Hace muchos años, estudiando en Bilbao, un tipo de Donostia, al que le olían los pies a chivo podrido, me contó que su padre o su abuelo, no recuerdo, conocía a mi abuelo y que le había contado cómo mi abuelo se había negado a ir a defender Francia en la I Guerra Mundial, a diferencia de otros franceses que vivían en 1914 en San Sebastián – y cuyos nombres están en la lápida del monumento perdido que estaba en el Paseo de Francia, supongo -. La historia es que vino el Cónsul francés a pedir al abuelo Gustavo que él y sus 3 hermanos regresaran a Francia para alistarse y que mi abuelo le había asegurado que él ya era español y sus hermanos también, por lo que los cuatro hicieron los papeles para convertirse en ciudadanos españoles y quedaron para siempre manchados por esa cobardía.
Mi abuelo estaba vivo aún -murió repentinamente poco tiempo después, un domingo, creo -, así que aproveché una visita para comentarle el tema pues ya habíamos hablado de la Gran Guerra en muchas ocasiones pero yo nunca había pensado en que él hubiera podido ir a combatir, no sé por qué. El abuelo me confirmó la visita de un diplomático francés, que vino desde Bilbao precisamente, para hablar con él como cabeza de la familia Massé y con otros franceses instalados en Gros como industriales y empresarios y que se negó a apuntarse a aquella carnicería, la Guerra ya había empezado casi un año antes, o sea que la visita sería en 1915. La razón que me dio mi abuelo y que dijo coincidía con la que otros expusieron en aquella ocasión era que « Con los generales del ejército francés a lo único que se puede ir es de putas (*) pero nunca a una guerra que se quiera ganar » y luego me dijo que un cuñado, el hermano de la tía Thérèse, había muerto en la guerra y que lo que los generales franceses habían devuelto de él estaba enterrado en el cementerio de Cambo, cerca de la tumba del Chiquito.
El otro día paseando por Nantes me encontré con el monumento a los caídos en las guerras en que Francia ha participado, la lápida de nombres inmensa de unos 3 metros de alto por unos 20 de ancho, como tengo por costumbre miré si había algún Massé, un apellido muy común en Francia y sobre todo en el País del Loira de donde proviene mi familia paterna, había 2 muertos por la patria con apellidos coincidentes incluso en la grafía, muertos en la Gran Guerra -1914-1918, guerra que se acabó cuando el Imperio Alemán la dio por perdida y que los generales franceses no ganaron, digan lo que digan los historiadores franceses, tampoco el pueblo francés la ganó – no hay un municipio sin muerto en Francia. Hice una foto para enviar a mi primo Agustín, el genealogista de la familia, pero Agustín ha muerto hace poco, en diciembre de 2022.
(*) "Sólo se les puede seguir cuando se dirigen al burdel"
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