Leyendo un libro sobre guiones me encuentro con una mención: “supongamos que escribes de un psicópata carismático”; no entiendo bien y busco en Internet una descripción de lo que es un psicópata carismático, "una persona capaz de actos delictivos y graves agresiones sin que muestre un sentimiento de culpa pero con una personalidad aparente seductora, quizá una gran inteligencia, que consigue engañar, incluso a su propio siquiatra…"
¡Y a su abogado! Pienso yo inmediatamente.
Durante muchos años he sido abogado de una persona, su confidente y, según él decía, su amigo, esa persona me ha dejado sin pagar facturas de honorarios por sumas que me permitirían vivir una larga jubilación sin ahogos financieros ¿Cómo lo hizo?
Cuando decidí romper la relación con él, dando por perdido mi esfuerzo profesional a su servicio, lo hice porque pensé que él era un mentiroso compulsivo, un estafador nato, y yo había sido simplemente una víctima más, un tonto más. Me culpabilicé por tantos años y esfuerzos que en ese momento se iban por la taza del retrete, de hecho tomé la decisión después de hablar con él mientras estaba sentado en el inodoro tranquilamente, ventajas de la telefonía sin hilos.
Me acababa de prometer un pago parcial de honorarios, un pellizco menor a cuenta de todo lo que él sabía que me debía y colgamos los dos, pero, desventajas de la telefonía sin hilos, yo seguí oyendo la conversación que él tenía con la mujer con la que estaba, no quiero recordar las palabras exactas, pero comentaba la jugada que ella acababa de oír y le confirmaba que yo no iba a cobrar jamás, como otro abogado anterior, todo lo que había trabajado para él, ni siquiera el ridículo pago que me había asegurado que me iba a hacer enseguida, la conversación entre los dos amantes se prolongó un rato hasta que inopinadamente se cortó, sin que hubieran dicho nada interesante.
Teatralicé la ruptura unos días más tarde, reaccionó con sorpresa, no podía aceptar que yo me escapase de su red de víctimas, aún tenía más trabajo que regalarle.
Hasta hoy, tres años más tarde, le he dado vueltas alguna vez a aquella pregunta ¿Cómo lo hizo? La verdad es que, una vez hecho el duelo en el retrete aquella tarde, la cabeza no me pide volver sobre aquel fraude a menudo, así que me iba olvidando de Pantxo, la justicia me da noticias escasas de su devenir, pero dado que el maestro Robert McKee me ha sugerido escribir de un “psicópata carismático”, inicio hoy un nuevo folletín para intentar responderme a la pregunta ¿Cómo lo hizo Pantxo?
(Continuará)Capítulo siguiente
Nota.- Uso un nombre ficticio para el protagonista de este argumento de un futuro biopic, o sea que pido perdón a los Pantxo auténticos.
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