Australian forward Paul Gallen, RLWC 2008. (Photo credit: Wikipedia) |
-Ahora un jugador de 150 kilos se entrena para jugar los
últimos 20 minutos y así romper el partido –dice el Marqués de Altamira-, lo
cual distorsiona totalmente el juego.
- Hay que jugar sin suplentes de nuevo, como ha propuesto Vincent
Etcheto, el entrenador de la Union Bordeaux Bégles – sigue Jon Galtzagorri que
lleva años en contra de los cambios de medio equipo en los partidos de rugby-.
- Yo creo que los suplentes por lesiones son necesarios pero
habría que poner menos suplentes, uno para la primera línea, otro para el resto
de la delantera y un tercero para los tres cuartos –el Barón de Altamira
sugiere, mientras pone la última ronda en los vasos de la cuadrilla-, y que
sólo se cambiaran por sangre o lesiones…
- Y se harían trampas –Corta Galtzagorri-, nada, no hay que
hacer cambios, salen quince y a jugar los 80 minutos y si te rompes la pierna
sigues jugando, que esto es rugby y no…
-Te olvidas de que los profesionales son trabajadores del
rugby y de que hay que preservar su salud y salvar el espectáculo –interviene
el Marqués de Altamira que recoge la mesa-, hacen falta los cambios pero hay
que limitarlos de alguna manera, porque ya hay jugadores en todos los equipos
que tienen un entrenamiento específico para no jugar un partido de rugby sino
un entremés o un postre y eso no es rugby.
- Yo era tan malo que mi puesto era de suplente y así he
jugado en todos los puestos del equipo ¡Nosotros sí que éramos polivalentes!
–Digo yo, que me gustan las viejas historias-.
- Que se vuelva a los tres suplentes y así verdaderamente
habría sitio para todos los tamaños de jugadores en el rugby, los presupuestos
de los equipos se reducirían y los entrenadores se aplicarían en sus
estrategias –Insiste el Barón de Altamira con el horario de Cercanías en la
mano-.
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