A print from L'Illustration magazine (24 November 1906): South Africa Springboks on tour in 1906, here defeating Cambridge. (Photo credit: Wikipedia) |
- Cuando se denuncia públicamente un caso de dopaje y las acusaciones vuelan de una tertulia a otra, las instituciones concernidas, las Federaciones sobre todo, pueden elegir el silencio o pueden negar los hechos o pueden investigar las denuncias. Ya hemos dicho otras veces que en el rugby también, como en todos y cada uno de los deportes, hay dopaje porque al final en todos los grupos humanos se suelen dar porcentajes similares de sinvergüenzas y de honrados. Esto es, yo no me creo que haya un porcentaje menor de corruptos en el rugby que en la política...
El marqués de Altamira nos está comentando las últimas noticias sobre las enfermedades neurológicas de algunos de los jugadores sudafricanos que ganaron la Copa del Mundo de 1995, la de “Invictus”, y que llevan una semana botando y rebotando por los medios tradicionales y ese patio de vecinos mundial que es Internet.
- 20 años más tarde y se está hablando de 3 ó 4 jugadores sobre 30, no me parece nada serio y son ganas de buscar morbo en nuestro deporte y en uno de los sucesos que mejor imagen mundial le ha dado –opina Galtzagorri que ha seguido jugando de verdad más allá del límite del humano medio-. Todos hemos tomado vitaminas, cafeína, analgésicos… lo que sea, para aguantar partidos en fases finales, tres encuentros en cuatro días y así.
- Es lo mismo que están diciendo los Springboks sobre aquellos años, pero la IRB y la federación sudafricana deben hacer todos los esfuerzos públicos por saber la verdad y extraer las consecuencias –nos dice el barón de La Florida-, yo no quiero estar en un mundo de hipócritas.
- Pues vas mal, hubo quienes se doparon, hay quienes se dopan y habrá quienes se doparán, somos humanos amigo –sonríe tristemente el de Altamira-.
1 comentario:
-Si yo fuera o hubiera sido deportista profesional -siguió el Marqués de Altamira-, me haría revisar por un oncólogo, un neurólogo, un siquiatra o mejor un neurosiquiatra que no estuvieran en la "cofradía" de los médicos del deporte...
- ¿Un neurosiquiatra? -preguntó alguien-.
- Y especialista en adicciones -respondió el aristócrata-, todo lo que se toma para prepararse, muscular, recuperar y demás que no se puede comprar en la tienda de comestibles del barrio deja efectos secundarios ¿Cuántos deportistas alcohólicos, farmacodependientes o drogadictos conocemos?
- Eso no pasa en Euskadi -interrumpió uno que cenaba en la mesa de al lado y que no se había perdido ripio-.
- ¿En qué Euskadi has vivido los últimos 50 años? -le soltó el Barón de La Florida que llevaba un rato callado y cejijunto-.
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