Lin Chi-Ling vino a Bilbao más por ver el Guggenheim que la
ría y el mar pero el caso es que al ver a Manu Majors ya no se quiso marchar y,
como a éste le debía quedar alguna hoja en su corazón de alcachofa, ahora son una
risueña pareja de derecho que, como una mítica gabarra, pasean su felicidad por
el Abra y ambos son sufridores, más que seguidores, del histórico Universitario
Bilbao Rugby que cierra elegantemente la tabla clasificatoria del grupo A de la
División de Honor B, apenas a 72 puntos del Bera-Bera, segundo de la lista, así
que ante un plato de jamón, piperada y patatas fritas, oían con cierta
resignación la conversación del donostiarra Galtzagorri.
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¿O sea que os vais más para abajo a fin de que
Getxo tenga sitio la temporada que viene en nuestro grupo? Pues vais mal en el
Señorío porque Bera Bera si no sube este curso, que todo puede ser, el que
viene va a ser el año de su retorno y la División de Honor A se va a convertir
en un triangular guipuzcoano con algunos invitados de Pucela y alrededores.
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¡Ené, qué risas “hishimos” al pasar por el
Sendeja! – dice Lin con su voz cantarina y un poco enfadada-. ¡Vosotros los
fronterizos con Euskorea del Norte os creéis siempre los reyes del mambo en
esto del rugby vasco de este lado del Bidasoa y tenéis los últimos trofeos
ganados tan oxidados como las bisagras del puente levadizo de Deusto! Lo que
tenemos que hacer entre todos es remar en el mismo sentido y con un mismo plan
y luego el balón oval ya nos pondrá a cada uno en su sitio…
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Yo no he entendido nada –dice el Barón de la
Florida que ya se había perdido antes en las profundidades del metro más
importante de Euskadi-, de lo que nos dices.
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Será un cuento chino –comenta Majors y se gana unos
morros como de aquí a Beijing para el
resto del día-.
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