martes, 22 de octubre de 2019

CONFERENCIA

 Este folletín por entregas irregulares comienza en


La sala de videoconferencias de la Comandancia no es una sala, es como mucho una dependencia pequeña y oscura, apropiada para discretos interrogatorios por su aislamiento, pero, provista de una cámara, de un ordenador de saldo con una pantalla amortizada hace tiempo y de una mesa para pequeñas reuniones con tres sillas, es lo que hay y alguien ordenó poner un rótulo con la denominación “sala de videoconferencias”.
Ustarroz ha ido enviando los archivos elaborados sobre la investigación de la muerte de Arriluze a la Uco y de la Uco le han fijado una entrevista por videoconferencia, estas reuniones en que las dos partes tienen los mismos datos y pueden intercambiar ideas pueden ser de ayuda en la resolución de un asunto complicado pero el teniente en sus mensajes ha insistido en sus mensajes previos en la necesidad de investigar en Bilbao, en el entorno de la víctima, a veces dejando traslucir su deseo de llevar él mismo la investigación y de saltarse la colaboración con la Ertzaintza, así que la conexión audiovisual se teme, hay anunciada la presencia de un capitán, que va a ser para que explique todo lo que no se puede hacer constar por escrito y para que alguien pueda continuar la investigación aprovechando el trabajo realizado en Mallorca.
El sargento García, mal afeitado como de costumbre, sudando y con el bigote negro y espeso obstruyendo su boca, a su orden, procede a hacer un resumen de la situación que el capitán César Rondón y el teniente Luis Arévalo siguen con asentimientos breves desde Madrid.
- La pareja de ejecutores llegó a Mallorca en ferry y con un vehículo, estuvo vigilando a Arriluze 4 días, procedió a su muerte mediante un atropello violento, abandonó el vehículo utilizado cerca del aeropuerto y los dos miembros del equipo salieron de la isla en un barco privado posiblemente quizá también juntos aún, las huellas y restos no corresponden a nadie fichado en los archivos de antecedentes. Sospechamos, el teniente sospecha, que al menos uno de ellos es de Bilbao. En Alemania no han encontrado por ahora explicación a la utilización de documentación alemana para el alquiler del coche, para la compra de los billetes del ferry y para el alquiler del alojamiento, tampoco han localizado si los asesinos pudieron pasar por alguna ciudad alemana al venir o en su evaporación.
- La Unidad de Valencia está haciendo averiguaciones con las imágenes extraídas de las cámaras del puerto de Palma y el dibujo robot que nos habéis enviado que, por cierto, es una mierda, en los circuitos portuarios del tráfico de drogas – corta Arévalo desde Madrid -, por si alguien nos quiere decir si han desembarcado por allí, que no me extrañaría nada. Rondón y yo si nos tuviéramos que cargar a alguien que está solo y se baña solo en el mar al amanecer, lo hubiéramos ahogado empleando una planeadora, se le ponen unos pesos al cadáver y se sale de Mallorca como por un puente y tan tranquilos.
- Lo de que no aparezcan como fichados entre “los malos”, no quiere decir que no estén fichados entre “los buenos” – dice Ustarroz recordando viejos tiempos vascos y haciendo las comillas con los dedos -, a lo mejor hay que mirar en otras bases de datos con esas huellas...
- ¿Quieres venir tú a hacerlo? Si yo lo hago, me destinan a Cabrera... contigo – dice Rondón que lleva todos los años necesarios en el cuerpo -, no me parece mala idea pero necesitamos algo más para justificar entrar en ese campo minado.
La reunión se prolonga más de una hora, en que intercambian opiniones y especulaciones pero en concreto quedan en pasar desde Madrid copia del expediente en su estado a la División de Investigación Criminal de la Policía Vasca, que el Sargento García pase a rastrillo los puertos de la Isla para encontrar la embarcación de la huida o para descartar definitivamente esta idea y, esto es importante para Ustarroz, proponer que cuanto antes el teniente Ustarroz se desplace a Bilbao para cooperar con la Ertzaintza en la investigación.
García sale para la costa sur de Mallorca inmediatamente, quiere empezar por el puerto de la Colonia de Sant Jordi, lleva copia de las imágenes y del dibujo, las dos figuras dibujadas se le parecen, sin bigote, rubios o castaños claros, pero grandes y fuertes, uno más gordo, el de los “mojojones”.
El teniente se sienta delante de la información elaborada en un diagrama que ha construido con la información recopilada, primero lo hizo en el ordenador con el programa informático de análisis de inteligencia criminal pero hace unos días fue poniendo fichas y flechas en el corcho, la tarea de montar el típico sistema de matrices y diagramas le ayuda a deducir, aunque haya tantos huecos, como en éste, porque en realidad solo el centro con la víctima y los dos retratos robots es algo coherente, hacia arriba y derecha hay interrogantes alemanas y hacia arriba e izquierda solo está la familia del difunto y muchas más interrogantes vascas ¿Qué puente une este crimen en Mallorca con la villa de Bilbao?
- Hay dos abogados de Bilbao que quieren verle – le anuncian por el teléfono interior -.
Manu Majors y Jon Galtzagorri tardan muy poco en estar en una de las salas de interrogatorio, la más grande que se utiliza para recibir visitas. Antes de salir a verlos, Ustarroz pregunta a Google de nuevo por sus visitas - la teniente Camacho lo había hecho la víspera y había pedido informes a Vizcaya, cuando un vendedor de pareos dio el soplo de que por la playa de Es Trenc había dos "Iñakis" paseando y del puesto de Campos les pasaron la matrícula del coche alquilado-,  y ordena que se les lleve un par de cafés mientras.

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