Union Bordeaux Bègles (Photo credit: Wikipedia) |
Mientras
el Ordizia se juega hoy una parte de su temporada en Urdaibai, entorno
maravilloso para un día de rugby, el equipo surgido de la unión de Burdeos y
Bègles ha logrado salvarse del descenso en
el Top 14 francés en una semana ocupada por la polémica del dopaje en el rugby
francés.
Me
acuerdo de haber llegado a Burdeos en mi infancia una tarde en que Bègles
celebraba haber ganado el escudo que representaba el interminable campeonato
francés de entonces en que se empezaba por disputar pequeñas liguillas entre
vecinos para acabar en eliminatorias a cuchillo y partido único por pueblos en
medio de ninguna parte hasta la final en el inevitable París. Bègles sigue
siendo ahora el barrio en el que reside el equipo de la ciudad que se deslocaliza para recaudar fondos al estadio
Chaban Delmas de la villa. Y me imagino que la fiesta en Bègles para los
Ibáñez, Sánchez, Carballo y demás del equipo girondino, habrá contado con la
participación de todos los Martinez, Castañeda, Nuñez… que abundaban y abundan
en sus calles aunque espero que su francés, algunas generaciones después, haya
mejorado algo.
Vino de
Burdeos para los seguidores del rugby que, puede que se dopen con viagra para
hacer el amor, pero que exigen ya que se mire el problema que existe de las
ayudas artificiales en el rendimiento deportivo. El rugby no es solo
espectáculo, no es solo deporte, es una concepción del mundo y de la vida y en
esa concepción al que escupe sobre sus valores se le castiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario