English: The bertsolari Mattin composing a bertso in Sara in 1960 (Photo credit: Wikipedia) |
La
presencia del Padre Zavala SJ en las salidas montañeras de la infancia colegial
me llevó a leer bertso-paperak en busca de aquellas perlas que el jesuita
explicaba que había encontrado repetidamente con entusiasmo. Jamás un hallazgo
que reseñar, rimas mecánicas y, mi escaso vascuence me obligaba a ello, ripios
espantosos en cadena para la versión castellana, así que cuando me tropezaba
más adelante en meriendas, cenas y fiestas con improvisadores de boina, me hacía el francés para irme a la mínima
oportunidad, fingiendo todavía más ignorancia de la lengua de la que inmensa desbordaba mi intelecto. Luego los azares de las relaciones sentimentales me
llevaron a compartir sábanas y almohada con alguna fémina euskalduna que seguía
exhibiciones y torneos de estos paisanos dados a la trova, pero el resultado de
mi acercamiento esforzado al bertsolarismo –lo que uno estaba dispuesto a hacer
por un poco de juego de piel contra piel-, fue casi tan baldío como los
anteriores, aunque tengo que reconocer que en un par de ocasiones me pareció
percibir inspiración en algún pastor vasco. Por razones profesionales también
tuve que conocer la trastienda económica de la edición literaria de estas obras
inmensamente orales y… tampoco.
Más
recientemente, cuando las chicas empezaron a ganarse un hueco en los escenarios
de las competencias a golpes de estrofa, asistí a alguna exhibición femenina que,
por los aplausos entusiastas, debió ser brillante pero en aquel frontón yo tuve
la misma emoción que viendo resolver un sudoku al vecino de asiento en un largo
viaje.
Así que
cuando me vinieron con una porra para una "txapelketa" de ésas, la del domingo
pasado, mostré mi total escepticismo en público sobre el atractivo que la
construcción de mecanos de palabras en euskara podría tener para mí en un
domingo. La insistencia de amigas y amigos me hizo más determinado en mis
sordas convicciones. No sé por qué, sin embargo, no pude evitar seguir ráfagas
de retransmisión, tampoco sé si en vivo o en diferido, por los medios de
difusión, incluyendo internet para mi sorpresa… y tengo que confesarlo en voz
alta y por escrito, una lágrima de emoción se me asomaba de vez en cuando por
el ojo entrecerrado y por fin rodó pendiente abajo en el agur del campeón. Enhorabuena Amets Arzallus.
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