El
Aviron Bayonnais y el Olympique de Biarritz tienen ahora una final todas las
semanas. Avanzan sobre la plancha mal sujeta a la borda del barco y abajo les
espera un mar lleno de tiburones. Así es difícil jugar al rugby –más cuando en
toda la temporada hasta ahora ambos han prescindido de jugarlo casi siempre-, y
es de masoquistas ir a ver sus partidos pero uno se castiga entre sus
seguidores con cierta frecuencia.
Los
rojiblancos del lujoso balneario costero más o menos hicieron sus deberes en Lyon
y se trajeron una victoria sin bonus, así que los remeros blanquiazules estaban
obligados a ganar a los de Brive La Gaillarde que también están en la plancha
floja y resbalosa. Y al final ganaron.
Hay
partidos de rugby que hacen afición, afición a otros espectáculos. El del
sábado fue una guerra sucia de agrupamientos en los que los puños y los tacos
de las botas eran granadas y bayonetas, el balón rehén de los contendientes
cada vez que salía de las montoneras procuraba escaparse hacia adelante de las
manos que lo asían y los medios de melé en vez de jugar miraban al árbitro
reclamando las faltas del contrario –el galés Mike Phillips parecía más un
actor de la Royal Shakespeare Company que el cerebro de la selección ganadora
del VI Naciones-.
Los
auxiliares entraban continuamente a reparar las secuelas que creo que todos y
cada uno de los protagonistas deben de tener, el árbitro pitaba un tercio de
los golpes de castigo que se producían pero enseñó por lo menos cuatro tarjetas
amarillas y una roja –al pateador y ala del Brive Carminatti-, y, a pesar de la
inferioridad numérica del visitante, el partido parecía que iba a acabar mal
para nuestros hermanos del norte que iban un poco por delante pero un error del
zaguero Spedding permitió a Mazars hacer un ensayo que resultó decisivo. Y a
Brive se fue un bonus defensivo tan sólo pero que puede ser muy bueno más
adelante.
Aviron
tiene un problema físico en la primera línea de la delantera y unos tres
cuartos sin espíritu, así que los tiburones les miran con ojitos de gula.
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