Pero se ha ganado.
El Biarritz Olympique ha jugado -es un decir-, con sus armas: el
balón para los gordos y para el pie del apertura Pierre Bernard que
ha inscrito los 24 puntos de su equipo (3 drops y 6 golpes, ha
marrado 2 distantes), además los gordos debían ser disciplinados y
lo han sido, a pesar de que una gilipollez de Synaeghel les ha
costado 3 puntos y una más gorda de Levi les ha dejado en 14 casi
toda la 2ª parte, pero el Stade Montois se ha ido del partido en
esta 2ª parte, dedicándose a aburrirse detrás del balón, a pegar
patadas con los pies en lugar de con la cabeza y a olvidarse de que
tienen a Matanavou por alguna banda. En resumen: Bernard ha cumplido
su parte del contrato, el partido ha sido un feo espectáculo pero un
buen partido para quien ha ganado y para los 10.000 espectadores que
prácticamente han llenado Aguilera. Así que Quesada ha descubierto
sus cartas, retrocedemos a los tiempos de Lagisquet pero sin
Yatchvily y a ver qué pasa.
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