor superaba el propio placer que sentía y cuando las primeras gotas intermitentes salieron impulsadas por la naturaleza, dijo quedamente:

- ¿Te querrás casar conmigo?



A la mañana siguiente, mediodía de domingo, su madre despertó a Zulema entrando en la habitación con un ramo de rosas rojas.

- No sé a qué horas has llegado pero… me parece que alguien te debe estar muy agradecido.

La tarjeta solo decía “Un beso, Mikel”. Y la agenda de Zulema cambió a partir de entonces, estudiaba las oposiciones todo el día, el viernes iba al preparador que era un funcionario judicial ante el que tenía que recitar los temas preparados, todos los días hablaba por teléfono una hora con Mikel después de cenar hacia las 10 de la noche, su padre había prolongado el cable de la sala a la habitación con un par de metros de hilo que un amigo le había regalado, el sábado a la tarde salía con Mikel, que siempre llegaba con algún regalo, que si un pañuelo, que si un bolso, que si unos pendientes…  iban a tomar una copa, cenar algo y después un rato de sesión de caricias en el coche. Aunque la obsesión de Mikel con su virginidad persistía, éste no intentaba siquiera acabar con ella. Zulema fue al médico, tanto Laura como Mikel le recomendaron el mismo ginecólogo, y empezó a tomar la recetada píldora anticonceptiva en cuanto fueron las fechas propicias.

Como a la cuarta o quinta semana, Mikel le propuso pasar un fin de semana juntos que ella aceptó.

- Tú sabrás lo que haces – le dijo su padre, su madre no dijo nada y le preparó un bolso de viaje -.

La aceptación había sido condicionada a que él no le exigiría la desfloración todavía, le encantó la palabra “desfloración”, a pesar de que Mikel insistió que en realidad era una “floración”, que las mujeres florecían una vez que se habían desprendido del virgo, pero Zulema tenía la idea de unir el acto en sí al compromiso definitivo, lo que en derecho civil es un “do ut des”.

El fin de semana fue un éxito en aquel juego de la oca cuyas reglas fijaba Zulema, Mikel avanzó bastante, la cena en Tafalla y la cama en el Parador Nacional de Olite contribuyeron, pero, antes de llegar a la casilla que ansiaba, Zulema le hizo retroceder a la casilla de partida.

Mikel había llevado dos máquinas de fotos, con una le estuvo retratando en cuantos monumentos y paisajes visitaron y algún otro turista que pasaba les fotografió juntos, la otra máquina era una polaroid que revelaba las fotos inmediatamente con las que hizo algunas fotos de ella, sin que se le viera la cara en la imagen, desnuda en el interior de la habitación. Ella se sintió verdaderamente deseada con la petición de Mikel de que posara dejando al descubierto el triángulo negro de su púbis, tuvo una sensación internamente tan agradable que, después de hechas las fotos incluso le costó atenerse a su idea de retrasar “la consumación de su unión”, esto también le gustaba oír y Mikel lo repetía. También le aseguró que eran imágenes para sus ojos solo.

Mikel guardó aquellas fotos cuidadosamente, una en su billetero de cuero junto a su tarjeta de crédito dorada, las otras dentro de un sobre en un cajón de su mesa de despacho junto con fotos anteriores del mismo tema de novias anteriores. A veces, a solas, las extendía sobre la mesa y se excitaba. Además de masturbarse se las enseñó, bajo secreto jurado, a un par de socios y a algunos amigos.

Continuará

martes, 8 de diciembre de 2020

LA SIESTA EN CASA DE LOS PADRES DE MIKEL (V)

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Dos meses más tarde de su salida de la asesoría jurídica Numea, Zulema estaba un sábado a la mañana durmiendo en casa, el restaurante estaba cerrado por vacaciones y ella necesitaba recuperar del esfuerzo que estudiar los temas y trabajar le estaba suponiendo. El teléfono sonó en la sala y su madre respondió.

- Es Mikel Legarreta el abogado, que quiere hablar contigo.

Zulema cogió el aparato, Mikel se interesó por lo que había hecho estos meses, le dijo que el certificado de ella se estaba poniendo amarillo en la recepción y le propuso verse por la tarde para dárselo,  tomar algo y charlar. No era el Mikel de la primera conversación ni el Mikel que, distante y educado, se cruzaba con ella en los pasillos de la firma de abogados. Mientras le seguía la conversación, que duró casi una hora, ella se imaginaba su cara, sus bigotes mexicanos, no era ni feo ni guapo, más bien poca cosa, también tendría sus buenos 40 años, no estaba casado y había roto con la hermana de la secretaria lánguida hacía tiempo, la charla revelaba que parecía saber más sobre ella y sobre su vida de lo que ella pudiera haber contado a Nivelle o a alguna de las secretarias. Aceptó, por fin, una invitación a cenar en un restaurante aquella misma noche. Madre e hija salieron de compras inmediatamente, dejando a los hombres de la casa que comieran bocadillos porque ni el padre ni el hermano de Zulema eran capaces de preparar un huevo frito. A media tarde ya, Zulema se pudo vestir, después de dejarse una parte de sus ahorros en un vestido rojo que objetivamente estaba hecho para durar puesto el tiempo imprescindible para que un macho de la especie humana entrase en celo pero que, por esas cosas de la vida que flotaban en la atmósfera, encantaba a las dos mujeres.


Mikel había reservado mesa en un restaurante de Oiartzun con alguna estrella Michelin y en el que, a pesar de ese reconocimiento, se hace una cocina gustosa y fácil, Zuberoa. Su coche era una berlina familiar de potente cilindrada que no desentonaba con los demás coches de alta gama estacionados en el aparcamiento junto al río del restaurante. Mikel habló mucho, estuvo brillante, era ingenioso y además, con una memoria prodigiosa, cogía material prestado del anecdotario  de sus colegas de despacho, bebió bastante y Zulema bebió lo suficiente para sentirse cómoda. Durante la cena, Mikel dirigió la conversación a preguntar si ella tenía novio y, después de su negativa, a si había tenido antes, Zulema mintió un poco y construyó un novio juvenil de un compañero de clase en el Instituto al que apenas conocía. La insistencia de Mikel sobre si había “pecado” -eran sus palabras con ironía -, con su novio llevó a que se confesara virgen y con esta confesión su virgo se iba a convertir en un tema recurrente a lo largo del resto de la velada.  A pesar de la alcoholemia, Mikel le llevó a tomar una copa a un pub de Hondarribia en el que los asientos eran canapés de cuero, para cuando se sentaron Mikel ya había tanteado el cuerpo de la joven en un par de ocasiones al salir del restaurante y al salir del coche para dirigirse al local, así que directamente empezó a besarle como en ataques breves, sin detenerse en los labios o en la raíz de los cabellos o en las orejas donde caían sus besos, hasta que Zulema le agarró la cabeza y le besó en la boca donde sus lenguas intercambiaron restos de gintónic y demás pero no les importaba. En realidad, Zulema lo llevaba pensando desde el minuto uno de su encuentro y, desde que descubrió el efecto que el detalle de su virginidad había causado en su acompañante, había decidido que Mikel iba a ser su marido en aquel instante, que se iban a casar. No había conocido a nadie que oliera tan bien hasta entonces y menos a alguien que le hablara con tanta naturalidad de cosas íntimas, quizá Mikel era un poco viejo y su conversación se limitaba en realidad a cómo ganar dinero con el derecho, lo que le hacía sufrir la Real Sociedad y el sexo, sobre todo el sexo, en todos sus aspectos pero era incomparablamente más atractivo que cualquiera de los camareros del restaurante o de los compañeros de estudios que hasta entonces se habían acercado a ella a tan mínima distancia.

Mikel tenía un nudo en el estómago desde que había oído lo de la virginidad, nunca se había acostado con una virgen, la compañera de universidad y de militancia clandestina en un partido comunista que le desvirgó no lo era, el par de novias con las que había compartido su vida, llegando a vivir con una de ellas media docena de años, tampoco lo eran. Desde que la hermana de Mercedes unos meses antes había roto con él solo tenía relaciones sexuales con su mano derecha y, unas pocas veces, con su mano izquierda, porque la masturbación de Mikel era tan diaria como la ducha o la defecación. Así que aquella virgen pasó a ser el objetivo de su vida, ocupando el 99% de sus neuronas cerebrales, neuronas que flotaban en gintónic a las 2 de la mañana de la noche del sábado al domingo. Quizá por eso vomitó.

Entre el pub y el aparcamiento, tuvo que detenerse a vomitar en un árbol. Zulema le sostuvo y le fue pasando pañuelos de papel. No era la escena romántica que los dos habían planificado. Cuando quiso volver al pub para lavarse, éste estaba cerrado. Con el vómito el inicio de borrachera se le había pasado y pudo localizar una fuente pública donde enjuagarse la boca y lavarse. Zulema intentó besarle en la boca para animarle.

- Te huele fatal el aliento, cariño.

Ese “cariño” era una señal que la líbido erguida de Mikel captó enseguida.

- Te puedo besar lejos de la boca, muy lejos.

martes, 1 de diciembre de 2020

LA SIESTA EN CASA DE LOS PADRES DE MIKEL (IV)

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 - ¿Morboso? De enfermos.

- ¿Tienes novio?

- No y no me interesa.

No volvieron a hablar de estos temas. Y Zulema se lo comentó a una Laura incrédula el siguiente viernes en el restaurante.  

La última semana prevista de estancia de pasantía había una vista en un Juzgado de  Bilbao de un asunto mercantil que Zulema había seguido desde el inicio, así que ambos fueron en el coche de Sebastián, al acabar la vista comieron el típico menú del día y se dirigieron por la autopista a Eibar donde Sebastián tenía que dejar un sobre en una oficina de contabilidad y al salir de esta villa hacia Donostia vieron a una monja con hábitos que hacía autostop y Sebastián se paró para recogerla, la monja, una joven mulata sudamericana, se dirigía a Deva. En vez de entrar por la autopista, Sebastián se dirigió por la carretera general. Nada más montarse la monja en el asiento de atrás, el abogado le preguntó si era monja de verdad, o era Batman o un travesti. La monja, sin entender o haciendo que no entendía la cuestión, aseguró que estaba a punto de profesar. El viaje se convirtió en un calvario  para las dos mujeres aparentemente, Sebastián, que estaba eufórico por la adrenalina del juicio, se dedicó a hablar en latín con la monja, que tuvo que confesar que no sabía y menos al nivel aparente del abogado, luego empezó a contar chistes de monjas, los chistes más fuertes que le pasaban por la cabeza, hasta que la monja saltó del coche nada más parar en Deva.

- ¡Ave María! Ni se ha despedido.

Zulema, que no se había reído en ningún momento hasta entonces, estalló en una carcajada. La verdad es que el show había sido buenísimo y sabía que se había producido porque ella estaba, Sebastián estaba guapísimo conduciendo y repitiendo frases incoherentes y brocardos en latín, Zulema puso su mano izquierda en la pierna derecha del conductor espontáneamente sin que el abogado reaccionara, junto a la pierna había un bulto en el pantalón, la erección de Sebastián era una evidencia y Zulema la percibía justo al lado de sus dedos. Nunca se pudo dar a sí misma una explicación coherente, lo que hizo fue empezar a bajar la cremallera de la bragueta del pantalón del abogado a la vez que se inclinaba hacia aquel paquete, el cinturón de seguridad le incomodaba, pero actuaba sin reflexión alguna.

- ¿Qué haces loca? ¿Quieres que nos matemos?

Sebastián Nivelle le apartó y frenó violentamente en el arcén de la subida después del puente sobre el río Oria.

- ¡Para o te bajas aquí mismo y te vas andando!

Zulema se echó a llorar, musitando excusas incomprensibles. El abogado arrancó y sin decir palabra se detuvo en el aparcamiento de la cafetería del área de descanso de Aritzeta en la entrada de la ciudad. Y empezó el chorreo.

- Lo veía venir, tus cambios en la forma de vestir, tus miradas a las otras mujeres del despacho, te estabas trasformando… mira, niña, en la empresa no se folla, se empieza follando y se acaba enamorado, y una vez enamorados los dos es todo una gran cagada. Yo tengo mujer e hijos y no voy a dejar que ésta -señalándose la bragueta -, me arrastre, ya he visto a lo que conducen estas cosas, tengo experiencia familiar al respecto. Creo que es mejor que dejes la pasantía ya, para un par de días que te quedan, pasas por el despacho mañana y te doy el certificado de que las prácticas las has hecho, aunque no creo que te sirva de nada porque jamás vas a ser abogado, no es lo tuyo, haz oposiciones a la Diputación o a la  Caja de Ahorros o a lo que te de la real gana, tienes vocación de funcionaria y lo siento, lo siento mucho, pero olvídate de mi.

Zulema, que seguía llorando, se iba indignando con cada palabra que salía de la boca del abogado. “Aquel cretino se creía que ella se había rendido seducida a sus pies”, pensaba pero no dijo nada. Perdió el hilo de lo que siguió, un discurso moralista y paternalista, lleno de imprecaciones y de consejos idiotas. Luego, se encontró en su casa. No recogió el certificado de las prácticas realizadas en Numea Asesoría Jurídica y empezó inmediatamente a preparar las oposiciones a judicatura.


Sin embargo, durante la estancia en el despacho se había despertado algo en el equilibrio hormonal de la muchacha. Nunca se había masturbado hasta entonces y ahora se dormía muchas noches después de acariciarse el clítoris con la yema de un dedo imaginándose “películas” en las que ella era protagonista del deseo de Sebastián o de Laura o de quien se le pasase por la cabeza, llegó a rebuscar en el armario de su hermano pero no encontró revista alguna, así que con el pretexto de leer algo se llevaba a la cama algún semanario de los que comenzaban a publicar fotografías de desnudos, siempre femeninos. Los años de la transición eran los años del destape. 

Se observaba sin ropa en los espejos del dormitorio y del baño y se decía que tenía que adelgazar mucho para parecerse a las modelos fotografiadas, pero Zulema siempre tenía hambre y sus propósitos duraban lo que le duraba un buen plato de comida encima de la mesa.

(Continuará)

viernes, 27 de noviembre de 2020

DERECHO NATURAL Y SUS CONFINES

- Todos los días se aprende algo nuevo en esta casa - comenta Galtzagorri ajustándose la mascarilla en las escaleras del palacio de justicia -, incluso ahora, que estoy más cerca de la justicia de Dios que de la de los hombres, principios jurídicos me deslumbran.
 - Vamos al Tribuna Norte que hace fresco a pesar del resol – le dice Nerea Chamadoira, letrada de Trincherpe que ha encendido un pitillo liado en un instante y se deja la mascarilla colgada de un pendiente -, ¡Mierda! Si está todo cerrado.
 - Tengo cafetera en el despacho y está cerca por si quieres algo caliente.
 Acomodados, es un decir, en el refectorio oscuro de la oficina, cuya pintura es una tarea urgente desde hace diez años, los dos abogados saborean unas galletas bretonas sin fecha de caducidad legible por el paso del tiempo y un par de vasos de un café de cowboy en las Montañas Rocosas. Con su bebida humeante en la mano, recostado contra la pared, Galtzagorri habla.
 - “Iuris praecepta sunt haec: honeste vívere, alterum non laedere, suum quique tribuere”; para mi, vivir honestamente significa actuar de acuerdo con la ética que la toga exige a todos los que participamos en el proceso, juez incluido, el no dañar a otros constituye una de las bases fundamentales del derecho penal y que da lugar al castigo reparador de quien daña a otro y la justicia es dar a cada uno lo suyo, no dar a todos los mismo.
 - Su Señoría entiende que la honestidad es ella personificada – comenta Chamadoira acodada en la fotocopiadora y con hilas de tabaco y rastros de ceniza decorando su “col roulé” negro -, sin discusión posible, que dañar a los abogados no es dañar, como bailar de lejos no es bailar, debe ser porque los abogados no son ciudadanos romanos sino siervos de la justicia y dar a cada uno lo suyo significa dar a los funcionarios acusadores apoyo y razón hasta la irracionalidad mientras que a los ciudadanos y sus abogados se le da un espadazo.
 Galtzagorri tira los vasos al contenedor amarillo y guarda las galletas sobrantes en su archivo junto con las momias de unas barritas energéticas que los várdulos dejaron abandonadas antes de su extinción y concluye pensativo.
 - El absurdo sistema de las oposiciones a judicatura solo tiene un objetivo: borrar toda idea de justicia del cerebro de la futura o futuro juez.

lunes, 23 de noviembre de 2020

LA SIESTA EN CASA DE LOS PADRES DE MIKEL (III)

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- Ahora ya sabes, para qué tienen esos canapés y saca de mi bolso ahí atrás las revistas que he cogido a los chicos.

Zulema sacó unas revistas muy usadas con imágenes pornográficas repetitivas en las que mujeres ciertamente bellas protagonizaban escenas de relaciones sexuales de todo tipo.

- Con esto se van esos cerdos al retrete y no salen en mucho tiempo – Laura le comentaba, ya el coche detenido -, todos los hombres sueñan con que se les hagan esta cosas, como ves, tienen gustos muy sencillos, todos, todos.

- ¡Qué asco! Yo nunca haría eso.

- Mira, una cosa así a tiempo te puede evitar un embarazo, es lo que te quiero explicar. Más vale eso que le partas los huevos, te conviene llevarte bien con esa gente, tienen poder, te pueden colocar bien como ya han hecho con otras pero, como acabarás follando con alguno de ellos, es inevitable, te voy a dar el contacto de mi ginecóloga para que te recete la píldora.

Laura salió del coche y arrojó las revistas en una papelera, luego abrió la puerta del otro lado, Zulema seguía sentada.

- ¡Hala! ¡A soñar con estos angelitos, cariño! Y no es tan malo, es como yogur sin azúcar un poco caducado pero no hace falta que te lo tragues.

No fue la única conversación que tuvieron al respecto, ni aquel fin de semana ni en los siguientes. Para sorpresa de Laura, las semanas, los meses pasaban y el virgo de Zulema seguía en su sitio, incluso no había tenido que utilizar las enseñanzas de su compañera de trabajo porque ni Sebastián ni los otros socios le habían llevado al canapé con alguna excusa.

Las jornadas se sucedían a otra sin incidentes reseñables para esta historia, los atentados de ETA se sucedían con muertes casi diarias y Felipe González aún no había cedido a la tentación de meter al Estado español en la misma mierda. Nuestros protagonistas estaban muy ocupados con sus propias vidas para preocuparse de las de otros, en Euskadi llovía, nevaba, soplaba el viento, explotaban bombas, se mataba con un tiro en la nuca, se torturaba a los detenidos... pero así era el paisaje, el decorado de la vida.

Cuando llegaba a la tarde, Zulema se encontraba muchas veces con la secretaria lánguida, Mercedes, que llegaba acompañada siempre de uno de los socios principales, Jon y, al entrar en el despacho, cada uno se iba a su puesto de trabajo.

A veces Sebastián le invitaba a comer un menú del día en algún bar cercano al despacho porque los agobios de trabajo le obligaban a realizar jornadas interminables en ocasiones y... nunca pasaba nada. En una de esas ocasiones, después de la comida, Sebastián le dio la llave del despacho y la cartera y le pidió que se la dejara porque él tenía que ir a una consulta médica – Sebastián, que rozaba la cuarentena, jugaba al fútbol en un equipo de veteranos y coleccionaba lesiones después de cada partido -, así que Zulema llegó aquella tarde un poco más temprano y entró por el largo pasillo que se dirigía hacia el despacho de Nivelle, al pasar delante del despacho de Jon la puerta estaba entreabierta dejando ver el canapé. La escena era bella, como la escultura de Rodin pero con más ropa, aunque desabotonada y las manos explorando intimidades, Jon estaba reclinado en el canapé con Mercedes recostada encima, sus labios estaban unidos en un un profundo beso,  Zulema se quedó sin respiración un momento observando aquella especie de “Pietá” enrevesada y erótica, luego se quedó en el despacho sin salir hasta el final de la jornada.


Cuando Sebastián tenía un juicio fuera de la ciudad, Zulema le acompañaba, eran momentos de una mayor intimidad en que hablaban de temas personales, siempre superficialmente, sin embargo.  Al día siguiente de la escena del sofá, fueron a una vista en Pamplona, y a la vuelta, la pasante preguntó:

- ¿Mercedes está casada? ¿No?

- Sí, con el cuñado de Mikel, creo que viven no muy lejos de tu casa.

- ¿Y Jon está casado?

- No, creo que se casa dentro de un par meses, creo que su novia le ha otorgado el favor de casarse con él ¡Hay que tener ganas de casarse con ese triste!

Después de un momento de silencio, Sebastián prosiguió.

- Claro que lo dices por esa relación que hay entre Jon y Mercedes. Pues son amigos, amigos que se echan la siesta juntos todos los días. Jon tiene un picadero, un apartamento cerca del despacho, comen siempre en un bar de abajo y luego suben a echarse la siesta… y según parece solo se echan la siesta - remarcó esta última frase -, Mikel, que lo sabe todo y no quiero saber cómo lo sabe, dice que se cascan pajas mutuamente pero nada más ¿Te parece un poco morboso?

Continua en

lunes, 16 de noviembre de 2020

LA SIESTA EN CASA DE LOS PADRES DE MIKEL (II)

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Y al día siguiente fue, vestida de oficinista de ministerio de un oscuro país de Europa central, que era lo más elegante que tenía, un traje-falda gris con un “col roulé” negro, la chaqueta del traje disimulaba sus pechos y sus formas rollizas, poco maquillaje y el pelo recogido atrás, el conjunto era muy poco favorecedor pero era lo que le pedía el cuerpo.

A la hora de la cita, ella estaba puntualmente en la puerta, fueron apareciendo un par de secretarias y otra pasante que se se presentaron y le hicieron pasar al interior de una manera amable. Una de la secretarias tenía un aire muy lánguido como de protagonista de un película ambientada en el XIX y tenía una belleza de sonámbula. Zulema se sobresaltó al sentirse atraída por aquella joven de una forma inesperada, hasta entonces no se había sentido atraída, y menos sexualmente, por nadie, sin embargo, sintió, y le pareció un sentimiento culpable, que aquel cuerpo desmayado le llamaba. No tuvo tiempo para pensarlo porque enseguida llegó el abogado Sebastián Nivelle que resultó ser una persona vital e hiperactiva y que le hizo firmar un contrato de pasantía por estrictos tres meses en el que constaba lo que Legarreta le había adelantado, e inmediatamente le puso a buscar jurisprudencia por viejos libros de sentencias que estaban en la biblioteca del despacho.


Durante los siguientes meses iba a pasarse muchas horas en la búsqueda de antecedentes de doctrina sobre todo tipo de temas, redactando algunos escritos que eran sistemáticamente destrozados por su mentor, asistiendo a entrevistas con clientes sin poder intervenir, asistiendo a las vistas de juicios del abogado, aguantando los chistes malos pero procaces que Sebastián contaba y reía ininterrumpidamente… La primera semana se acabó pronto y el viernes a la tarde acudió a su trabajo de camarera de refuerzo en un restaurante de Hondarribi, donde también trabajaba Laura, una estudiante de derecho algo más mayor que Zulema y a la que le costaba acabar la carrera, arrastrando asignaturas de varios cursos, no eran amigas pero Laura tenía coche y, al final del trabajo, le solía retornar a su domicilio que le caía de paso, a veces Laura le proponía inútilmente planes de alargar la noche en alguna discoteca o local de ocio nocturno. Zulema se lo agradecía siempre pero se quedaba en su casa.

Cuando ya estaban recogiendo las mesas aquella noche, porque los últimos clientes del restaurante se iban, Zulema le dio la novedad de la semana, su contratación como pasante en el despacho Nemea Asesoría Jurídica y Laura le respondió sacudiendo su mano en señal de sorpresa admirativa

- ¡Hostias! ¡Vas a follar lo que no está escrito! En ese despacho todos los jefes son abogados, no hay una sola abogada, y solo contratan mujeres para pasárselas por la piedra, pero Derecho vas a aprender, es el mejor despacho de Euskadi y todos saben mucho.

Zulema se quedó petrificada con unos platos en la mano, observando a Laura, una pelirroja de tinte, de labios carnosos y de cuerpo perfecto, nunca se había fijado en la sensualidad que Laura exhibía hasta ese momento y se volvió a sentir incómoda por sentir la llamada caliente de aquel cuerpo de mujer.

- Pues conmigo, lo tienen claro, al que se propase le parto los huevos.

Laura no pudo parar de bromear en el resto de la jornada laboral y luego en el pequeño vestuario en que las empleadas se cambiaban, Zulema se volvió a sorprender a sí misma espiando a Laura en ropa interior, pero Laura mientras se vestía le dijo:

- Lo que te pasa es que tú supongo que eres virgen a tu edad ¿No? 

- Nunca he tenido novio y no he conocido ningún chico que me hiciera un poco tilín.

- Serás “torti”, entonces.

Laura tuvo que agarrarle la mano para evitar la bofetada rabiosa. Y aprovechó para besarle en la boca, labio contra labio, sin abrirla.

- ¡Coño! Va a ser verdad que eres virgen – Y se rió, después, al apartarse -. Y que te estás reservando para el matrimonio.

- O para el hombre de mi vida.

- Hombres de mi vida, yo he tenido 25 y tengo 25 años o sea que, al menos en esto, te puedo dejar los apuntes para que estudies y no te quedes embarazada a la primera.

Solo quedaba el propietario del restaurante  y ellas en el establecimiento, el jefe hacía la caja y ellas ya se habían vestido. Antes de despedirse, Laura entró rápidamente en el vestuario de los hombres y salió con algo que metió en el bolso.

En el camino a casa, Laura no paró de contar chismes sobre el despacho Nemea, sobre historias de abogados y abogadas y pidiendo detalles sobre el despacho, cuando Zulema le dijo que en los despachos de cada abogado había un canapé de dos plazas, donde se acumulaban expedientes...

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viernes, 6 de noviembre de 2020

LA SIESTA EN CASA DE LOS PADRES DE MIKEL

El núcleo urbano de Donostia se extiende hacia el este hasta confundirse con el de Pasaia y éste se confunde con el de Rentería y Lezo. En los años 80 del siglo XX, cuando Zulema Arboniés acabó sus estudios en la Facultad de Derecho de la UPV, quedaban esparcidos núcleos industriales, fábricas y talleres, entre las viviendas que formaban mayoritariamente este conjunto de municipios cuyos límites se confundían.  

Zulema Arboniés era una veinteañera de constitución fuerte, esto es, Zulema no tenía cintura de avispa, estaba bien de peso. No era alta pero entre sus ojos oscuros y su pelo negro y abundante Zulema estaba bien, era bonita. Además tenía carácter, como su familia no podía pagar sus estudios holgadamente y sus notas no daban para una beca, había estudiado derecho y trabajado en hostelería a la vez. Estudiar y trabajar a la vez es duro y ella no había tenido tiempo para ocios y novios, además las hormonas le habían hecho pasar una adolescencia tranquila y el tiempo, a pesar de su indudable atractivo entre profesores, estudiantes y compañeros de trabajo, había pasado sin que su virginidad se quedara por el camino de su vida hasta entonces. En resumen, a los veintitres años de edad era licenciada pero tenía que seguir trabajando de camarera mientras se decidía por unas oposiciones u otras, la salida habitual de los titulados en derecho, ya que ni su familia ni ella tenían relaciones en el mundo de la abogacía como para conseguir una entrada en algún despacho de abogados.

La vivienda de sus padres en la que ocupaba una habitación ella sola, su hermano un par de años más joven ocupaba otra minúscula, era pequeña pero suficiente. En aquellos 60 metros cuadrados, como los otros pisos del barrio popular de Beraun en Rentería, vivían 4 personas, gracias a que un hermano más mayor se había casado y ausentado a trabajar en Bilbao.

- ¿Quieres ser pasante en un despacho de abogados? - le dijo su padre un mediodía, a la hora de comer, entrando en su habitación, donde ella estaba estudiando para una oposición de funcionario en la Diputación Foral -. Ahora, en febrero, no tienes trabajo y, si te cogen en un despacho, te ahorras empollar unos meses y empiezas a ganar dinero antes.

- Ya lo hemos hablado muchas veces, no conozco ninguna firma…

- Me he encontrado en la calle – le cortó su padre -...

- Será en el bar de la esquina – intervino la madre por detrás-.

- Me he encontrado con un tipo que fue jefe local del Movimiento en el pueblo hace años y al que conocía de unos líos que tuvo con mi empresa en aquellos tiempos, hablando y hablando me ha dicho que su hijo es el gerente de una firma de abogados muy importante de Donostia, Nemea Asesoría Jurídica, y le he dicho que tú estás interesada en hacer prácticas de abogada.

- Cobrando – añade la madre -.


- Lo importante es que Zulema ponga el pie dentro de ese mundo, cobrando o sin cobrar, el padre me ha dicho que los pasantes pagan por formarse en ese despacho pero que como es amigo mío le va a decir a su hijo que te coja gratis y tú puedes seguir trabajando de camarera. Y si no te cogen puedes volver a las oposiciones, si no a éstas, a otras.

- A mí me gustaría ser juez – la estudiante cierra los apuntes y archiva las fotocopias -, pero los abogados deben ganar mucho más.

El teléfono de la casa sonó al rato. El viejo conocido le dio el nombre del despacho y el teléfono de contacto de su hijo Mikel, informando que ya había hablado con él y que Zulema le podía llamar, como así lo hizo a la tarde. 

Zulema pensó, después de hablar con él, que Mikel Legarreta era un petulante porque le anunció que no le iba a recibir él sino el responsable de formación de pasantes en la firma, un tal Sebastián Nivelle, y que iba a tener que firmar previamente una renuncia a considerar que su estancia en el despacho le iba a dar derecho alguno en el mismo, todo ello en un tono de superioridad engolada y sin permitir réplica alguna, además le indicó de estar a las 9 de la mañana en punto en la recepción del gabinete. Zulema se aguantó las ganas de no ir, porque mientras asentía al teléfono, su madre le miraba con ojos inquietos.

Y al día siguiente fue, vestida de oficinista de ministerio de un oscuro país de Europa central...

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viernes, 30 de octubre de 2020

LOS CADÁVERES DE LAS CUNETAS


Galtzagorri se toma un te negro delante del ordenador y habla a la cámara que transmite su imagen.

- El número de restos no exhumados de personas asesinadas por las fuerzas golpistas del 18 de julio del 36 es enorme, hay cálculos aproximados entre 130.000 y 140.000, lo que nos lleva a un cálculo de otras tantas familias españolas afectadas, entre las que no se encuentra la mía, y posiblemente a más de un millón de ciudadanos que tienen el recuerdo de un ancestro muerto violentamente.

Manu Majors también bebe un earl grey en su despacho bilbaino mientras conversa.

- La transición ignoró este hecho, éramos conscientes de su existencia pero lo esencial era pasar la página de una dictadura terrorífica a una democracia, imperfecta pero más legítima. Cuando esta democracia parecía consolidada, los afectados empezaron a pedir que les devolvieran los desaparecidos, la respuesta fue meterlos en un laberinto burocrático y dejar pudrir el tema.

El marqués de Altamira es más de café cortado preparado en cafetera tradicional, no soporta las cápsulas metálicas.

- ZP osó abordarlo tarde y posiblemente mal pero, en vez de ayudarle a reparar el daño que perdura en  aquellas familias y en los que voluntariamente sienten lo injusto de la situación, se torpedeó su iniciativa hasta el presente, en que otro gobierno, quizá por razones espúreas, inicia tímidamente el camino de la verdadera reconciliación con la localización y exhumación de esos desaparecidos, tarea imposible para la totalidad, los ataques a la iniciativa se multiplican e intensifican.

El Barón de la Florida, sin embargo, toma un expresso italiano hecho con polvos mágicos muy caros porque son de marca.

- Es incomprensible la ceguera de quienes se oponen a ello. Esta obra de misericordia humana, laica y ciudadana no es revisar el espíritu de la “Transición”  ¿Qué es eso del espíritu de la Transición? Sino completarlo en todo caso, culminar uno de esos asuntos que se van pasando en la agenda de un día a otro con la vana esperanza de que se terminen solos pero que la tozuda realidad nos vuelve a poner una y otra vez en la lista de pendientes.

Galtzagorri se pone unas gotas de armagnac de hace 42 años en la taza caliente y añade:

- España nunca será España del todo, al menos la España de todos y para todos, sin hacer un empeño colectivo de dignidad de este siniestro aspecto de su pasado. No se puede dejar a la IIIª e inevitable República Española esta herencia estúpida.

martes, 27 de octubre de 2020

JUEGOS DE MASACRE

-  Una ciudad castigada por una epidemia mortal es totalmente confinada, no se puede entrar ni salir, los habitantes van muriendo – En la pantalla del ordenador, Imanol Hiruntchiverry con la boina encasquetada, gafas oscuras y la mascarilla, habla por tele-tertulia a sus amigos -, desde niños pequeños en sus cunas hasta jóvenes casaderas en la peluquería, las autoridades reaccionan con medidas extremas de arrestos domiciliarios, ley de fugas a los que salen con un toque de queda absoluto, la medicina no salva ni a los mejores médicos, los ricos hacen de los pobres una barricada inútil, los funcionarios ejecutan órdenes redactadas por la mente idiota de los políticos y un monje negro cruza el escenario llevando las almas de los que expiran a un infierno peor… Es el resumen de “Juegos de masacre” de Eugeni Ionesco.



- ¿Y para decirnos esto te vistes de Iosu Ternera leyendo un comunicado? - Salta Galtzagorri desde su piso de Gros con vistas a la Zurriola, donde las olas de la marejada han sacado a los surfistas del agua – La verdad es que el virus nos está afectando a la cabeza.

- Pues alguno parece que en vez de en Gros esté en Lanzarote – El Barón de la Florida, que supera con una cerveza su abatimiento por la derrota de Hernani RT, comenta – espero que, al menos, te hayas puesto un bañador serio y no uno de esos tangas que apenas te tapan la circuncisión con los que nos sorprendes en verano.

- Es que la santa tiene frío y ha puesto la temperatura como la del invernadero de orquídeas tropicales – Se explica Galtzagorri, a pecho descubierto, esto es, como un oso pardo que tuviera un gintónic en la mano -, así que podemos estar en pelotas en casa como en una playa asturiana.

- De todas maneras, esa obra de teatro de Ionesco estuvo muy bien – Interrumpe el Marqués de Altamira desde las faldas de la sierra de Aralar -, ya me gustó cuando la hicisteis… ahora parece de actualidad, me voy a comprar el libro en alguna tienda y se lo voy a hacer leer a los adolescentes de la casa.

- Podríamos hacer  un estudio sobre cómo se viste la gente en este nuevo confinamiento – El Barón de la Florida tiene una vocación universitaria de investigador de lo inútil -, al fin y al cabo, el vestido es lo que más nos distingue a los monos erectos de los otros simios.

- Yo nunca he entendido cómo la evolución nos llevó a vestirnos y no a seguir desnudos – Galtzagorri comenta en plan ingenuo tertuliano -, quizá lo de taparnos los aparatos reproductores se explique por lo de reducir el número de apareamientos, ya se sabe que cuando los tienes al aire, como en las playas naturistas, la cópula ritual veraniega en la naturaleza es prácticamente inevitable.

- Tú que puedes salir sin camisa sin que se note – le dice el Barón levantando su copa -, porque se puede creer que llevas siempre una chaqueta de piel de yeti, no sé cómo evolucionaste hasta el polo “lacoste” con corbata de mi boda.


viernes, 23 de octubre de 2020

EL APERITIVO EN TIEMPOS DE LA PESTE

- ¿Se juega o no se juega? - Galtzagorri pregunta en la video conferencia colectiva de las 20 horas, degustando una gilda de un frasco navarro de conserva -, porque lo de Zaragoza parece imposible.

- Que se juega en Madrid, en Alcobendas o así – El Barón de la Florida se sirve un vino de Rueda en su casa mientras ajusta la cámara del laptop -, si el coronavirus no pone más nidos de ametralladoras por el camino.

- De todas maneras, va a haber contagios entre los jugadores – El Marqués de Altamira degusta un Bierzo con un plato de cecina en su oficina de Ordizia -, porque es inevitable que entre los 46 implicados no haya, al menos, uno ya infectado por razones estadísticas.

- El reglamento no impide jugar con mascarillas, así las babas infecciosas se quedan pegadas en la cara – Galtzagorri precisa, alzando una copa de Médoc que olfatea con deleite ante la cámara -, pero el sudor y la sangre supongo que también llevan su carga infecciosa.


- Aquí estamos en pleno desmadre – Hiruntchiverry y señora se suman en plena cena con sendas copas de champagne que levantan hacia el resto de contertulios -, los partidos se programan y se desprograman en todas las divisiones, unas veces por el bicho, otras veces por las teles… pero yo me alegraría de que Hernani volviera a la División de honor A, los apóstoles de Landare se lo merecen, y los patos de Landare también.

- Va a ser un año raro, sin público en Landare – El Barón de la Florida añade tristemente, y se vuelve a llenar el vaso de vino blanco brillante -, con esas transmisiones televisivas voluntariosas y tercermundistas que tenemos en nuestro rugby, pero primero tenemos que ganar a los valencianos.

- Los tigres de Hernani contra las abejas de Valencia – Aristide Labarthe, con su nieta en brazos, brinda con una tisana desde Lapurdi -, y jugado en un terreno mesetario, partido duro, muy duro, me duelen las tabas solo de pensarlo ¡Aupa HernaniH! Hernani con dos haches, como siempre. 


martes, 13 de octubre de 2020

PLAYING, THE PLAGUE'S YEAR


 This year of the plague, I have joined the Théâtre des Lumières in Mont de Marsan for the 2020-2021 season, after a fruitful stage at the Théâtre du Versant in Biarritz since 2014, this means for a part that I pass from the training of Gaël Rabas to the formation of Aurélia Bartolomé, which is a new challenge at the age of 71, and on the other hand that, instead of being during the week at ½ hour from Donostia, I will be at 1 hour and 50 minutes from both Donostia and Bordeaux, although I continue to move to shootings throughout the area from Tudela to Soulac sur mer and from Castro Urdiales to Marciac, as before.

ACTUAR EN EL AÑO DE LA PESTE

 


Este año de la peste, me he incorporado al Théâtre des Lumières en Mont de Marsan para la temporada 2020-2021, después de una etapa fructífera en el Théâtre du Versant en Biarritz desde 2014, esto significa por una parte que paso de la formación de Gaël Rabas a la formación de Aurélia Bartolomé, lo que es un nuevo reto a los 71 años, y por otra parte que, en vez de estar durante la semana  a ½ hora de Donostia, voy a estar a 1 hora y 50 minutos tanto de Donostia como de Burdeos, aunque siga moviéndome a rodajes por toda la zona desde Tudela a Soulac sur mer y desde Castro Urdiales a Marciac, como antes.

miércoles, 7 de octubre de 2020

ACTUAR ES JUGAR


En inglés actuar se dice “to play”, en francés se dice “jouer”, esto es, actuar es jugar, pues juega, diviértete, deja salir tu infancia, del cuarto oscuro en que la has castigado, a jugar que es el personaje.


Imanol Hiruntchiverry, actor y rugbier vasco ficticio.


martes, 22 de septiembre de 2020

HERNANI (BORRADOR)

(Secuencia inicial)


INTERIOR DÍA : cocina alargada, en uno de los lados largos están los fuegos, el frigo,el lavaplatos y el fregadero, al otro lado una mesa con dos sillas, un horno microondas en una estantería encima de la mesa, hay otras estanterías y armarios por las paredes, en los lados cortos están enfrentadas la puerta de entrada en la cocina y una ventana al exterior. Es una cocina de clase media alta, los muebles y aparatos son buenos. Sobre la mesa de la cocina hay una fuente con la mitad de una tortilla de pimientos y tomates, hay una botella de vino tinto mediada, están puestos cubiertos completos para dos personas. Una mujer de mediana edad esta sentada en el lado de la ventana, con un plato usado enfrente, el vaso de vino en una mano y un cigarrillo en la otra. Entra un hombre de su misma edad aproximadamente, viene de la calle.


AITOR

(Dejando las llaves junto al plato, la chaqueta en el respaldo de la silla y lavándose las manos en el fregadero)

Hola cariño. ¿No me has esperado para comer ?


MIREN

(Después de beber un trago y sirviéndose mas vino)

No has llamado para decir que llegarías tarde y he creído que no vendrías.


AITOR

(Se acerca a ella y le da un beso en el pelo)

He llamado y no has cogido. Se me ha escapado el cercanías anterior.


MIREN

(Da un trago al vaso)

No te he oído. Estaba preparando la comida para el señor y no he oído el puto teléfono. Podías haber insistido.


AITOR

He insistido y te he dejado un mensaje en el contestador automático. Esperaba que miraras el teléfono si tardaba.


MIREN

(Mientras Aitor se sirve agua del grifo en su vaso, ella bebe vino)

Pues tenias que haber insistido mas. Hay tortilla de piperrada pero ya estará fría. Te la puedes calentar en el microondas.


AITOR

(Se sirve la tortilla en un plato, abre el microondas y mete el plato sin cerrar la puerta, busca por encima de los muebles y por debajo, se agacha y debajo de la mesa coge la tapa de plástico para el microondas, la pone encima del plato, regula y pone en marcha el horno)

Muchas gracias. Ya lo siento, cariño. Seguro que estará riquísima.


MIREN

(Aitor saca el plato, deja la tapa dentro, cierra la puerta del horno y empieza a comer)

Toda la puta mañana limpiando la casa, lavando la ropa, planchando, el señor tiene que ir elegante a su trabajo, haciendo la comida… a ver si me consigues un puto trabajo de verdad de una puta vez entre esos « amigos tan importantes » que tienes…



domingo, 20 de septiembre de 2020

OTROS PITCHS DE FILMS

 PITCH 2

En un pueblo vasco, en nuestros días, Miren, una mujer de unos 40 años de edad, voluntariosa e inquieta, se ha reencontrado con un amor de una noche de verano de su juventud y ha iniciado una relación romántica y divertida que le ha ayudado a alejarse de un matrimonio frustrado y frustrante, pero la vida con Aitor, un pijo con cierto encanto, en el ambiente de cuadrilla del pueblo, es una vida de vino y rosas que lleva a una inmersión imparable en el alcohol y el drama aparece como inevitable.

(Guion acabado)

PITCH 3

En una capital costera, una joven modelo denuncia abusos sexuales de un fotógrafo, que tiene buenas relaciones con el poder de la ciudad, y su vida se convierte en una lucha por la verdad y la justicia, enfrentada a una sociedad adormecida y a sus propios problemas con drogas y familia. En su camino de pesadilla, otro fotógrafo, que un día estudió derecho, se convierte en un abogado atípico para defenderla. Pero nadie es quien aparenta y su rumbo puede llevar a la nada.








jueves, 17 de septiembre de 2020

TODO POR LA PATRIA DE LOS PLAGIOS

 

« Copiar a uno es plagiar, copiar a muchos es investigar » y no puedo atribuir a nadie esta frase que ya era conocida en la universidad española hace un siglo.

Pero ahora, una excelente novela de éxito es tocada por la sombra del plagio y la polémica ha surgido simultáneamente del estreno de una serie televisiva que se basa en el relato donde se encuentran copiadas partes de otro libro, de un libro biográfico – otra forma de novelar -, que recoge rebanadas de la vida de un antiguo delincuente, después arrepentido.

La WIPO (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) define el plagio como: “El acto de ofrecer o presentar como propia, en su totalidad o en parte, la obra de otra persona, en una forma o contexto más o menos alterados.

Y de acuerdo con un análisis que publicó la revista electrónica Educare, es posible decir que existen tres tipos de plagio: “Plagio total o plagio en su sentido estricto: consiste en copiar literalmente una obra y presentarla como propia. Plagio parcial: se refiere a copiar partes de textos de una o de varias obras y colocarlos en una obra (que se presenta como propia) sin citar o dar los créditos al autor original o la fuente de donde se obtuvo. Plagio parcial por sustitución: Consiste en sustituir por sinónimos palabras contenidas en la obra original con el fin de añadirlas a una obra propia sin citar o dar los créditos al autor original o la fuente de donde se obtuvo »

Después de haber pasado 36 cursos como docente en la universidad, bebiendo hasta la ebriedad en las fuentes del derecho para poder dar unos apuntes de la materia a los alumnos, estoy convencido de que el plagio es consustancial al ser humano, nuestras ideas originales son copias de lo que hemos asimilado de nuestros predecesores, y que solo es falto de ética el no reconocer a quien hemos copiado antes del juicio, así que, como abogado con cierta experiencia en este ámbito de la propiedad intelectual y de la propiedad industrial, una solución en dinero se impone en estos casos, « los plagios con pasta son menos plagios », y « mas vale un mal acuerdo que un buen pleito », como dijo un anónimo sabio plagiado.




Nota.- Escrito a partir de un articulo encontrado en Internet, una tesis quizá, de Sandra Timal López (Estudiante del programa de doctorado en Derecho de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México) y de Francisco Sánchez Espinoza (Profesor investigador en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la misma Benemérita Universidad)

martes, 1 de septiembre de 2020

MASCARILLA BLUES

Salir de casa, mierda la mascarilla, volver a casa, salir con la mascarilla, la rutina diaria marca la jornada del Baron de la Florida, hoy toca feria del vino en Lidl y volverà con el coche lleno de botellas exoticas pero eso serà a la noche, con la fresca.

Hernani està en un alto que no es precisamente el Kangchenjunga pero hay momentos en que subir de la Florida a la plaza del ayuntamiento se hace duro, sobre todo cuando el sol de las 3 de la tarde derrite la sesera un dia de agosto y el recorrido se alarga por la bùsqueda de la sombra.

Este verano de pandemia y caos, cuando cada autoridad médica y cada autoridad politica dice su verdad y cada verdad contradice la anterior y la simultànea, el Baron de la Florida se ha quedado de vacaciones en Hernani, el suegro encuadrado en grupo de riesgo, corriendo en su silla de ruedas hacia el centenario, no podia ser abandonado en manos de ninguno de los hermanos o hermanas de su mujer por un par de semanas, « hubiera sido matarle » penso en su interior, asi que, cuidadores experimentados a la fuerza, la santa esposa y él formaban equipo de cuidados intensivos y extensivos del « viejo », esto también lo penso porque decirlo, no lo decia nunca.


La compra urgente de una de las 36 medicinas que toma al dia su suegro le habia expulsado del aire acondicionado interior a la atmosfera exterior, plancha ardiente de asfalto y horno de fachadas de ladrillo reflectantes.

Tiene amigos que le dicen « ¿A Hernani ? Ni para heredar » pero el Baron de la Florida es de Hernani y le gusta vivir en Hernani aunque no haga « vida de Hernani », esa vida de taberna en taberna hasta que el alcohol anega las neuronas supervivientes que hacia su suegro en su tiempo y que le ha conservado inmortal hasta hoy para asombro de la medicina, de la homeopatia y del difunto amigo cura al que su suegro enterro sin làgrimas al inicio del confinamiento.

Como no corre el viento, las mascarillas abandonadas por el suelo de la calle Mayor se quedan pegadas donde han caido hasta la misma puerta de entrada de la farmacia. Como no caben los dos a la vez en la entrada en la farmacia, el Baron se aparta hasta la calle para dejar pasar en distancia de seguridad a un hombre enmascarado de su misma corpulencia que le saluda jovialmente.

- Pero Tarzàn ¿Es que no tenéis boticas en Donostia que tienes que venir a Hernani con las recetas ?

Y el Baron de la Florida contuvo detras de su mascarilla las ganas de volver a partirle el pescuezo a aquel tipo.

(Escrito con teclado francés, hay acentos y signos que no he podido corregir)




martes, 11 de agosto de 2020

PITCH

 

HEAD & BREAKFAST

Un caminante joven y esforzado llega a un albergue rural pero la acogida ardiente de la hija de los propietarios puede estropear su peregrinacion.


Un randonneur jeune et vaillant arrive à un gîte rural mais la chaude bienvenue de la fille des propriétaires peut gâcher son pèlerinage.

 

Tenemos un guion para un cortometraje que estamos preparando.


On a un scénario pour un court-métrage qu'on prépare.

 

jueves, 30 de julio de 2020

LA NUEVA NORMALIDAD EN EL RUGBY


- Habrà que jugarse a los chinos quién saca la basura hoy – dice el Baron de la Florida cerrando la ùltima bolsa negra en la cocina de la sociedad –, porque esto huele fatal y no va a haber gel hidro-alcoholico que lo arregle.

- No sé si es oportuno jugar a los chinos ademàs de ser quizà politicamente incorrecto – le contesta el Marqués de Altamira que recoge el tapete, los hamarrekos y las cartas –, ya sabes que el lenguaje debe adaptarse a la nueva anormalidad.

- Para anormalidad esa que se les ha ocurrido de suprimir las melés, los rucks y tal para evitar ocasiones de contagio en el rugby aficionado – dice Galtzagorri que està enguantado, poniéndose la mascarilla con el escudo de la Real Sociedad -, también podian haber pensado en que se jugase con mascarilla o que fuera obligatorio ponérsela antes de placar.

- Es que quieren hacer al mismo tiempo cosas incompatibles por esencia: generar los ingresos del negocio y dar la imagen de que se protege la salud pùblica – Hiruntchiverry coge la bolsa que le pasa Galtzagorri con las manos enguantadas y los brazos extendidos al màximo -, a los profesionales, como necesitan jugar para vivir, se les hace jugar y a ver si hay suerte y no hay muchos invàlidos y muertos por el virus, al fin y al cabo son obreros y la mano de obra es fàcil de ser recambiada.

La caravana de enmascarados avanza hacia los containers por la calle desierta en la noche como hormigas transportando granos al hormiguero, el Baron de la Florida va el ùltimo, después de haber cerrado la puerta de la sociedad.

- Por eso te has pasado al golf que es un deporte de proletarios pero que no ha necesitado modificar reglas para evitar contagios.

- Calla, que las transmisiones de golf remplazan muy bien las etapas del Tour para la hora de la siesta y te dan ganas de ir a pasear por el campo detràs de la pelotita, como un perrito faldero.

- Pero pisar uno de esos campos de golf te cuesta como alquilar un piso con vistas a la Concha.

- Sopas sin sorber, no puede ser y el que quiera peces que se moje el culo, que decis en este pais.



martes, 28 de julio de 2020

EL DOBLE


- Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte del mundo – comenta el Barón de la Florida aliñando la ensalada de tomate, queso y aceitunas negras -, alguien que se nos parece tanto que nos podemos confundir.
- Los parecidos razonables existen – contesta Imanol Hiruntchiverry abriendo la botella de txakolí frío -, y se usan mucho en el cine ¿Quién no tiene una tía que puede pasar por la reina de Inglaterra sin problemas y con el bolso adecuado?
- Yo tengo un par de dobles y los conozco – Galtzagorri interviene mientras apaga el fuego de la sartén de carrilleras a la que pone una tapa -, bueno, más o menos los conozco.
Todos se sientan alrededor de la mesa de la sociedad y se van sirviendo la ensalada. Hiruntchiverry ha derramado, como siempre, la mitad de la primera botella al intentar servir el txakolí desde la máxima altura posible. Galtzagorri habla más que come.
- En tiempos juveniles, un día en “La espiga”, el camarero de la barra del bar me reclamó que el domingo anterior me había ido sin pagar. Era imposible porque el domingo yo había estado en el monte, en una excursión por los Pirineos y discutimos un rato. Lo único que saqué claro es que mi doble había estado tomando el aperitivo con una cuadrilla de Pamplona y que habían hecho un “simpa”. El incidente fue bastante desagradable y enfrió mi relación con los del bar pero nunca pagué aquella ronda. Y esa fue la primera vez que tuve conocimiento de la existencia en Iruña de mi doble.
- ¿La primera?
- Bastantes años más tarde, un amigo de uno de mis hermanos me dijo en una cena en la que coincidimos que por motivos de su trabajo iba mucho a Pamplona y que solía verme por el centro de la ciudad pero que yo no le devolvía el saludo. Vuelta a discutir para convencerle que yo no había sido quien no le había saludado. Y este hombre, Humberto se llamaba, creo, un tiempo más tarde me llamó por teléfono para decirme que había estado con mi doble, que el tipo era idéntico a mí, de mi misma edad pero que no le había dicho nada de que tenía un doble en Donostia y me dio las señas de un establecimiento de Pamplona en el que trabajaba mi doble.
- Así que has estado con él y todo.
- Jamás. Creo que él no quiere coincidir conmigo. Un día que fui a un juicio en Pamplona, al terminar me acerqué al comercio que me habían indicado en pleno centro de la ciudad y entré. Un empleado que estaba en la tienda me saludó diciendo “¿Te has olvidado algo?” y, cuando me acerqué, me dijo “Perdone, le había confundido con…” así que me explicó que mi doble acababa de salir para desplazarse a un pueblo del Valle del Roncal, que efectivamente parecíamos mellizos con pequeñas diferencias físicas pero que mi forma de moverme y mi voz eran similares a las suyas, le dí mi tarjeta y cogí la del negocio, le dije al empleado que me gustaría hablar con mi “hermano gemelo” y hasta hoy.
- ¿No le has visto?
- Nunca me llamó. Yo lo hice un par de veces pero me dijeron que no se podía poner y no me quisieron dar su teléfono personal. Así que lo dejé en el olvido. Un día pasé por la tienda y había cerrado, ahora hay allí otra cosa, no sé qué.  Al menos, no ha dejado sin pagar nunca más una ronda en mis bares habituales.
- ¿Y el otro?
- En Zaragoza. He estado con él personalmente un par de veces y no me veo parecido alguno pero un día, hace tiempo, me encontré una foto en la prensa, ilustrando un reportaje sobre una feria de muestras y en medio de la foto estaba “yo”, más moreno, con más pelo pero era yo. Como yo no había estado en la feria en cuestión recorté el artículo, localicé las personas que aparecían y, aprovechando un viaje a Zaragoza, me acerqué a saludarle, no nos encontramos mutuamente parecido alguno pero sí ciertos vínculos de relaciones entre su familia y la mía en el pasado. Por casualidad tiempo más tarde nos volvimos a encontrar en un acto público y nos saludamos, alguien me preguntó si éramos hermanos, lo que me extrañó porque yo no le veo parecido conmigo ni él tampoco, en todo caso, con un tío ya difunto, en versión coreana o así, puede tener un cierto aire. La última es que un amigo hace poco me ha comentado que estaba en Zaragoza esperando en el coche a que su mujer volviera de hacer un recado, casualmente estaba aparcado en la calle en la que vive esa persona pero ese amigo no lo sabía, bueno y que me vio pasar paseando un perro, se bajó del coche para saludarme y no era yo, que el otro era un tipo elegante, agitanado, que andaba como yo, que se parecía a mí, pero no era yo.
- Esos son los genes de tu abuelo pescador – concluye el Marqués de Altamira, repartiendo “le gâteau basque” relleno de cerezas negras de Maison Castellou -, que pescaba tantas veces truchas en el Arga, alguna trucha con piernas sin querer, que su descarga genética se ha esparcido por la cuenca del Ebro.
- Mi abuelo era un santo varón.

sábado, 18 de julio de 2020

ROMA ES OTRA COSA


- Roma es otra cosa, Roma es sotanas y hábitos entrando apresuradamente en portales oscuros, Roma es un cura gordo, prácticamente obeso, saliendo de una boutique elegante con una bolsa de regalo, Roma es la sonrisa de una muchacha morena que te deja sobre la mesa la factura exorbitante de un café, Roma es la cabeza en mármol de una diosa que está caída detrás de un arbusto en ese jardín…
- Pero Altzo no está mal tampoco – el Marqués de Altamira interrumpe a Galtzagorri dejando el platillo de chorizos humeantes sobre la mesa -, aunque quizá no tenga esa poesía que dices pero también tiene un cura, tiene iglesia monumental, frontón cubierto… y esta luz del viento sur a última hora de la tarde.
- Echo de menos viajar – Galtzagorri se levanta la mascarilla con el escudo de la Real Sociedad para beberse el txakolí de un solo trago -, ahora que ya nos estábamos acostumbrando a añadir Roma a Edimburgo, Cardiff o Dublin, resulta que nos tenemos que quedar confinados entre Aranzazu y la Isla Santa Clara, entre el árbol Malato y la estación del tren de Bayona, entre San Juan de Gaztelugatxe y las Salinas de Valdegovía…
- De Añana, Salinas de Añana, aunque el cordero, las patatas y el vino nos las comimos en Espejo -el Marqués precisa mientras abre otra botella de txakolí -. Creo que se me nubla la vista ya, no acierto a ver la cruz del Ernio desde aquí.
- Pues no creo que en Altzo de arriba tengamos muchos alojamientos y yo tampoco estoy para conducir – se lamenta Galtzagorri analizando el color dorado del vino en los rayos del anochecer -, ¿Por aquí cultivaba cebollas el gigante? Podemos preguntar si nos dejan su cama.
- El virus éste me va a dejar el hígado destrozado.
- Roma es otra cosa, Roma es blanco mármol convertido en el cuerpo humano más bello, Roma es cantar arias subido en una Vespa en busca de la sombra de Audrey Herpurn, Roma es la sonrisa de una muchacha morena que toma el sol en la piscina del hotel con un vermú en la mano y te pide 300€ por hacerte compañía en la siesta, Roma es la vieja desdentada que pide limosna a una pareja de curas indiferentes en el atrio de la iglesia.



viernes, 17 de julio de 2020

SCENARIO À PARTIR DE LA REPRÉSENTATION THÉÂTRALE DES INTERNES À L’ASILE DES BONNES MÈRES DES ANGOISSES DE LA SAINTE PÉCHERESSE.

Thème:
Dans l’asile de Saint Barthélemy, la bonne mère Sœur Madeleine de la Fête prépare une pièce pastorale et pieuse avec les internes de l’établissement pour être jouée devant l’évêque Mgrs. Itxassou qui va venir en visite. Mais un des acteurs Jean Armagnac a une bizarre idée: assassiner l’évêque en profitant de sa visite et amène le groupe à préparer en cachette une autre pièce (L’assassinat d’Henri IV) pour obtenir l’opportunité du crime.

EXTÉRIEUR JOUR
(Paysage basque, verts diverses, c’est l’immense terrain d’une maison grande, solide, on devine des hauts murs qui empêchent de sortir facilement, un chemin goudronné mène de la grille d’entrée à la porte principale avec des grilles en fer et solidement fermé, sur la porte un panneau indique « REFUGE SAINT BARTHÉLEMY DES BONNES MÈRES DE LA SAINTE PÉCHERESSE », personne à l’extérieur, fenêtres fermées, grilles un peu partout, on entend des voix, quelqu’un dirige une « pastorale »,mi en basque mi en français)
INTÉRIEUR JOUR
(Grande salle de gymnase, illuminée par les fenêtres qu’on sait, un groupe d’internes avec des uniformes en toile légère suit les indications d’une nonne habillée comme une secrétaire de bureau –une petite croix argentée sur sa poitrine comme seul bijou, pas de maquillage-.)
MADELEINE
(Chante et dirige)
Haurtxo maite...
GROUPE D’INTERNES
Haurtxo maite... Nola zaude?
seaskan negarrez.
Atoz, bai, nire bihotzera.
Atoz, bai, lo lo egitera.
Abesti maitalez.
Abesti maitalez.
(Le groupe est si hétérodoxe que leur chant, il y a des hommes et des femmes à tronches vécues, des handicapés mentaux, des jeunes à yeux vides, des vieux moches… une des femmes, autour de la cinquantaine porte une poupée comme un enfant contre son sein, un des hommes est à son coté, il a une fausse barbe, le couple est un peu devant le reste, quelqu’un joue un piano)
MADELEINE
Une fois plus, Haurtxo maite...
GROUPE D’INTERNES
Haurtxo maite...
EUGENIE
(Une autre nonne, habillée comme Madeleine, apparaît à la course)
Madeleine ! Madeleine ! La bonne nouvelle, il y a la bonne nouvelle !
(Le chœur se tait)
L’évêque vient à la fête, monseigneur vient à la fête ! Faut que tu viens à la direction, faut que tu viens immédiatement.
(Madeleine regarde l’autre en souriant)
MADELEINE
J’arrive (Et se tourne aux internes) Continuez un moment sans moi ! Armagnac dirige la répétition jusqu’à que je retourne !
ARMAGNAC
(Il retire sa barbe, fait un geste obscène vers la porte par laquelle sont sorties les deux nones et se dirige aux autres)
Continuez et n’arrêtez pas: Haurtxo maite...
GROUPE D’INTERNES
(Tous chantent et presque tous au même temps commencent à faire ce qu’ils veulent, se peloter, se baiser, se battre… deux des internes se placent prés de la porte et pendant qu’ils chantent font le vigile vers le couloir. Le chaos sexuel à la salle est énorme mais la chanson reprenne sans cesse, le pianiste joue comme un robot)
INTÉRIEUR JOUR
(Bureau de la mère supérieure, un bureau simple, un tableau de Marie Madeleine préside)
SUPÉRIEURE
Est un grand honneur que Monseigneur Itxassou vienne nous visiter à l’occasion de le Saint Barthélemy et on va bien préparer la chapelle pour une messe ouverte au public du village…
MADELEINE
(Elle parle vite et enthousiaste)
On pourrait lui présenter le chœur des internes. On est en train de préparer une représentation théâtrale avec une série de chants en basque pour les jours de fête et comme ça l’évêque verra qu’on ne dépense pas les dons et que nos internes…
SUPÉRIEURE
(Vraiment supérieure)
 Nos internes ne sont pas des internes, sont des clients et ils sont occupés parce qu’on ne peut pas les doper tout le temps ! Ce refuge, Madeleine, n’est pas  ni prison ni hôpital. Nos clients arrivent volontairement ou par la volonté des familles et sont ici parce qu’ils payent ! Les dons de l’évêché sont à nous, à nôtre ordre.
MADELEINE
Mais quand même, les pauvres seront ravis d’honorer l’évêque, un homme si culte, si orthodoxe.
SUPÉRIEURE
Vous serez ravie ! Si l’évêque vient nous visiter, peut-être quelques voisins viendront et votre show pourrait les entretenir et servir à attirer des gens, au moins pour les fêtes. Ça coûte zéro et les dons des visiteurs sont des revenus à nous, à nôtre ordre.
Une autre chose. La nouvelle convention avec le Conseil Général nous oblige à accepter un psychiatre comme superviseur de cet établissement. Il va arriver bien avant que notre évêque.
  INTÉRIEUR JOUR
(Par le couloir, les deux religieuses vont vers la salle)
EUGÉNIE
Il est un « réac » ce Monseigneur Itxassou. Tu verras, il faudra s’habiller avec le « bourkha » comme dans les vieux temps pour sa visite.
MADELEINE
L’habit, Eugénie, l’habit, on ne dit pas le « bourkha ».  Un jour on va t’entendre et tu seras punie.
INTÉRIEUR JOUR
(À la salle, le chœur continue à chanter, rien ne s’est passé. Armagnac dirige impassible)
INTÉRIEUR JOUR
(Escalier en bois, une porte intérieure « douches hommes »,  Armagnac chante sous la douche, mais au même temps il a un cigare aux lèvres et une bouteille à cotés des pieds)
ARMAGNAC
Le petit Jésus s'en va-t-à l'école
En portant sa croix
Dessus son épaule
On lui donnait des bonbons
Une pomme douce
Pour mettre à sa bouche
Un bouquet de fleurs
Pour mettre à son cœur
C'est pour vous, c'est pour moi
Que Jésus est mort en croix
(Il sort de la douche, pas de cigare, pas de bouteille. Il se sèche, se rase et il parle avec  la musique de la chanson)
Le petit Monseigneur s’en va au bordel, en portant son portefeuille, dessus sa bite, on lui donnait des dons, des dons, et une pute douce pour mettre à sa bouche, un con en fleur pour mettre à son cœur, c’est pour lui, c’est pour moi que petit Monseigneur mourra en croix.
GEORGES
(Il est un des internes qui n’a pas participé à la débauche)
Qu’est ce que tu chantes?  C’est joli, c’est très bien… Le petit Monseigneur s’en va au bordel, en portant son portefeuille, dessus sa bite, on lui donnait des dons, des dons, et une pute douce pour mettre à sa bouche, un con en fleur pour mettre à son cœur, c’est pour lui, c’est pour moi que petit Monseigneur mourra en croix.
(Visiblement Georges ne s’aperçoit pas que ces paroles ne sont pas convenables et Armagnac rit)
ARMAGNAC
Georges tu ne peux pas chanter ça devant les religieuses ou tu seras puni. Tu peux chanter uniquement : Le petit Jésus s'en va-t-à l'école, en portant sa croix, dessus son épaule…

GEORGES
Aux barricades, Jésus et Monseigneur vont aux barricades ! Ha, ha, ha! Celle c’est bonne !
ARMAGNAC
Petit con!
(Il chante) Negras tormentas agitan los aires,
nubes oscuras nos impiden ver,
aunque nos espere el dolor y la muerte,
contra el enemigo nos llama el deber.
El bien más preciado es la libertad.
hay que defenderla con fe y con valor.
Alza la bandera revolucionaria,
que del triunfo sin cesar nos lleva en pos.
Alza la bandera revolucionaria,
que del triunfo sin cesar nos lleva en pos.
Debout, peuple ouvrier, à la bataille !
Il faut renverser la réaction.
Aux barricades ! Aux barricades !
Pour le triomphe de la confédération !
Aux barricades ! Aux barricades !
Pour le triomphe de la confédération !

Comme ça, comme ça, mais tout est théâtre, tout est théâtre, Georges. On est pas des anarchistes, nous sommes des limités, sortis de la rue, rejetons de la société, clochards de bonnes familles, on nous cache dans le placard des bonnes mères, pour le grand bien de nos âmes et le grand bien de l’évêque et son conseil d’administration…
GEORGES
Mais Jean… !
ARMAGNAC
Mais peut-être que le jour de la justice est plus proche qu’on croyait !
VOIX AUTORITAIRE DE RELIGIEUSE
Temps de toilette fini ! Temps de toilette fini ! Promenade, promenade…
EXTÉRIEUR JOUR
(Dans le jardin il y a une espèce de carrière hippique, les internes en rangs font des cercles autour d’une religieuse au milieu, la scène vue d’en haut est un exercice de dressage, on voit bien les empreintes des promenades répétées)
INTÉRIEUR JOUR
(À la salle, l’atrezzo pour la « pastorale », des costumes, des colis ouverts, des  coffres, des grands animaux de crèche en bois peint… le groupe d’internes répète)
GROUPE D’INTERNES
Euskal Herriko saindu ixilak
Gorarik aipa ditzagun,
Aipa zeruan ditugun hilak,
Harat hel gaiten, hek lagun…
(C’est un ballet simple, des mouvements rythmés

INTÉRIEUR JOUR
(Bureau de direction, la mère supérieure, Madeleine, Jean Michel un beau homme…)
SUPÉRIEURE
Le Docteur Jean Michel Gaillard de Saint Léon est à partir d’aujourd’hui le responsable des programmes des clients. Même si est par la convention signée entre l’évêché et la préfecture qu’il est ici, je crois sincèrement qu’il fallait impérativement qu’un expert en psychiatrie dirige l’établissement de façon permanente parce qu’on ne pouvait pas continuer avec des conseils intermittents…
MADELEINE
Ça va à être bon pour nos internes, le docteur Harinordoquy n’arrivait pas à tout le pauvre et il était un peu trop démodé.
JEAN MICHEL
J’ai étudié le programme occupationnel et je le trouve très bien. Vous faites un travail excellent et j’espère apprendre beaucoup de votre expérience Sœur Madeleine.
MADELEINE
Merci, merci, mais c’est le Docteur Harinordoquy qui a le mérite, il a été un vrai ange gardien des internes et un maître à suivre, la peine qu’il avait tant d’occupations hors notre refuge. Voulez voir venir avec moi à la salle de gym, les clients sont en train de répéter.
INTÈRIEUR JOUR
(Salle, le vigile voit que Madeleine et Jean Michel arrivent et fait des signes, le tableau idyllique se forme à l’instant. Quand la none et le psychiatre entrent la répétition a l’air morne des choses ennuyeuses…)
CHŒUR DES INTERNES
Haur… etc.
(Mais un s’assoit par terre et les autres commencent à se distraire, on s’assoit un peu partout, on s’endorme, on tape un coup de pied et une bagarre éclate… Madeleine arrive à arrêter le tumulte… les chants on continue et continuent pendant les incidents)
INTÉRIEUR JOUR
(Bureau du psychiatre, Madeleine et Jean Michel sont avec des papiers, des fiches des internes, des dossiers de santé etc.)
MADELEINE
Je ne sais pas si on peut les laisser autogestionner les activités, il y a des vraies tarés, des cas difficiles… en plus ils sont habitués à être gérés avec de la discipline…
JEAN MICHEL
Le but de ce programme est de développer chez les patients, les clients que dit Madame la patronne, les connaissances et les attitudes qui favorisent une meilleure gestion de leur santé.
MADELEINE
Il est vrai que dès votre arrivée, les internes manifestent beaucoup d’intérêt face aux activités et les échanges à l’intérieur des groupes sont particulièrement riches. Maintenant  qu’on est là pour le soutien à l’autogestion  et on ne vise pas à remplacer les traitements habituels comme la psychothérapie ou la médication. Il s’agit plutôt notre intervention d’une intervention complémentaire, mais primordiale dans la gestion, quand même, pour moi, il est difficile de laisser toute initiative aux internes.
JEAN MICHEL
Il faut les préparer pour sortir, pour réintégrer une vie dans l’extérieur… on ne peut pas les laisser dans le placard… ils sont des personnes, ils doivent sortir. Vous contrôlez les avances, vous devez être tranquilles.
MADELEINE
D’accord, d’accord…
INTÉRIEUR JOUR
(À la salle de gym. Les internes en bergers chantent et dansent comme des participants dans une « pastorale souletine », il y a plus d’instruments guitares, tambours, accordéon)
CHŒUR DES INTERNES
Agour Marie… etc.
(Ça dure un bon moment. Jean Armagnac dirige et chante le plus fort, un moment donné, il retire ses habits et se transforme en un évêque sinistre, les autres internes chantent « Ni dieu ni maître » de L. Ferré avec solennité et lui entourent au final de la musique, tout se fait très lentement… et ils finissent pour lui tomber dessus en mimant qu’ils ont des couteaux dans les mains. Georges surtout est le protagoniste du coup final, après il regarde tendrement à Fatima, une mignonne interne de regard inquiétant)
ARMAGNAC
(Se lève) Parfait ! Parfait ! On est arrivé à faire un final parfait, un drame, une tragédie ! Les bonnes sœurs vont être ravies ! On recommence.
CHŒUR DES INTERNES
Agour Marie…
(La répétition recommence, mais on sent que les internes veulent arriver au final, à l’assassinat, la tension monte dans les gestes, les faces, les mouvements… après mimer sa mort, Armagnac se lève)
ARMAGNAC
On recommence !
(Le Docteur arrive et voit en souriant l’assassinat d’Armagnac, il applaudit et s’approche de celui-ci)
JEAN MICHEL
(En ouvrant une boite de carton qu’il avait cachée à son dos) Et voilà les couteaux ! (Il fait sortir des couteaux de théâtre assez impressionnants et il donne un coup avec le plus grand sur la poitrine d’Armagnac)
ARMAGNAC
Magnifique (Il essaye les couteaux à plusieurs reprises, la lame glisse bien dans la poignée) Magnifique ! Merci, docteur ! (Aux autres, pendant qu’il distribue les couteaux) On recommence !
INTÉRIEUR NUIT
(Chambre d’Armagnac, il dort, il s’éveille, se lève nu et cherche quelque chose derrière le socle d’un des murs, une clef, avec elle il ouvre la porte, il se glisse par le couloir, il descend par les escaliers en évitant les cameras de vigilance et une nonne qui veille dans le grand hall, il arrive à la cuisine, il prend plusieurs couteaux d’un tiroir, avec les couteaux en main il monte jusqu’aux douches. Dans une des douches il colle sa main à un carreau pour le faire sortir du mur, là il y a bouteille, cigares, argent… il introduit les couteaux, ferme la cachette et retourne à son lit).
INTÉRIEUR JOUR
(Chapelle, des internes assis dans les premiers rangs, des internes  agenouillés, ils ne sont pas tous mais dans un coin ombre du fond on entend des bruits torrides, un couple fait l’amour dans le sol de la chapelle, Georges et Fatima, ils baisent avec des préservatifs qu’ils gonflent comme des ballons, ils s’amusent à jouer avec pendant qu’ils continuent)
INTÉRIEUR JOUR
(Sortie de la chapelle, Georges et Fatima se séparent mais se regardent éperdument amoureux.  En haut de l’escalier Madeleine les observe avec une certaine envie, plus en haut le docteur scrute Madeleine avec un désir évident et il descend vers elle).
JEAN MICHEL
Alors le Seigneur Dieu fit tomber sur lui un sommeil mystérieux, et l'homme s'endormit. Le Seigneur Dieu prit de la chair dans son côté, puis il le referma. Avec ce qu'il avait pris à l'homme, il forma une femme et il l'amena vers l'homme.  L'homme dit alors : « Cette fois-ci, voilà l'os de mes os et la chair de ma chair ! On l'appellera : femme. »
MADELEINE
A cause de cela, l'homme quittera son père et sa mère, il s'attachera à sa femme, et tous deux ne feront plus qu'un.
JEAN MICHEL
Tous les deux, l'homme et sa femme, étaient nus, et ils n'en éprouvaient aucune honte l'un devant l'autre.
MADELEINE
Et voilà ! Un expert dans les textes bibliques ! Mais quelle surprise !
JEAN MICHEL
La vraie surprise est de voir une femme comme vous se savoir toujours une femme et se nier de l’être pour l’éternité.
MADELEINE
Ses décisions sont insondables, ses chemins sont impénétrables!
(Les deux se dirigent à la porte de chapelle. Madeleine entre et se dirige au bénitier. Jean Michel mouille sa main et le passe l’eau. Les mains se touchent un long moment, ils se regardent)
JEAN MICHEL
Ses décisions sont insondables, ses chemins sont impénétrables!
(Madeleine se sursaute et cours vers l’autel. Jean Michel se tourne vers la porte en souriant, son sourire est peut être diabolique, il s’en va)
INTÉRIEUR JOUR
(Chapelle petite, une messe, quelques prieurs, des nonnes, Madeleine est à genoux, regard perdu dans l’autel et les vitraux avec des scènes bibliques, elle est en presque extase, son regard glisse par les vitres jusqu’à un Saint Sébastien en plein martyre avec son corps musclé et son sexe clairement marqué sous le linceul qui le cache… extase « in crescendo »)
MADELEINE
… priez pour nous, pauvres pécheurs…
JEAN MICHEL
(Tout juste derrière elle)
… ainsi soit-il…
(Elle se retourne, demande permis à la mère supérieure qui est à son côté et s’en va le plus vite possible. Le psychiatre la suit)
INTÉRIEUR JOUR
(Couloirs, escaliers, salles… c’est une poursuite, sans résultat pour le poursuivant, Madeleine a joué au cache-cache avec lui et elle dans sa cellule enfermée)
INTÉRIEUR JOUR
(Cellule de Madeleine, elle a un fouet de pénitence sur le lit, elle, nue, se fouette en parallèle à la séquence  suivante)
INTÉRIEUR JOUR
(Bureau du psychiatre, il ferme la porte, s’assoit derrière la table, allume l’ordinateur, cherche des images de nonnes sur internet et se masturbe en les regardant)
INTÉRIEUR JOUR
(Madeleine et Jean Michel arrivent au climax simultanément)
INTÉRIEUR JOUR
(Salle du gymnase, les internes sont en train de répéter des scènes de bagarres avec les couteaux de théâtre, sous la direction d’Armagnac, la porte s’ouvre, le psychiatre arrive écœuré par la fuite de Madeleine et les observe sans rien dire mais il sourit à Fatima et Fatima, qui n’est pas mal, lui sourit chaque fois que leurs regards se croissent)
ARMAGNAC
(Il donne des ordres en récitant le texte)
Ne croyez pas que je sois venu apporter la paix sur la terre;
je ne suis pas venu apporter la paix, mais l’épée.
Car je suis venu mettre la division entre l’homme et son père,
entre la fille et sa mère, entre la belle-fille et sa belle-mère;
 et l’homme aura pour ennemis les gens de sa maison.
Ne croyez pas que je sois venu apporter la paix sur la terre,
Regardez mon épée de tranchant rouge de sang
Regardez cette épée de divine justice faire son boulot
Regardez les têtes tomber sur le sol ruisselant de sang
Tremblez et pleurez parce que vous êtes en péché
Et l’épée du Seigneur tranchera vos impuretés…
(Le spectacle est chaotique à nouveau, les grands simulent de tuer les petits et les femmes, les blessés font des agonies exagérées… au final, il n’en reste qu’un vivant, il est Georges que « tue » Fatima avant de tuer « Armagnac »)
INTÉRIEUR JOUR
(Douches, Armagnac et Georges sont en train de se sécher avec des grandes serviettes, l’ambiance est gai, on rit, on chante…)
GEORGES
C’est magnifique d’avoir cette ambiance dans l’établissement ! On peut vraiment penser qu’on sortira d’ici, qu’on sortira guéris…
ARMAGNAC
C’est vraiment magnifique ! C’est bon de pouvoir nous organiser, de nous trouver comme des personnes ! Mais...
GEORGES
On continue à être enfermés, je n’arrive pas à me souvenir de ma vie avant d’arriver ici. Il y a longtemps que ma mère ne vient pas me voir, ma mère était la seule à venir me voir. Pour quoi on ne nous laisse pas d’appeler ? Je veux parler avec elle. Elle n’est pas morte !
ARMAGNAC
Ta mère est très âgée et n’aura pas beaucoup de forces mais elle continue à payer sinon tu aurais été renvoyé, et pas à la liberté, à un autre établissement, a une prison pour de vraie ou à un psychiatrique. On est ici parce que nos familles payent, parce que le Juge de Tutelles accepte que nous sommes ici mieux que vas-tu savoir où. Es-tu mal ici ? On te tient bien propre, bien habillé, bien nourri et tu as Fatima et elle t’aime.
GEORGES
Fatima est la chose plus belle qui m’est passée dans la vie !
(À partir de ce moment, ils commencent à parler comme des intellectuels, comme des experts en théâtre, ils vont à augmenter leur excitation tout au long du dialogue sur le spectacle)
ARMAGNAC
L’amour ! L’amour ! Tous les deux vous jouez très bien ensemble. Il faut, je crois, que tu improvises un peu plus, que tu sois plus créatif dans ton jeu théâtrale, je crois, mais c’est à toi de sentir et de jouer.
GEORGES
Non, non, tu fais bien de me dire. Je sens aussi qu’on pourrait faire mieux, dépasser les bornes, jouer sans limites…
ARMAGNAC
Le texte n’est pas une limite, le texte est une base pour développer le jeu, pour progresser dans le spectacle. Il faut se questionner, trouver des situations troublantes, que les spectateurs soient abasourdis,   qu’ils soient une partie de la pièce.
GEORGES
Mettre un spectateur dans le centre de la pièce !
ARMAGNAC
Un spectateur protagoniste : L’évêque !
GEORGES
Oui ! L’évêque  comme l’offrande qu’on sacrifie au final, comme le roi qui doit mourir, comme l’agneau surpris para la brutalité du sacrifice qu’on lui demande !
ARMAGNAC
Bien, Georges ! Bien ! Mais c’est du spectacle, c’est du théâtre, il faut jouer et faire jouer. N’oublie pas que le couteau que tu enfonces dans le roi ou l’évêque, n’est pas le couteau de Ravaillac sinon qui est un couteau truqué, mais c’est toi avec ta gestualité, avec ton expression, qui doit faire sentir la cruauté du sacrifice au public.
GEORGES
C’est moi, moi, qui est dans la scène et quand on est en scène, on a le pouvoir, on dirige, on commande !
INTÉRIEUR JOUR
(Répétition à la salle, quelques chaises simulent des rangs, les internes sont habillés plus ou moins en style XVIème siècle, Armagnac est revêtu d’évêque, on voit des différents tableaux accompagnés des chants, on commence pour représenter en bon ordre les chants basques des enfants, des chants festifs, Fatima montre sa jambe à un des garçons, une femme se fâche, pendant que la fête et les chansons continuent les internes se divisent en deux et une querelle surgit, ils miment une bagarre collective qui s’arrête aux pieds d’Armagnac, maintenant assis en tenu d’évêque, quand Armagnac fait une grimace de surprise Georges le poignarde et s’enfuie avec Fatima, tous courent après eux et ils retournent pour saluer au public devant la salle encore vide)
ARMAGNAC
Le spectacle s’améliore, il devient de plus en plus fluide, il y a du rythme. On va avoir un succès. Il faut tout ranger.
(Les internes se déshabillent, laissent l’atrezzo en ordre, les couteaux de théâtre   dans un panier… Au fond de la salle le psychiatre était en l’obscurité et il s’approche des internes)
JEAN MICHEL
Bravo, bravo ! Très moderne, une pièce de nos jours !
GEORGES
Merci, merci…
JEAN MICHEL
Georges je veux te faire un test, j’ai besoin de constater tes dernières progressions Est-ce que tu peux aller à mon bureau, s’il te plaît ? (Georges souriant  sorte de la salle) Et Fatima ? Où est tu ? Fatima aussi va très bien, je voudrais te faire à nouveau un test complet. Est-ce que tu pourrais venir en une demi-heure, s’il te plaît ?
INTÉRIEUR NUIT
(Bureau du psychiatre, le docteur et Georges jouent avec des cartes de tarot dans une table, Georges prends une carte et fait une description, Jean Michel prends des notes)
GEORGES
Le bateleur, un type soulève un bâton devant une table, le type a un huit bizarre  qui flotte sur sa tête, dans la table il y a une épée, une coupe et un autre bâton et des fleurs un peu partout… il est un mage, un jongleur, un illusionniste...  il est en train de mettre en avant la futilité, la spéculation, voire le mensonge pour parvenir à ses fins.
JEAN MICHEL
Prends une autre des miennes pour finir
(Georges prends une autre)
GEORGES
L’étoile, une fille blonde est agenouillée à coté d’un lac, elle prend de l’eau et arrose l’herbe, une grande étoile illumine la scène nocturne, elle a une relation amoureuse superficielle, avec rigidité dans les échanges et les interactions, grand difficulté dans les rencontres...
JEAN MICHEL
C’est fini. Très bien, Georges, tu avances vraiment.
(Il fait sortir Georges et entrer Fatima)
Au revoir, Georges. Entre Fatima, prépare-toi pour l’examen
(Il ferme la porte et quand il se retourne Fatima est nue, splendide, on voit bien qu’il oublie de verrouiller la porte)
INTÉRIEUR NUIT
(Dans le couloir Georges se promène devant la porte fermée du bureau du psychiatre, un moment donné il s’approche, on entend parfaitement des bruits de film porno, il ouvre un peu la porte, Fatima est en train de faire une fellation à Jean Michel. Georges ferme la porte et s’en va)
 EXTÉRIEUR JOUR
(Le jardin de l’établissement est décoré, couronnes, fanions… On sent bien qu’un événement va se produire, les bonnes sœurs courent d’un coté à un autre)
INTÉRIEUR JOUR
(Salle,  Armagnac change les couteaux faux par les couteaux de cuisine et s’en va)
INTÉRIEUR JOUR
(Douches, Armagnac ferme la cachette des douches et disparaît par le couloir. Georges apparaît quand il est parti et va aux douches, il arrive à ouvrir la cachette et teste les couteaux de théâtre, il laisse tout comme il était)

EXTÉRIEUR JOUR
(Jardin, chapelle…  L’évêque arrive)
ITXASSOU
Mes brebis, mes agneaux, mes enfants… que Dieu fasse de moi un vrai foyer de lumière et d'amour, une parole pour porter sa joie. Je veux que tout autour de moi et en moi rayonne l'harmonie, le saint consentement, la joie et l'immense bonté du cœur. Être toujours gai, toujours joyeux même dans l'affliction... c'est si bon ! C'est de là que j'ai compris la valeur d'un sourire accueillant, le bénéfice d'une sérénité habituelle transformant mélancolie et tristesse en saint consentement. Je connais maintenant la joie la plus pure, la plus douce que l’on puisse connaître : celle de vivre pour les autres et pour leur bonheur.
(Tout le monde applaudit. L’évêque regarde Madeleine avec désir)
ITXASSOU
Donner Dieu en tout, à tous et à toutes, le donner constamment, le donner autant de fois et en autant de manières qu'il le voudra. Par la prière, par l'exemple, par la parole, par la bonté, la charité, le pardon... et surtout par l'amour, par l’amour, par l’amour…  Il ne faut pas oublier que Dieu est amour, tout l’amour, et rien d’autre qu’amour.
(Il a pris la main de Madeleine et il ne va pas la quitter)
ARMAGNAC
Et toi, tu sais beaucoup de l’amour, un peu trop peut être.
ITXASSOU
Mon frère ! Mon frère !! Jean !
ARMAGNAC
Pas mort, mais enterré. Ton frère, ton frère qui est passé pour tous les cercles de l’enfer et qui est caché dans ce petit bout de paradis sur terre.
(L’évêque, sans libérer la main de Madeleine, prends Armagnac par l’épaule)
ITXASSOU
Ne râle pas, mon vieux, ne râle pas ! Tu es beau à nouveau !  Mais tu adores le drame, et surtout être le protagoniste du drame. Est-ce que tu as mis ton moteur cérébral en marche ? Est-il parti à nouveau ? Non, je suppose que non, parce que s’il l’était tu serais déjà le directeur de l’asile. Ne laisse pas de prendre tes médicaments ou tu ne sortiras d’ici jamais. Et ça me ferait beaucoup de peine… Ah ! Mon pauvre cœur ne le supporterait pas.
ARMAGNAC
On a entendu que ta sainte vie au service de ta religion t’a fait passer par la salle d’opération dernièrement. Il te vaudrait mieux de faire jeûne et pénitence et t’abstenir d’admirer de près les beautés créés par nôtre Seigneur.
ITXASSOU
Ah le sacrifice ! Le sacrifice semble aussi  naturel  que la prière; le sacrifice est révélateur de ce que l’homme pense de lui-même, la seconde de ce qu’il pense de Dieu.  Depuis que le péché est entré dans le monde, dans son sillage sont apparus des sentiments douloureux de culpabilité, d’éloignement de Dieu et d’impuissance. Il est compréhensible que le désir d’échapper à cette condition pénible incite l’homme à rechercher le secours de Dieu par le sacrifice. Mais la beauté est venue dans le monde avec la création, par la volonté de Dieu et la puissance de l’Esprit de lumière. Elle a été mise en toute chose et  en tout être. Dieu, dans sa grande bonté de Père a voulu nous la donner comme cadeau merveilleux afin que l’homme puisse être heureux. Oui, sœur Beauté, fille bien aimée de Dieu est née avec la création du monde : "Et Dieu vit que cela était bon". Dieu, la Beauté même, a été le premier à contempler la beauté. "Et Dieu vit que cela était bon !"
(Madeleine est paniquée et regarde à Armagnac comme son seul salvateur)
ITXASSOU
Mais comment vas-tu l’apprécier ? Toi, toi qu’as pris le chemin de la dope et de l’alcool jusqu'à l’impasse de l’enfer !
ARMAGNAC
Je crois que c’est le moment de te montrer où nous a amené le travail de ces sœurs de beauté.

INTÉRIEUR JOUR
(Salle aménagé en salle de spectacles, les internes jouent, l’évêque regarde les seins de Madeleine, les seins et les culs des internes, on voit bien qu’il est très excité avec le spectacle, la mère supérieure est assise à coté de l’évêque, le psychiatre, un peu bourré, est assis à coté de Madeleine qui se trouve entre les deux satyres, tous les quatre en premier rang, il n’y a pas de séparation entre acteurs et spectateurs)
(Le spectacle se développe comme d’habitude de la pastorale a la danse dionysiaque, la chaleur augmente entre les spectateurs en parallèle, il l ya des évanouissements, Madeleine se déboutonne un peu, l’évêque regarde, le psychiatre aussi)
(Quand Georges prend le grand couteau et avance, Armagnac prend un autre et le suit vers la présidence) 
(Cris)
L’évêque est mort ! Monseigneur est mort !
(La musique s’arrête un moment, Georges et Armagnac aussi avec les couteaux élevés, le psychiatre libère Madeleine et s’agenouille avec la supérieure essayant de ranimer le gros corps de l’évêque)
(La musique a repris, Fatima prends le couteau de la main de Georges et le jette au panier, elle signale la porte ouverte de la salle et au fond, on voit la porte de l’asile ouverte, ils courent ver la liberté)
ARMAGNAC
Oui, le cochon est noir. Oui, le cochon est mort. Oui, le cochon est bon. Dadou ronron ron dadou ronron. Chez Loulou, on a tué le cochon, dadou ronron ron dadou ronron.  Avec les cuisses, on a fait du jambon, dadou ronron ron dadou ronron.
(Il léve le couteau pour se tuer mais Madeleine arrive à l’arrêter et l’embrasse sur la bouche, ils s’embrassent comme dans une comédie américaine pendant qu’ils dansent avec la musique et s’en vont vers la sortie)
(Les pompiers retirent le cadavre, les spectateurs s’en vont, le pianiste joue comme un robot à nouveau, sauf le psychiatre et la supérieure tout le monde, même le pianiste s’en va)

JEAN MICHEL

Que quatre capitaines portent Hamlet comme un combattant, sur l’estrade ; car, probablement, s’il eût été mis à l’épreuve, c’eût été un grand roi ! et que, sur son passage, la musique militaire et les salves guerrières retentissent hautement en son honneur ! Enlevez les corps : un tel spectacle ne sied qu’au champ de bataille ; ici, il fait mal. Allez ! dites aux soldats de faire feu…

SUPÉRIEURE
Mon pauvre Jean Michel mais tu es bourré ! Qu’est que tu vas faire maintenant ? Tant de coqueliquer et toutes les garces se sont envolées !! Seul, ivre, sans boulot…

JEAN MICHEL
Qu’est que vous allez faire maintenant ? Seule, sobre, sans boulot… J’ai toujours admiré votre force, votre volonté, et pour tout dire, je sais qu’il y a une vraie femme en vous. De quoi vivrez-vous ?

SUPÉRIEURE
De fruits, d'herbes, de racines, de coquillages, de rien ; s'il le faut, nous pécherons, nous chasserons, nous deviendrons sauvages, et notre vie finira avec honneur et gloire, et non pas dans l'humilité ridicule ou l'on veut tenir des personnes de notre excellence.

JEAN MICHEL
Et où tout ça ?

SUPÉRIEURE
À Ibiza ! Si tu te décides j’ai assez de sous pour les billets, mais c’est maintenant ou jamais !

(Elle commence à partir, Jean Michel la plaque, la retourne, l’embrasse et...)

FIN