martes, 28 de abril de 2009

EMPRESARIO EN LA MELE 4


4ª entrega: CONTRAATAQUE Apenas hemos empezado a hacer nacer recursos económicos para nuestro deporte cuando ya nos encontramos con esta crisis y no es hora de deprimirse sino de anticiparse, buscar el intervalo y zafarse hacia el objetivo. La mentalidad del cazador oportunista no sirve sola, ante la falta de piezas hay que aprovechar las circunstancias para mejorar los fundamentos, hacer un buen trabajo de base cada uno en sus capacidades y fortalezas y crear las oportunidades del futuro. Alguien tiene que gobernar las vacas flacas o los flacos terneros para que puedan desarrollarse y engordar, no podemos quedarnos en el rebaño de las víctimas de las circunstancias sino que debemos aprovechar que las circunstancias nos obligan a administrar mejor nuestras capacidades para incrementarlas y así poder crear esas oportunidades en beneficio colectivo del rugby. Y lo mismo en la empresa. ¿Por dónde se progresa más fácilmente, por donde se encuentra el adversario preparado a placarnos o por el intervalo entre los defensores enemigos? Es evidente que los intervalos también se mueven y el placaje es inevitable o sea que hay que poder dejar la pelota en juego para que el equipo siga en su avance con el balón o detrás del balón pateado por encima de las cortinas defensivas del contrario. Y en el ataque, como en el abordaje, todos al puente y cada uno en su puesto, sin atropellarnos unos a otros, aunque estemos motivados e implicados. En el rugby, cuando se produce una “patada a seguir”, cada jugador debe correr a su posición para anticipar la jugada que se va a desarrollar: un conjunto de jugadores acudirá coordinadamente a recibirla antes que los adversarios o a recuperarla mientras que los demás conjuntos de jugadores formarán por un lado la bisagra con aquel primero que asegure la continuidad del juego y por otro formarán las líneas del ataque o de la defensa, en su caso ¿Creéis que la patada se lanza por capricho y que las carreras de los miembros del equipo son alocadas improvisaciones a ver quién atrapa la pelota? Fijaros la próxima vez que veáis un partido. En la empresa la patada a seguir debe ser pertinente, sin miedo y dirigida al éxito pero no se puede ir solo detrás de la idea, si no se ha construido previamente una cultura y unos valores comunes, si no hay en el colectivo la voluntad y la visión de llegar y ganar... el emprendedor llegará solo al punto de recepción y el balón caerá en manos de nuestros competidores. Por eso el empresario tiene que ser entrenador y capitán, dirigir y sudar el maillot e incluir y excluir miembros de la plantilla Y este es un punto delicado porque en el rugby como en la empresa existen reglas que nos impiden disponer libremente de otras personas aunque estas personas no tengan sitio ni siquiera en el banquillo de suplentes. Es posible que estas reglas deban ser modificadas pero no porque ahora los tiempos sean difíciles sino porque no sirven para que el juego empresarial evolucione. Así que hay que construir y compartir una visión colectiva en el equipo y en el entorno de aliados, proveedores y clientes, apuntar a objetivos ambiciosos, dotarnos de estructuras ágiles donde cada miembro del equipo puede ser un líder de un proyecto determinado, permanecer en progreso, desarrollar una cultura de innovación... y comunicar y dejar que fluya la comunicación para pensar y hacer pensar en estrategia.

No hay comentarios: