viernes, 25 de abril de 2008

OPORTET UT...

Oportet ut bonas causas et veraciter agant advocati

El que conocí cuando ambos teníamos ocho años de edad, el que estudió conmigo en la sección de letras del colegio de los Jesuitas, el que estudiaba Derecho en la Literaria de Deusto mientras yo iba a la Comercial, el que luego con veintiocho años de edad fundó conmigo un despacho colectivo de abogados para prestar servicios a las clases populares... hacía tiempo que creía que había muerto, que él mismo lo había hecho desaparecer para siempre y quizá por eso cuando el 14 de abril me dijeron que había muerto no sentí nada, no me emocioné.

Nuestras diferentes concepciones del mundo y de la vida nos habían apartado hasta culminar en mi salida del despacho que fundamos y en el que yo ya no me reconocía. De aquella ruptura liberadora –el tiempo del dolor acosador fue anterior-, surgió un proyecto actual preñado de esperanza.

Ahora quiero emocionarme y quiero que recordemos al que en aquel tiempo sólo era un obseso de la justicia entre los hombres, un ávido de utopías, un hombre.

No hay comentarios: