- Hoy la Leti se ha puesto bragas « cortty » en vez de « zaras » - comenta a su mujer el Barón de la Florida leyendo la prensa digital en el repleto tren de cercanías que les lleva a la Zurriola -, la reina de las españas es de un sencillo que no tiene límites.
- Pues son una mierda de bragas – la Baronesa tiene la cabeza en las cuentas que ha pasado el administrador de la comunidad de vecinos y que le han comido la paga extraordinaria de verano -, yo compré un lote de oferta aprovechando que estaba en Bilbao para la clausura del curso y todas han perdido la elasticidad en la cintura, así que se me caen por debajo del sagrario o más.
- ¡Que es broma ! Las reinas no llevan bragas por lo que informa la prensa del movimiento, que describe todo lo que viste y calza pero se olvida siempre de la ropa interior – como están llegando al apeadero de Gros, el Barón apaga el móvil y se pone las dos plegables bajo la axila ante la desesperación de la melé de familias que se aprieta contra la puerta que se va a abrir -, ya te dije que te las compraras « decathlon » que son más resistentes, mis calzoncillos con la ikurriña apenas han perdido resistencia y me puedo bañar con ellos en la playa sin que nadie los diferencie de un exótico bañador.
- ¡Vamos a tomar algo al Ezkurra ! Tengo hambre ya al salir de esta sauna rodante – la Baronesa baja las escaleras y el ritmo de bolero de su escote le obliga a sujetarse con una mano, la otra lleva el cesto de utensilios, los balones de handball que con que la naturaleza le ha dotado -, pero pagas tú con la sisa, que tenemos que ahorrar.
- Eso nos pasa porque no vivimos como los borbones en un palacio zarzuelero que nos pagan los vecinos o veraneamos en el palacio que robaron las fuerzas del orden para la familia mafiosa – el Barón de la Florida se dirige hacia la calle Miracruz, resignado pagador de lo que no está en el presupuesto familiar -, pero, al menos, veraneamos en la más incomparable de las playas de Gros y Gros es el centro del mundo, que dice Galtzagorri.
- Pero él se ha ido a las granjas de Biadós a pasar agosto – la acogedora sombra de la taberna relaja esa fuerza de la naturaleza hernaniarra que es la Baronesa -, que los dos Galtzagorris prefieren el espectáculo de las tormentas de montaña a los conciertos de Sagüés y los fuegos artificiales, en cuanto empieza el agosto donostiarra se transforman en una familia de osos.
- Y sin cobertura no nos puede comentar qué piensa de las bragas de la hiedra de periodista que se transformó en nuestra María Antonieta de la hispanidad a pesar de no ser « autre chienne »…
Los pintxos de tortilla sobre la barra ya reclaman su atención, junto con dos frescos vinos blancos, reyes de los viñedos españoles…
- ¡¡¡Amor, salud y república !!
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