viernes, 18 de diciembre de 2009

ERASE UNA VEZ

Un autobús de excursionistas –quizás de un equipo de rugby que se dirigía cantando a un partido-, que había pasado la ITV no hacía mucho pero su motor empezó a echar humo... No, esa no es la historia que voy a escribir hoy.

Érase una vez un equipo de rugby que quería conservar la categoría. Y sus dirigentes, que también son equipo, cambiaron a los técnicos, que también lo son, y los sustituyeron por otros que lo son igualmente. La voluntad de todos ellos antes y después de esta decisión es indudable, es la voluntad del equipo y a partir de ella se puede empezar a creer, a ver el escenario futuro. La responsabilidad de los entrenadores y de los dirigentes del club es primordial en el estado de espíritu del equipo, sea cuál sea la apuesta.

Sin embargo, es volátil la estrategia basada en la búsqueda de la victoria a cualquier precio. Lo importante es mirar lejos y dar sentido a los actos, a los pasos, a los esfuerzos individuales coordinados dentro y fuera de la cancha de juego.

El equipo en peligro es ahora el balón en juego que han recibido los nuevos entrenadores del Bera Bera. En la vida y en el rugby no siempre se recibe el balón en el mejor momento y en la mejor posición pero el tiempo no perdona y, aunque la línea de ensayo está lejos y los obstáculos están presentes, el equipo quiere y tiene que seguir jugando.
---------------------------------------------------------------------------------lA COLUMNA DE HOY EN NOTICIAS DE GIPUZKOA

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