- Kafe bat esne hotzez ebakia? - La rubia, detrás de la barra, soporta un nombre de protagonista de telenovela, de ésos que estuvieron de moda entre nosotros hace unos 50 años, antes de que la pandemia de Nekanes arrasara en el Registro Civil vasco, Galtzagorri piensa que eso le lleva a una militancia diaria en el uso del euskera para recibir a los clientes de la taberna-. Aspaldiko ! Nola zarete ?
Después de comprar el diario o los diarios, depende de los días, antes de ir al despacho, Jon Galtzagorri acostumbra a pasar por algún bar del barrio a tomar un cortado con leche fría, la combinación de noticias y el café cortado le va bien a su tránsito intestinal, como la visita puntual al excusado de la oficina suele confirmarle. Pero antes de salir aceleradamente del bar, responde a la amable tabernera con algo más que fórmulas rutinarias y aprovecha para halagar su elegancia -porque ella es elegante en verdad -, en vez de ponerse a leer las noticias de la Real Sociedad y las esquelas en la barra, lo que hace cuando no compra prensa y se aprovecha del ejemplar del periódico que está en un extremo de la barra. Galtzagorri no compra prensa como castigo a algún titular que no le ha gustado del día anterior.
- ¿Cuántos cortados con leche fría te he servido ? ¿4.000 o más ? ¡Aun me acuerdo cuando venías por aquí con tu socio, el difunto, pobre chico , muerto tan joven, con lo guindilla que era !
- Esta noche he soñado con Stalin ¡Qué coincidencia !
- ¿El ruso ?
- No, el nuestro, ese socio que me has recordado. Le llamábamos Stalin… en realidad ha sido una especie de pesadilla que me ha acabado despertando pronto. He soñado que me pedía que le devolviera unos dvd que me había dado pero yo los había quemado y se lo decía, que los había quemado en la chimeneta, pero él me llamaba mentiroso, que no ardían y que yo los quería publicar, entonces yo le decía que los había quemado en un horno de una fundición de un cliente y él me los seguía exigiendo, y me he despertado.
- Los sueños son mensajes de fuerzas que no controlamos. Me acuerdo que te solía dar cintas de vídeos y discos cd aquí, os he visto muchas veces y muchas veces os he oído ¡Y prefiero borrar de mi cabeza lo que os oía ! ¡Bueno, lo que le oía a él ! Porque él no te dejaba meter baza en la conversación y la conversación nunca era autorizada para todos los públicos, precisamente.
- Tenía muchas cualidades pero sí, tenía aficiones un poco… no sé, no sé si calificarlas de obscenas, tú ya me entiendes. El caso es que es verdad que todo aquel material que se me había ido acumulando y unas copias que hice de discos duros del despacho en el que trabajábamos juntos, todo eso lo quemé en una chimeneta de una casa de los Pirineos, junto con un montón de papeles que nunca me sirvieron para nada.
- Pues si esos vídeos y tal contenían lo que yo creo que contenían…
- La verdad es que solo veía unos minutos y no me acuerdo de nada, tengo una amnesia de aquella época prácticamente total.
Galtzagorri se arrepiente de haber contado su mal sueño de la noche, « Soy un bocazas » se riñe mentalmente, « No sé callarme a tiempo ». Pero la rubia está bien, muy bien incluso, con esa belleza de la menopausia que muchas vascas sacan de su interior – la lencería de calidad también ayuda, claro -, y la tentación ¿Se puede resistir a la tentación ? Así que Jon sigue pasándose de frenada.
- Mira Cassandra Delia, las películas porno no tenían genérico o sea que no te puedo decir quién era el productor o el director ni el casting. Y todo, todo, está enterrado en el tiempo, todo prescrito desde el punto de vista penal, sacar nombres es negativo y morboso, no le veo sentido ¿Sigues escribiendo poesía ? Pásame uno de tus cuadernos íntimos, por favor ¿Por qué no le dices al poeta oficial de la Zurriola que te los publique ?
Galtzagorri piensa evidentemente que hay que sembrar para cosechar un día, ella también lo piensa y pone otro cortado con molleskin negro.
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