Museum Chillida-Leku - Hernani {oktober 2006} (Photo credit: westher) |
-¿Qué tal en Edimburgo? –me dijo el colega al entrar en el bar “de la rubia” en Hernani- ¿Derramaste la ofrenda de cerveza en la tumba de Murray?
- Le pedí a Murray que intercediera por el Hernani y el Bera Bera ante los dioses del rugby para que asciendan este domingo, allí de rodillas en el cementerio de Greyfriars bajo la lluvia.
- Lo del Hernani puede –me replicó mientras le pedía a la patrona cambios para la máquina de tabaco-, pero los capitalinos lo tenéis peor ¿Le has pedido también patrocinadores para el Hernani?
Un rato después – a la patrona no le gusta nada dar monedas a los fumadores y le hizo esperar-, nos sentamos a charlar de nuestra común religión.
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-Rugby y toros, pasiones de Iparralde –pero el otro seguía iluminado-.
-Ese balón que va a salir por banda tiene tu nombre escrito, cógelo, abrázalo, no como si fuera tu novia ¡Como si fuera tu madre! Y sólo puedes confiarlo a tu amigo, pasarlo es no tirarlo, lo pasas para que lo reciba y no para quitártelo de encima.
-Pero también nos hacía patear el oval a todos y cada uno.
-El que no sabe hacer chut no puede jugar al rugby, decía. Con él una patada mala eran cincuenta flexiones ya fueras talona o pilier y ahora hay centros a nivel internacional que proclaman su nulidad con el pie.
-No sé, pero hasta Murray se revolverá en su tumba si es cierto ¿Vamos al pub a tomar una pinta?
-Perfecto ¡Por el Hernani! ...y el Bera Bera.
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