martes, 3 de mayo de 2022

INSPECCIÓN TÉCNICA DE VEHÍCULOS

- Voy a pasar la ITV de mi teléfono móvil el lunes – dice el Barón de la Florida a la salida del Jean Dauger, después de ver a las chicas francesas resistir frente a tropas británicas superiores durante el partido -, que últimamente oigo voces que se le escapan por la noche, cuando lo dejo en la mesilla.

- ¿Qué dicen esas voces? - Pregunta, a su lado, Aristide Labarthe un poco decepcionado del resultado pero con ganas de compensarlo con un par de cervezas -.

- “¡¡Paga, Patxi, paga!!” Y no me dice José Luis o Joshelu como algunos colegas me llaman– explica el hernaniarra avanzando entre la multitud que invade la parte vieja de Baiona -, no sé por qué se escucha eso en mi teléfono.

- Yo le digo que es una interferencia de un vecino – Nekane, la baronesa interviene -, y que se compre un modelo más nuevo, que el que tiene lo compró en un chiringuito barato y se lo saldaron con el “pegasus” incorporado.

- Pero donde vosotros vivís entre Santa Bárbara y el Buruntza – Madeleine, la señora Labarthe, afónica y con un gallo tricolor sentado en su cabeza que llevaría puesto hasta el lunes, dos días más tarde -, no hay mucho vecino.

- Por ahí cerca tienes la ITV – recuerda Aristide, llegando al primer bistrot con un poco de espacio que han encontrado -, pero no creo que controlen teléfonos, aunque podrían, al fin y al cabo, son vehículos de mensajes entre personas y entre robots comerciales.

- Lo que estoy cada vez más convencido es que el teléfono móvil es el “Gran Hermano” – el Barón de la Florida ha obtenido que le pasen cuatro jarras de cerveza por encima de las cabezas y las ha sacado a la calle -, nos hemos puesto un dispositivo de control permanente que va informando a alguien de todo lo que hacemos todo el tiempo y en todo lugar, y nos lo hemos puesto encantados.

- ¿Durante el día percibes algo raro en el móvil? - Aristide ha sacado el suyo y lo ha apagado, los demás también los sacan y los apagan -. ¿O solo es de noche?

- Solo es de noche, lo suelo dejar cargando en la mesilla y me despierto a distintas horas, oyendo “¡¡Paga, Patxi, paga!!”

- Pero cuando nos alejamos de casa se deja de oír, por eso yo creo que es de un vecino.

- O de un fantasma probablemente – Aristide se ríe, luego propondría sin éxito tirar los móviles al río pero, a pesar de que llevaban 6 horas de postpartido, no tuvo éxito su propuesta -, deberíais dormir en el hotel de Urnieta, el de al lado de la ITV, para probar.

- No creo que así iba a dejar de oír esas voces.



  

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