TRATAMIENTO Y SALIDAS AL PROBLEMA POLITICO Y A LA VIOLENCIA
“No sé si he estado en el País Vasco en el siglo XIX o en Euskadi en el siglo XXI” me dijo un amigo donostiarra hace cuatro años a su vuelta de los Balcanes, donde había vivido unos meses. Y estos días me acuerdo mucho de ello.
Le he oído a Aznar apelar a nuestras movilizaciones populares para acabar con ETA al modo que los serbios han cambiado de dirigente nacionalista. Es tragicómica esta mención. No porque lo diga quien lo dice –o porque yo tengo otra visión de lo que han obtenido los serbios-, sino porque sabe que es absurdo. Nuestra serpiente autóctona hace tiempo que nació, creció, se multiplicó, ha muerto varias veces y está ocupando espacios vitales de nuestra sociedad: enseñanza, lengua, ocio, costumbres…
No existen soluciones mágicas y menos en plazos electorales para un problema que ni siquiera está claro cuál sea para algunos ¿Es el terrorismo o el nacionalismo o los dos?
En el ámbito personal lo tengo claro: son los dos y los dos tienen la suficiente base social, sea compartida o no, como para que toda solución pase por la conquista a la democracia de esa base social lo cual lleva a un planteamiento a largo plazo, inteligente y delicado porque la realidad es enemiga de la verdad.
La realidad del País Vasco no gusta a los que poseen la verdad sean o no nacionalistas, con la diferencia de que unos matan en nombre de su verdad mientras otros nacionalistas y no-nacionalistas se petrifican en nombre de sus verdades y éstos están yéndose a sus tumbas o al exilio.
La base social no-nacionalista no va a conseguir atraer a la base social nacionalista marchando una y otra vez. Los líderes sociales pueden hacer atractivo un proyecto que atraiga a esa base social por eso se les mata, se les asusta, se les aleja ¿Cómo se da la vuelta a lo mal hecho o deshecho estos años? ¿Cuándo una enseñanza atractiva para todos los vascos desde Europa? ¿Cuándo una televisión integradora vasca desde Europa? ¿O la cultura vasca integradora? ¿Qué tienen de malo las selecciones deportivas vascas? ¿Choca con el Estatuto que desde instancias superiores se eduque, se divierta, se integre a nuestra sociedad?
La realidad es que Europa es España y es Francia, Euskal-Herria no es Europa y actos como el de Hendaya son de vergüenza ajena. Europa nos da una oportunidad para formar nexos de unión integradores por eso hay que mantener una lucha inteligente y constante contra el terrorismo pero mantener la integración de lo vasco en lo europeo o sea en lo español y no en lo tertuliano radiofónico.
Opiniones bien intencionadas de “amigos del país” piden al Gobierno del Estado que acabe de desarrollar el Estatuto de Autonomía y apelan a una aplicación de la Disposición Transitoria 4ª de la Constitución. Esto me ha parecido siempre y me parece de una ingenuidad absoluta: el desarrollo del Estatuto vigente no tiene nada que ver con el nacionalismo –hecho carne en la orden religiosa EAJ-PNV-, al contrario le es indiferente, lo que queda por desarrollar no tiene contenido alguno de soberanía. La Constitución se ha diluido bastante en los textos constitucionales europeos y cada vez se diluirá más y no soluciona nada ni de soberanía ni de Navarra, porque las “verdades” inmanentes del nacionalismo no pueden admitir una discusión política en la que puedan resultar derrotadas.
“Referéndum, cuando lo ganemos” dijo uno de los austeros jugadores de mus que dirigen el cotarro ideológico -lo pueden acabar ganando si eliminan del censo bastantes votantes, por cierto-, pero mientras, las voces cansinas y cansadas, que piden diálogo con ellos, les alientan a seguir matando. El matar significa que hay juego.
Todas las partes precisan de buena voluntad para aceptar que los otros también son benevolentes, lo cual nos deja como al principio, como ahora, como mañana, en la inmensidad de la nada.
En resumen: hay que ser pesimistas esto no es Yugoslavia ni Campuchea, esto es, además de una pesadilla en la calle del Roble, el País de los Vascos.
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